No me olvides [Final]

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Pero inevitablemente, marzo llegó y con el la despedida.

Uno de marzo, cayó día martes. 

Minseok ayudaba a Luhan a sacar sus maletas y llevarlas abajo, irían al aeropuerto donde sus padres lo esperarían. Ninguno soltaba una sola palabra, no tenían las energías para hacerlo. Ambos tenían los ojos hinchados, evidencia del llanto nocturno. 

Faltaban una media hora para que llegara el taxi, así que se sentaron uno junto al otro.

-Yo... Yo realmente no sé que haré sin ti...-Dice el chino poniendo sus manos en su cara.

-Ni yo sin ti, Luhan-Empiezan a brotar sus lágrimas-Pero mi amor... Debemos ser fuertes-Toma sus manos-Yo solo quiero que sonrías donde seas que estés, conmigo o no. No soportaría que estés triste por mi. Piénsalo, tendrás una vida genial, conocerás lugares grandiosos, nuevas personas...

-Nada tendrá sentido sin no estas a mi lado... ¿Qué haré sin estas pequeñas manos entrelazando las mías? ¿Qué haré sin esos besos que terminaban con mis días tristes? ¿Quién me cantará antes de dormir? ¿Qué mierda haré?-Mira al cielo y caen sus lágrimas sobre sus mejillas.

Minseok estaba quebrándose en mil pedazos por verlo así, se sentía de la misma forma pero no había nada hacer, sólo lloraron juntos una vez más. 

El taxi ya estaba en la puerta. Luhan y Minseok ya no tenían fuerza ni para levantar el equipaje parecían dos rosas marchitas, estaban deshidratados de tanto llorar. 

Durante el viaje la cabeza del pequeño estaba encima del hombro del rubio y tomados de las manos. Mientras más se acercaban a su destino unían sus manos más fuertemente, no querían soltarse nunca.

Faltaban 3 horas para su vuelo, que por supuesto pasarían juntos. 

Los padres de Luhan fueron a comer ya que querían darle privacidad a la pareja. 

Ya no sabían de que hablar, se habían dicho todo. Simplemente superarse era su plan, puesto que ninguno de los creía en las relaciones a distancia. Sabían que sería algo demasiado difícil pero era la única solución. No querían ni imaginarse el dolor de desear un abrazo del otro y estar en distintos continentes.

Tal vez pudieron decir "espérame", pero sabían que podrían enamorarse de otra persona y el sufrimiento sería enorme. 

Planearon eso, pero sus corazones no estaban preparados aún. Tenían claro de que sería un camino complejo pero dolía más de lo pensado...

Estaban sentados en el piso del aeropuerto uno frente al otro, en silencio.

Minseok respiró hondo, miró con una sonrisa a Luhan quién tenía los ojos húmedos.

De su mochila sacó unos audífonos y su celular. Se puso uno y el otro al alto. Puso unas de las grabaciones que habían hecho en la clase de piano.

River flows in you de Yiruma. 

La tocaron juntos. 

Luhan respondió a esto con una mirada triste pero con una sonrisa en los labios.

-¿Me quieres matar de tristeza?-Toma la mano de su novio mientras hacía un puchero.

-Solo quiero aprovechar este último tiempo contigo... Si no lo hago, me arrepentiré demasiado.

-Entiendo, tranquilo.-Suspira- Realmente siento que moriré sin ti, tengo miedo.

-Todo estará bien, con las agujas del reloj se cosen las heridas dicen por ahí. 

El chino sorprendido de lo que dijo el pequeño se ríe tontamente. 

-¿De dónde has sacado eso, poeta?

Minseok desvía la mirada avergonzado, pero luego ambos ríen juntos... Por última vez.

Vuelo a las 7:00 p.m. 

Hora actual 6:45 p.m.

Ya era tiempo de subir al avión.

Tomados de las manos hasta el último segundo, estaban frente a la puerta que Luhan debía cruzar. 

Se miraron a los ojos con melancolía, no querían decirse adiós por nada del mundo.

Podrían haberse quedado ahí frente para siempre pero el tiempo se acababa.

Minseok se puso de puntillas, posó sus labios en los de Luhan apasionadamente, en el pusieron todo lo que querían transmitir. 

Lentamente se separaron

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Lentamente se separaron...

-Solo... Por favor no me olvides... ¿Si?

-Ni tú a mi.

De a uno sus dedos fueron soltándose al alejarse.

Hubiesen deseado que el tiempo se detuviera justo en ese instante pero tristemente, ese fue su último intercambio de palabras, el resto fueron sonrisas forzadas mientras se distanciaban.

Con el brazo se dijeron adiós.

En cuanto Minseok perdió de vista al rubio bajó la cabeza, puso las manos en sus bolsillos, se dio la vuelta, lanzó un pesado suspiro y se fue a casa, donde le esperaba su enferma tía y una almohada a la cual mojar. 

Por parte de Luhan, al cruzar esa puerta apretó sus puños y se le dificultó el respirar. Si no fuera porque estaban sus padres atrás hubiese salido corriendo a buscar al pequeño porque sentía que no podía estar ni un segundo más sin él. Como se han de imaginar, el viaje fue una pesadilla. 









4 años después...

Luhan regresaba a Corea como un estudiante de Derecho, solo ya que sus padres decidieron quedarse allá. El también lo habría hecho, pero tenía una misión, encontrar a Minseok. No había hablado con él desde esa vez, sin embargo, el jamás quitó de su cabeza al bajo. Tuvo una relación pero lo veía a él en todas partes, probablemente fue un torpe intento de superarlo, falló olímpicamente. 

Su corazón estaba a punto de explotar, había esperado tanto para esto. 

Tenía miedo. Tal vez el ya había logrado tener una pareja y sea feliz con ella, tal vez lo olvidó, tal vez iba a arruinar su vida. Tenía miedo, pero sus ganas de verlo eran más grandes que todo lo demás.

Se dirigía a la casa de Minseok, ignorando el hecho de que pudo haberse mudado. No le importó nada.

En el camino pasó por su viejo establecimiento. Su cabeza se llenó de recuerdos hermosos, junto a sus viejos amigos y por supuesto, junto al bajo. 

Cuando llegó a aquel gran y viejo árbol, se quedó parado. No creía lo que veía.

Con su espalda posada en el tronco estaba Minseok adormilado con un libro en las piernas mientras el sol hacía brillar su anillo, "L & M" aún en su dedo.

Las mismas bellas y rojizas mejillas, los mismos gatunos ojos, los mismos diminutos y rosados labios y el mismo anaranjado cabello que la brisa hacía bailar el más bonito vals...

La sonrisa se le dibujo sola en el rostro con ese paisaje, podría verlo para siempre.

Era su eterno observador.

Luhan caminó hacia él, se sentó a su lado y acaricia su mejilla para despertarlo.

Minseok lo mira y abre los ojos como platos.

-Hola, ¿me extrañaste?





Observador.  [LUMIN/XIUHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora