Capítulo 7

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"Hola, mi querido copo de nieve"

"Buenos días, Ángel blanco "

"Como has estado"

El peliblanco ya había empezado a acostumbrarse a recibir cada tarde una nueva carta de su admirador secreto, reía por las cosas que este le escribía y le ponía de muy buen humor por el resto de su día.

Algo curioso también había ocurrido: Hiccup Haddock y él habían empezado a entablar una gran amistad, a pesar de que siempre peleaban, era lo más común entre ellos dos. Jack se dio cuenta de que juzgó al castaño de manera equivocada, pues Hiccup era una persona brillante y sincera que le ayudó a reconciliarse con Rapunzel y le estaba muy agradecido por ello.

Guardó la última carta en su mochila y se marchó de la biblioteca. Hiccup, como ya era costumbre, lo esperaba afuera de la biblioteca con los brazos cruzados, recargado en la pared y sus lentes de sol como cualquier pose de chico malo, para acompañarlo siempre hasta la parada del tren que lo llevaría a casa.

—No necesitabas quedarte ¿sabes?—le dijo, una vez salieron de la escuela, pero el castaño rió por lo bajo.

—No me molesta, es agradable pasar un rato juntos.—le dedicó una sonrisa tan encantadora, que sintió sus mejillas arder, pero pronto sacudió su cabeza tratando de olvidar aquello.

—Pues, gracias... Supongo.—musitó bajando la mirada, apretó los labios sintiéndose muy nervioso, habían pasado varios días desde la última vez que Hiccup pronunció su nombre, pero por alguna razón había dejado de hacerlo.

El teléfono del castaño sonó, sacándolo de sus pensamientos, este lo miró buscando alguna aprobación, claro, él solo asintió con la cabeza.

—Hola...¡Oh, Astrid! ¿Que sucede?...—y entonces se sumergió en su conversación, mientras caminaban a la estación del tren.

Y nuevamente se sintió extraño. ¿Como podía ser que Hiccup tuviera tantas mujeres atrás de él y no se fijara en ninguna? O es que acaso ¿Ya estaba enamorado de alguien más? Nah, Hiccup no parecía interesarse en algo tan "absurdo" como el amor.

—Vale, en tu casa está noche.—le escuchó decir y colgó. ¿Iba a ir a casa de esa chica en la noche? Se sintió peor.

—...

—Lo lamento, ella nunca deja de hablar.—rió el castaño y no recibió respuesta.—¿Estas bien?

—Si... Sólo que... —balbuceó buscando las palabras correctas, indeciso de preguntar aquello que le interesaba, pero se armó de valor y respiro profundo, —Me preguntaba si no te meterías en problemas al ir a casa de una chica a mitad de la noche.—dijo aparentando indiferencia, temeroso de que Haddock adivinara sus pensamientos.

—Mmnh...En realidad eso no importa mucho.

El peliblanco lo miró indignado.

—¿No importa mucho?— repitió con molestia.—Si te vas a acostar con una chica en su casa ¿no importa mucho?

Las palabras fluyeron por si solas de sus labios, que le fue imposible retenerlas. Se arrepintió de haberlas dicho al ver la mirada sorprendida del ojiverde.

Sin embargo, más fue su sorpresa cuando Haddock empezó a reír.

—¿Acostarme con ella?—preguntó sin dejar de reír, —Te equivocas por ese lado, Frost.—dijo haciendo un ademán con su mano restándole importancia.

—¿Por qué me equivocaría?

—Porque, para empezar, yo soy gay.

Solo Di Mi Nombre ~HIJACK~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora