15. De nuestro amor apenas queda nada

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Al fin podía disfrutar del dulce sabor de los labios del pelinegro, en su memoria seguía intacto ese sabor que trató de olvidar pero no pudo. Gerard abrió un poco la boca y él intento profundizar más el contacto, pegándose más y acariciándole las mejillas mientras se sentía desfallecer por tan intimo contacto; en su ingenua mente creía que Gerard correspondía el beso... hasta que un golpe en su mejilla le hizo regresar a la realidad.

Gerard quedo en shock con las palabras de Frank, no lo esperaba ni mucho menos lo creía. Trató de abrir la boca para quejarse pero Frank aprovecho aquello para invadirle por completo; esa acción hizo que entrará en pánico y este aumento cuando el castaño comenzó a pegarse más a él, sin importarle que su barriguita se lo impidiera ni que lo estuviera aplastando y lastimando.

No sabía como quitárselo de encima por lo que no tuvo mas opción que soltarle una bofetada, fue lo único que hizo a Frank reaccionar y alejarse de él.

Inmediatamente después de su acción pensó que el castaño se molestaría por atreverse a golpearlo y que le haría pagar por tal estupidez, como siempre hacía en el pasado, por ello no dudo en alejarse lo máximo posible, empujándolo y saliendo de la pequeña habitación que representaba el baño
- Gee... - sosteniendo su mejilla, Frank lo alcanzó, jalándolo del brazo para encerrarse una vez más con él en el baño. Aprisionándolo entre sus brazos con fuerza
- Frank... suéltame... por favor... ¡Ahh! - suplico con lágrimas en los ojos y quejándose de dolor cuando Frank lo apretó mas contra su cuerpo, aplastándolos - Frank, por favor... mi bebé - sus lágrimas no se detenían
- Gee... - lo soltó de inmediato al ver el error que cometía - Perdóname... yo
- ¡Basta! - lo calló - Déjame salir... por favor - al verlo a los ojos no pudo negarse a nada que le pidiera. No podía exigirle que le escuchara, no lo merecía
- Perdóname - dijo una incontable vez más cuando Gerard se alejó de él.

Gerard salió del restaurante a toda prisa, pensando en que tal vez Frank le seguiría y le haría pagar por golpearlo, le volvería a hacer daño o peor aun... a su bebé. No le importó en absoluto que fuera del restaurante el clima no era el mejor.

Al exterior del lugar caían copos de nieve y la acera se encontraba completamente cubierta de blanco.

Se quedo mirando el bello paisaje mientras abrazaba con protección su vientre y temblaba levemente, el frio sin duda era despiadado. A la lejanía escucho a alguien llamándolo y pensando que se podría tratar del castaño decidió huir, seguir caminando sin importarle los copos que caían sobre él ni el frio, solo rogaba que Bert le encontrara y se lo llevara lejos de ahí, donde nadie le volviera a hacer daño

~*~

- Nos vemos pronto, debo darme prisa... Gee debe estarme esperando - se despidió de ellos con un gesto de mano para ir donde Gee, quería abrazarlo y llevarlo a casa cuanto antes; grande fue su sorpresa al regresar a donde había dejado al pelinegro y no encontrar rastro de él.

Busco con la mirada a su alrededor, tratando de localizar a su amado pelinegro. Su corazón latía con fuerza al no verlo y su desesperación crecía al pensar que algo le pudo haber pasado.

Caminó hacia la salida, pensando que tal vez Gerard no le había hecho caso y se había ido al carro, encontrándose con Frank en el camino. Soltó un suspiro de alivio al verlo pues quizás Frank había visto a su esposo
- ¡Hey! ¡Frankie! - el aludido dio un brinco de sorpresa al notar su presencia - ¿Has visto a Gerard?
- Ah... n-no - Bert no le dio importancia al nerviosismo del castaño
- Le dije que no se fuera hasta que yo regresara... y me preocupa mucho, se sentía mal
- No, no lo he visto - dijo con más seguridad - Tal vez se ha adelantado...
- Eso pensé... bien, gracias y ¡felices fiestas! Espero que puedas acompañarnos en año nuevo... Jared te contara el plan
- Muchas gracias e igual, espero que pasen felices fiestas

Our Love Never Faded Away | Gerbert/FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora