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Un largo beso, pero inocente y limpio. Sus labios se posaban en los del otro suavemente y con mucho cuidado , como si estuvieran tocando algo muy valioso y no quisieran romperlo.

Era como un beso en el jardín de niños bajo el árbol más grande y bonito del patio.

Minseok lentamente se alejaba mirando fijo a los brillantes ojitos de enfrente. Luhan parecía que le hubieran quitado el alma, pero de una forma totalmente hermosa. Tenía una expresión de confusión, tristeza y felicidad a la vez que el pequeño estaba disfrutando. En el rostro de Minseok se hallaba nada más una tierna sonrisa, una tierna sonrisa muy inesperada después de su poca reacción de antes. Parecía un niño.

Estaba claramente avergonzado, sus mejillas estaban rosadas y no podía mirar a Luhan a los ojos. Rompió el silencio y aclaró su garganta.

- ¿Por qué no atendías mis llamadas? - Dijo mirando hacia la ventana tratando de evitar el rostro paralizado de su compañero- De verdad me preocupé mucho.

Luhan por su parte seguía con cara de idiota pero lo escuchó atentamente. ¿Debo actuar como si no hubiera pasado nada?

- Mhh... L-lo siento, la verdad es que no me sentía nada bien y... - Rascándose la cabeza para parecer casual.

- ¿Estás enfermo? ¿Te duele algo? ¿Necesitas alguna medicina? - Tocando su frente y sus mejillas con el dorso de su mano.

En ese momento, como era de costumbre, el pecho de Luhan comenzó a hundirse y apretarse. ¿Estaba jugando con él?

No pudo responder verbalmente, sin embargo, sus ojos se encargaron de hacerlo. Le dedicó una mirada triste, con los ojos entre abiertos, ceño fruncido y labios temblorosos que se comunicaban perfectamente.

Minseok no tardó en entender el mensaje. El alto moría por una explicación. Contestó con una risita nerviosa y lo miró fijamente mientras acarició con suavidad su cabello rubio.

- Lo siento... Solo no te deshagas de esos sentimientos... ¿Sí? Pronto te daré una respuesta.

Por supuesto Luhan quedó petrificado por segunda vez pero esta vez no duró demasiado.

El pequeño justo al terminar la oración, se paró y fue a abrir la puerta y cuando estaba a punto de irse de la habitación, el rubio grita.

- ¡Minseok!

Este retrocede un paso.

- No te arrepentirás luego, ¿cierto? 

Con cara de sorpresa Minseok responde  - Claro que no idiota

Se sonrieron adorablemente uno al otro y luego Minseok siguió su camino.

Cuando se escuchó el cerrarse de la puerta de abajo, Luhan automáticamente pellizcó su brazo. ¿No fue un cruel sueño?

No lo era, claro que no. No pudo con su emoción y la sonrisa anterior se volvió una cosa deforme y sus mejillas se tornaron rojas. Estaba indiscriptiblemente feliz. Se retorció y  gritó como loco. Botó unos cuantos suspiros de enamorado en su habitación y luego salió a andar en bicicleta para dejar ir aquella energía que dejo aquella conversación.

Realmente no se lo esperaba. Entonces eso significaba que Minseok sentía algo por él, ¿no? Eso era algo que jamás hubiera pasado por su cabeza. Era demasiado bueno para ser verdad, pero Luhan estaba tan contento que se dispuso a no pensar en eso. Quería disfrutar el momento al máximo. 

Quería que llegara el lunes para verlo otra vez. El fin de semana deseaban estar juntos pero Minseok tuvo que acompañar a su tía al hospital ya que se encontraba mal de salud desde hace un tiempo. 

Y el lunes llegó, con oscuras nubes y bastante frío, pero era un bonito día después de todo. Habían quedado en encontrarse en el paradero para irse a la escuela, donde el inquieto Luhan esperaba mirando al suelo con las manos en los bolsillos de su chamarra y una bufanda que le tapaba la boca. Cuando sintió los pequeños y reconocibles pasos de Minseok, alzó inmediatamente la cabeza. Por fin lo veía, pero parecía estar bien. Traía unas enormes y oscuras ojeras pero aún así sonrió al ver a Luhan. No pudo evitar preocuparse. Esperaba poder hablarle como siempre, o quizá con un poco más de emoción, pero esas ojeras lo distraían. Parecía que no hubiese dormido hace días. Se veía un poco bajoneado, así que el rubio decidió simplemente subirle el ánimo, más tarde trataría de preguntarle. 

La tarde transcurrió tranquila y sin problemas. Minseok pareció haber recuperado la energía. Al termino de clases, fueron al árbol para leer. Ambos sacaron sus libros y leyeron unos 5 minutos, no duraron mucho ya que el pequeño se puso en las piernas de Luhan despojándolo de la paz en su corazón.

-Dormiré un poco, ¿está bien?-Soltó Minseok con voz cansada

Luhan asintió y se colocó de una manera para que el pequeño estuviera cómodo.

Se puso a acariciar su cabello automáticamente, como si fuera costumbre, aunque en realidad lo era. Era tan bonito observarlo descansar, pero esas ojeras seguían perturbándolo. 

-Minseok... ¿Estás dormido?-Susurra

-No aún... 

-Oye... ¿Por qué traes esas ojeras?

Silencio.

-¿Minseok?

Ya dormía placenteramente en las piernas de su "amigo".

-Más tarde le preguntaré...-Sin dejar de susurrar

Dijo esas palabras dejando salir una sonrisa y una mirada totalmente enternecidas por aquella criatura tan débil y desprotegida. Estaba una vez más observando delicadamente sus bonitas facciones y grabando en su memoria el adorable sonido de su respiración. 

Espero que esa respuesta llegue pronto...


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Hola, cuánto tiempo;_; mil disculpas, en serio. He empezado una nueva etapa en mi vida y no he tenido tiempo para nada. 

Bueno, ya les traigo un cap, trataré de subir el próximo hoy mismo n_n

Ojalá les haya gustado, gracias por leer💕

xoxo.

Observador.  [LUMIN/XIUHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora