Solo Di Mi Nombre ~HIJACK~

Capítulo 20

Estar sentados uno frente al otro, mientras Jack, con una sonrisa traviesa en su rostro, le servía una taza de té, no era algo que tranquilizara a Rapunzel Corona. Vamos, era su amigo, pero eso no significaba que supiera que pasaba por esa cabecita blanca todo el tiempo, y la sola idea, era perturbadora. Jack era muy impredecible y siempre la sorprendía con algo nuevo. Rapunzel estaba acostumbrada a las ocurrencias de su mejor amigo, pero nunca sabía que esperar. Jack parecía esperar pacientemente a que ella terminara su té, como si la taza de la chica fuera el centro del universo, disolviéndose en los rosados labios de Rapunzel.

Una vez terminado, hizo la taza a un lado.

—Bien, ¿Y que necesitas? —la pregunta fue amable, pero con un leve toque de nerviosismo en su voz, Jack se percató de eso en un segundo; su amiga esperaba algo impaciente, pero no quería demostrarlo.

—Tu voz. —respondió con simpleza, luego le arrojó su propio teléfono y la rubia lo atrapó como si ya lo hubiera esperado.

El plan era fácil; Rapunzel llamaría a uno de los números, si Hiccup era el que contestara, le devolvería el celular. Si Rider era el que lo hacía, se quedaría con él. Ya si obtenía su número, no le importaba. Siempre, la rubia podía decirle que le llamó desde el teléfono de una amiga. Explicárselo no tomó mucho tiempo, pero que la chica, muerta de nervios, accediera a llamar fue un dolor de cabeza. Desde cuentas regresivas del diez al dos y tres cuartos, hasta gritos agudos de impotencia y tensión en todo su cuerpo. En serio, de no ser su amiga, ya la hubiera abofeteado.

Y Rapunzel llamó.

Él estúpido e interminable pitido de espera era lo único que podía oír, ambos estaban en silencio, esperando, mientras los latidos de la rubia casi podían escucharse hasta donde él estaba sentado. Ambos estaban nerviosos, aunque Jack no lo quisiese admitir, y sabían que se estaban viendo completamente ridículos; como dos niños enamorados. El peliblanco rogaba porque a Rapunzel no se le ocurriera colgar infantilmente, una vez que alguno de los dos chicos contestara.

Al quinto tono, contestó.

—¿Hola?

Rapunzel soltó un suspiró aliviada, tendiéndole el teléfono a Jack con una sonrisa triunfal.

—Hola, Hipo. —saludó con voz estrangulada, dedicándole un ceño fruncido lleno de reproche a su amiga, que se encontraba encantada ante la situación.

—Jack. —lo nombró incrédulo. El menor pudo percibir que su interlocutor se escuchaba tenso, pero prefirió ignorar esa sensación desagradable que comenzaba a emanar de su pecho.

—Oye, está bien que sea raro que yo te llame, pero no te preocupes, nadie ha muerto. —bromeó soltando una ligera risa desganada.

—No es buen momento.

La respuesta cortante, sorprendió al peliblanco.

—Si no es buen momento, entonces... ¿por qué contestas? —inquirió irritado, no pensó que esa conversación sería de esa manera.

— ¿La tarea? No estoy seguro, puedo prestarte mis apuntes luego.

— ¿Tarea? —Preguntó confundido, — ¿De qué diablos estás hablando?

—Yo... No sé. ¿Podemos hablar después?

—No, no podemos. Solo...Olvida que te llame. —dijo en tono molesto, mientras una vorágine de pensamientos desconfiados y paranoicos se apoderaban de su mente. ¿Hipo estaba con alguien? ¿Jugó con él? La idea le lastimaba. La reacción de Hipo le lastimaba.

—¡No, espe...—se interrumpió, — Ya hablaremos en la escuela. —masculló en un tono severo que hizo a Jack estremecer, Hiccup Haddock nunca le había hablado de esa manera; ni siquiera cuando se molestaba con él.