8. You told me this gets harder... well, it did!

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A pesar de que me fui hace cuatro años, tuve noticias de él
Sé que después de lo que pasamos él cayó en depresión,
seguía adelante pero era un puro reflejo, por dentro solo quería morir...
Sé que, a pesar de querer estudiar artes, entró a la universidad a estudiar administración,
tal como quería su madre, Dana, desde siempre...
Sé que aunque iba en esa universidad, con su trabajo en una cafetería,
pagaba cursos de diseño gráfico, de arte y todo lo relacionado a ello.
Él cumpliría sus sueños...
Sé que dentro de la universidad conoció a un chico, uno muy molesto, como yo.
Sé que ese chico prácticamente lo acosaba, toda para tan solo conseguir una cita
Sé que al final termino aceptando, con tal de librarse de ese molesto muchacho
Sé que, después de salir por medio año, él acepto ser su novio...
Después de eso no supe nada más, no sé que fue de ellos pero,
en lo más profundo de mi corazón y mente...
solo deseo que no haya funcionado, solo eso
Así, ahora que estoy de vuelta, podre recuperarlo,
podré pedirle perdón por todo lo malo que le hice...
podré volver a tenerlo en mis brazos.

- ¡No quiere! - aguantaba la respiración, daba pequeños brinquitos pero nada funcionaba, simplemente noquería
- Ponte otro - desdeño Bert mientras arreglaba su cabello, que más que arreglar solo era pasar varias veces el cepillo hasta que estuviera desenredado... solo eso
- ¡Es el tercero que me pruebo! - detuvo sus intentos fallidos por subir el cierre de su pantalón, recordando lo que su madre, Donna, siempre hacía

Bert lo miraba a través del espejo del baño con una sonrisa, veía como Gerard se acostaba en la cama y subía el cierre de su pantalón con mayor facilidad que intentos anteriores al subirlo de pie
- Ya quedó... - con una sonrisa de satisfacción trato de levantarse... fracasando - ¡Mierda!
- ¿Por qué no te pones otro? - salió del baño para acercarse al armario y tomar un pantalón de mezclilla negra, no tan pegado como los que se quería poner su pelinegro - Yo creo que te quedará bien

Gerard lo miro con recelo, y después al pantalón, pensando unos segundos si era conveniente ponérselo o no... al final accedió, recostado en la cama como estaba se quito el pantalón y se levanto por el que le ofrecía Bert, arrebatándoselo y poniéndoselo, subiendo el cierre con mucha facilidad
- Lo ves... ese si te queda... - hizo una pequeña pausa - No como esos pantalones todos pegados que te gusta usar en público - le sonrió de manera maternal
- ¡Pero te gusta como se me ven! - replico enojado el oji-verde
- Si... pero todo el mundo se te queda viendo... y eso no me gusta - se apartó un poco molesto, yendo al armario por sus converse, ya completamente vestido para comenzar el día
- Como sea...- entro al baño y se puso de perfil para poder apreciar su estómago - Creo que comienza a notarse... - fue donde Bert, tomándolo del brazo para atraer su atención y poniéndose de perfil para que le admirara, con una enorme sonrisa que reflejaba la emoción de ser padre - ¿Ves?!
- Aún es muy pronto para que se note - Bert le miro de todos los ángulos... pero nada, no había mas que el plano vientre de Gerard - Solo es...
- La barriga que siempre he tenido - repitió las palabras de días anteriores de Bert - Lo sé...- regresó al baño, mirando su reflejo. La sonrisa que llevaba desapareció al recordar las palabras del padre de Bert, mas este pareció notarlo.
- Vamos Gee... no se nota nada porque no tienes barriga... no te pongas así - lo tomo por detrás, recargándose en el hombro del otro - Y creme... cuando se note te verás muy lindo - puso sus manos sobre el aún plano vientre de Gerard, devolviéndole la sonrisa a su rostro - Es hora de irnos... - le dio una palmada en sus sentaderas para que se apurara
- Tengo miedo... - confesó - ¿Y si algo va mal? Jamás me lo perdonaría... - tomó su chamarra azul y se la puso. El mal clima invernal comenzaba a ser más intenso, siendo necesario el salir bien abrigado de casa si no querías pescar algún resfriado, algo que en su estado, Gerard debía evitar
- Todo estará bien, eres un excelente padre y apuesto a que nuestro bebé esta muy cómodo ahí adentro - camino a la puerta de la habitación, Bert alcanzó a Gerard, tomándolo nuevamente por detrás, apretándole el estomago pero sin llegar a lastimarlo - Es solo de rutina, verás que todo estará bien
- ¿Y porque no lo hizo la semana pasada? No le costaba nada hacerlo en el momento - seguía replicando el oji-verde
- Porque era necesario que tuvieras los tres meses... ¿recuerdas? Ella lo dijo... - sonrió al ver el ceño fruncido de su esposo y como se apartaba de él de un empujón.

Our Love Never Faded Away | Gerbert/FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora