Solo Di Mi Nombre ~HIJACK~

Capítulo 24 (parte 2)

Llegaron al lugar, en el centro del suburbio, a la media noche. Tenía que saber la verdad. Por más dura que fuera. Ella había insistido en ver a Mérida allá, no quería que le dirigieran miradas de lástima o aprensión. Jack fue el primero en bajar, abriéndole la puerta, en señal de caballerosidad. Se concentró en las luces exóticas, mientras la música resonaba amortiguada desde afuera. En la entrada, se podía apreciar el nombre del club "Dark hourse", mientras un guardia fornido y moreno atendía la puerta. Mérida también estaba allí.

Entraron por la zona disco, pues lo consideraron más conveniente, en ese lugar la música a alto volumen resonaba en el lugar. Música que no les pareció desagradable. Hasta podían decir que era de buen gusto.

Rapunzel buscó a Eugene con la mirada y un lastimero miedo se apoderó de ella, al no encontrarlo. Jack apoyó su mano en su hombro, en señal de apoyo y ambos fueron hasta la barra, donde Mérida y Jack se sentaron en un taburete y pidieron un refresco, Rapunzel permaneció de pie, buscando con su angustiosa mirada entre el gentío lleno de personas de diversas edades, sin dar con quien buscaba.

—Podríamos separarnos, —sugirió la pelirroja por sobre la música, Jack apoyó sus antebrazos en la barra y estudió el lugar a su alrededor, también buscando al idiota de Rider, —Puede que hayan ido a la zona de...

Rápidamente, Jack la cortó.

—¿Segura que no han salido? —inquirió levantando una ceja, no quería desconfiar de Mérida, ella era ahora su amiga debido a Hiccup.

—Segura. El guardia me dijo que solo había una entrada y salida, yo los hubiera visto salir. —le contestó con certeza.

—Bien, separarnos podría funcionar.

Rapunzel Corona no dijo nada, solo asintió, en señal de estar de acuerdo. Desde que salieron de su casa, se había sumergido en sus pensamientos, silenciándolos en un doloroso mutismo. Jack no quería verla sufrir, en la vorágine de intriga y angustia. Tomó su mano y le dedicó una amarga sonrisa, "Te apoyaré sin importar nada" es lo que le transmitió y ella se sintió segura con eso. Su caída no sería tan dolorosa, con Jack Frost a su lado.

Se levantaron de los taburetes y comenzaron su búsqueda; Mérida y Rapunzel por un lado y Jack por el suyo. Primero en la pista de baile, luego en las mesas de los clientes. En la zona VIP, Jack preguntó por Rider, pero el guardia que estaba cuidando ahí, les dijo que no estaba ahí. ¿Dónde se había metido ese imbécil? Se preguntaba Jack, comenzando a exasperarse. Él no era la persona más paciente del mundo, por lo que aceleró su paso y abrió bruscamente la puerta de los baños: Nada. Salió frustrado y con cansancio.

De repente, sus ojos se vieron atraídos por una silueta familiar, frunció el entrecejo confundido, reconociendo a la persona. Ese cabello y complexión eran inconfundibles...

...

—¿Segura que no está aquí?

La mesera pelinegra las miraba con intriga, ella portaba una apariencia sencilla, con su uniforme a la medida y su bandeja con dos copas vacías, asintió con la cabeza y las dos chicas suspiraron, dejando escapar su aliento de esperanza. Tal vez Rider se había ido de allí hace mucho, tal vez solo perdían el tiempo.

—Bueno... yo vi al joven Rider, dirigirse a la oficina de mi jefe. —les dijo, en un intento de ayudar y ellas se volvieron a ella, Mérida con un brillo de determinación en sus ojos y Rapunzel con un atisbo de esperanza en su semblante.

—¿En serio? —musitó la rubia con alivio mal disimulado.

—Sí, pero no estoy segura para que lo quiera ver. —no podía ilusionar a la chica, si no sabía nada, siempre el joven Rider quería ver a su jefe para abrir una membresía para contratar los servicios, pero se abstuvo de mencionar aquello.