Donde todo se une

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Saint Seiya ni sus persaonajes me pertenecen, son de propiedad exclusiva de Masami Kurumada.

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El envolvimiento de energía duró apenas unos segundos, la energía calma y amable del ariano se disipó en cuanto tocaron tierra. Los cuatro caballeros notaron de inmediato el cambio de paisaje que había sufrido su alrededor, las olas rugían fuerte y la marea estaba en subida, el olor salino cubría todo el ambiente, y los rayos del Sol más tenues les daban la bienvenida.

El cambio horario se les hacía evidente, el ocaso se estaba presentando ante su presencia y ellos recordaban haber salido de Grecia con el cálido Sol de la mañana.

—Aquí la zona horaria es diferente, técnicamente aquí todavía es el día anterior —comentó divertido Mu ante el ceño fruncido de los demás, Saga lo único que deseaba era poder viajar con Mu para disfrutar de un tiempo libre, por lo que no se preocupó de ese pequeño detalle, y Camus y Shaka tenían su mente en otro lado.

—O sea que en Grecia ya es otro día —pronunció Camus dejando de lado su desconcierto inicial.

—Así es —Mu miró a su alrededor, el lugar era un recinto de cabañas cercanas a la playa, con profunda vegetación tropical, palmeras por doquier y plantas multicolor. La arena blanca era interrumpida por un sencillo empedrado negro que unía todas las cabañas y los recintos del complejo entre sí. Mu fijó su visión justamente al frente y reconoció un edificio claramente diferente, debía ser el centro de visitantes. Necesitaban registrarse para que les pudieran dar sus cabañas—. Debemos ir a registrarnos.

Camus y Shaka asintieron ante las palabras de Mu, los tres caballeros se encaminaron hacia el edificio blanco que sobresalía de los demás.

Saga suspiró, tal parecía que no sería fácil estar a solas con Mu, no al menos mientras esos dos estuvieran pegados a sus talones, el gemelo no sabía en qué momento el lemuriano se había transformado en madre de los caballeros.

Con algo de exasperación Saga terminó siguiendo a los demás. Cuando llegó al edificio observó que Mu y los otros dos caballeros estaban en el mesón de recepción bastante distraídos. Si Shaka y Camus no lograban encontrar alguna pista de Escorpio y Leo se la pasarían pegados a Mu, pero encontrarlos en una ciudad tan grande sería complicado, más si los otros dos no usan u ocultan su cosmos. Solo un nombre se le vino a la cabeza, para que pudiera ayudarlo.

Con algo de cautela y sutileza Saga se alejó de los tres caballeros y marcó un número con premura en su móvil. Sería mucho más sencillo que utilizar su energía y levantaría menos sospechas. Sonaron dos tonos antes de que el alguien contestara.

"Diga" —se escuchó una voz tranquila desde el otro lado del auricular.

—Kanon, soy Saga necesito tu ayuda —un silencio por algunos momentos, el gemelo mayor se mantuvo a la espera.

"Te escucho".

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Dos cabañas para dos personas cada una, Saga cuando le hubieron asignado su propia cabaña prácticamente secuestro a Mu quien opuso poca resistencia al ver el rostro del gemelo. Camus una vez instalado en su habitación decidió descansar al ver que la noche ya se aproximaba, comenzaría su búsqueda cuando los rayos solares iluminaran nuevamente el cielo. Shaka no compartía la misma calma de Camus, su semblante y su actitud siempre serena se veían alterados al saberse en la misma ciudad que Aioria, pero sin tener la más mínima idea de donde podría encontrarlo. Pensamientos melancólicos y nada agradables comenzaban a poblar su mente, Shaka en pocas ocasiones había conocido lo que era la ansiedad, y eso estaba jugándole en contra, debía tranquilizarse y razonar lo que Camus le había planteado. Debían tener la claridad del día para buscarlos en una ciudad totalmente desconocida para ellos.

Escape a HonoluluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora