Saint Seiya ni sus personajes me pertenecen, son de propiedad exclusiva de Masami Kurumada.
.....
Se podía ver a dos griegos muy molestos dentro de la casa de Escorpio, eran Aioria y Milo que se hallaban enfadados por las actitudes de sus respectivos novios, la situación de ambos era muy similar, se sentían prácticamente desplazados y no tomados en cuenta por sus parejas.
—Con Camus siempre es lo mismo —exclamó con hastió Milo. Siempre el deber es lo más importante para él, pareciera que ni siquiera le importa lo que siento.
—¿Tú crees que tienes problemas?, Shaka se la pasa todo el maldito día meditando, prácticamente no quiere estar conmigo nunca, la verdad no sé porque acepto estar conmigo —respondió un frustrado Aioria.
Ambos guardianes suspiraron por lo mal de su situación, se sentían completamente, dejados de lado y lo peor de todo pensaban que sus parejas en realidad no sentían nada por ellos.
—Milo estoy harto, siempre es lo mismo, los últimos meses desde que comencé a andar con Shaka todo ha salido mal, pensé que ahora que el me había aceptado a su lado correspondería a mis sentimientos, pero veo que me equivoque — menciona un dolido leo.
—Con Camus las cosas siempre han sido más o menos igual, el por naturaleza no es alguien expresivo, pero últimamente lo único que hace es mirarme fríamente o fastidiado cuando me acerco, cuando quiero estar un momento con él, siempre coloca de excusa que tiene algo que hacer y que su deber como caballero es primero.
—¿Realmente crees que nos quieran bicho?, es que esos dos parecen más preocupados de todo menos de nosotros o lo que sentimos por ellos.
—Odio admitirlo, pero tienes razón, a esos dos no les interesamos para nada, creo que lo mejor sería alejarnos un tiempo, ya sea para ver si siquiera se molestan en buscarnos o simplemente para poder olvidarlos —.
—¿Qué propones exactamente Milo? —pregunta un desconcertado Aioria.
—Que nos alejemos del santuario, vámonos lejos donde no puedan encontrarnos fácilmente y podamos disfrutar de un lugar tranquilo, después de todo nuestras vacaciones ya están cerca ¿no?, nos vamos sin que nadie se entere y listo.
—Irnos sin avisarle a nadie..., ¿estás seguro de eso Milo?
—Sí, el patriarca no podrá decirnos que no, simplemente le decimos que queremos adelantar nuestra salida y listo —. Después de todo ya nos debe dos años de vacaciones.
—Tomarnos vacaciones lejos sin que nadie sepa donde fuimos... —murmura en voz baja un no muy convencido Aioria, pero aún así no replica contra la idea de su amigo, sino más bien que lo apoya a pesar de que no está muy decido—. No estoy muy seguro que sea tan buena idea, pero iré contigo bicho, entonces ¿hacia dónde iríamos?
—Eso déjamelo a mi gato, tu solo preocúpate de que nadie te descubra que yo elegiré el destino más adecuado para dos novios despechados —respondió escorpio con una sonrisa algo maliciosa.
Aioria vio al guardián de escorpio con algo de duda, pero se limito a dejarlo pasar, ya después pensaría con más calma toda la situación, ahora solo debía ir con el patriarca para asegurar que su salida sea sin contratiempos.
Quince días habían pasado desde la conversación en escorpio y el plan seguía en marcha. Ambos se irían esa misma mañana sin que nadie en el santuario se percatara, por supuesto sus novios no tenían la menor idea de lo que estaba sucediendo, según ellos tenía mejores cosas que hacer que estar pendiente de la actitud de sus infantiles parejas.
ESTÁS LEYENDO
Escape a Honolulu
FanfictionFrialdad e indiferencia es lo que ambos han recibidos de sus parejas, es por eso que Aioria y Milo se marchan del santuario un tiempo sin avisarle a nadie. Pero Milo sin decirle nada a Aioria deja una carta a Shaka y Camus diciéndoles que terminaban...