28. I gotta live with the choices I made and I can't live with myself today

254 25 14
                                    

I never wanted anything so bad

>> No puede hacer otra cosa más que intentar consolar a su pelinegro. Ha estado llorando todo el rato y le rompe verlo así, no poder hacer nada para detener sus lágrimas le duele y tiene miedo; todo ha sido tan repentino que se siente perdido.

– Por suerte no ha pasado nada grave, ha ayudado que ambos estuvieran sanos… – a su vez Sara trata de consolarlos, explicándoles que deben estar agradecidos de que el bebé estuviera bien, y lo están ¡Lo agraden! pero la impresión y el miedo siguen siendo muy grandes – A partir de ahora deberás ser más cuidadoso, nada de agitarse, ni emociones fuertes o algo parecido; deberás estar relajado y tomarte las cosas con calma, el bebé esta bien… pero cualquier emoción fuerte podría provocar su nacimiento prematuro o algo peor – ambos asienten como pueden – Pasarás la noche en observación, solo por si acaso, mañana en la mañana podrás irte – y sin más se despide, saliendo de la habitación

Se quedan a solas en blanca habitación, típica de un hospital. Lo único que rompe el silencio del lugar son los sollozos ahogados de Gerard, sigue sin parar y le esta rompiendo el corazón, sus propias lágrimas amenazan con salir pero debe ser fuerte… por los tres

– Cálmate Gee – dice con ternura, haciendo un vano intento de reconfortarlo – Todo está bien… no ha pasado nada
– ¡Pero pudo haber pasado! – Gerard se aleja de su pecho, donde se había refugiado todo ese tiempo, para verlo a los ojos. Hay furia y miedo en la mirada verde que tanto ama – ¡Pude perder a mi bebé! Bert... – más lágrimas salen. Gerard no soporta más y vuelve a ocultarse en su pecho – Pude haberlo perdido... – él también suelta varias lágrimas sin que en otro lo vea – ¿Qué fue lo que paso? ¿Por qué...? – "¿Por qué?" es lo mismo que se pregunta. La doctora fue clara, alguien lo provocó pero ¿Por qué? ¿Quién sería tan cruel, quién querría hacerles tanto daño? – Sí lo hubiera perdido jamás me lo perdonaría... no podría soportarlo – se queda helado ante tal perspectiva, perder a su hijo y al hombre que ama... tampoco lo soportaría – Si yo... si tan sólo hubiera estado alerta...
– No Gee – lo corta enseguida, alejándolo para que sus ojos, rojos por el llanto, se conecten con los de Gerard – No fue tu culpa ¿Entiendes? – dice completamente seguro 

Gerard no asiente, solo vuelve a su antigua posición, recargado en su pecho. 

Lo rodea por los hombros y acaricia su cabello mientras más lágrimas escapan de sus ojos. 

Duele saber que pudo perder a su hijo y él no pudo hacer nada, que si los hubiera cuidado mejor, sí hubiera estado atento a todo, sí hubiera sido un mejor padre, un mejor esposo...
– Tampoco la tuya – ahora es él quien se oculta en el pecho de Gerard mientras deja escapar todas sus lágrimas – No es tu culpa – ahora es a él a quién tratan de consolar y acarician sus cabellos para calmarlo 

Pasan varias horas hallando el consuelo en los brazos del otro hasta que el pelinegro, cansado por tan fatídico día, cae dormido, una mano apoyada en su pecho y la otra sobre su vientre, entrelazada a su mano en señal de protección
– Los cuidaré mejor... no dejaré que nada malo les pase << 

No debe exaltarse, la doctora se lo dijo, además solo han pasado diez días desde el incidente, pero su corazón late a mil por hora y aunque sintió un poco de alivio al ver a Frank fuera de su departamento no puede quitarse la preocupación por Bert. Ha salido tan a prisa y tan enojado que es capaz de cualquier estupidez
– ¿Has visto a Bert? – en lugar de invitarlo a pasar lo hace a un lado, buscándolo en el pasillo
– No... – no sabe que pasa pero no olvida porqué está ahí – Debo decirte algo importante 
– Ahora no Frank, debo encontrar a Bert – muerde sus labios ante la punzada de dolor en su vientre "Cálmate Gee" 
– Es importante... 
– También es importante encontrar a Bert... – se aleja por el corredor en dirección al ascensor. Frank vuelve a hablar
– Es sobre lo que paso el día que casi pierdes a tu bebé – Gerard para en seco y lo voltea a ver. Ha conseguido llamar su atención – Sé que aún no saben quien fue... yo lo sé – el pelinegro se queda de pie a su lado, esperando a que continúe
– ¿De que hablas? – sus piernas tiemblan y amenazan con dejarlo caer, por lo que debe sujetarse al marco de la puerta
– Quiero que sepas que me acabo de enterar y que sí lo hubiera sabido antes habría hecho todo para evitarlo... te amo y no soportaría verte sufrir más… no lo mereces y yo…
– ¡¡Dilo ya!! 
– Fue Zacky... – Gerard tiene que sujetarse bien para no caer, "¡¿Qué?!" No entiende lo que pasa, confiaba en Zacky... ¡¿Como es que Frank lo sabe?! – Él mismo me lo confesó junto con otras cosas sin importancia – dice lo último con frialdad – También me dijo que fue Edward quien le dio lo necesario para... eso – “No…”

Our Love Never Faded Away | Gerbert/FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora