Después de charlar un poco con mi abuela a solas, decidimos dejar a entrar a esas personas, después de todo tenía mucho que agradecerles, en ese momento era lo mínimo que podíamos hacer por ellas, habían esperado 5 horas para saludarme, o conocerme, no sabía que querían en verdad... Y además, seguramente no sería una charla muy extensa, así que el doctor le dijo a mi abuela quiénes eran y los dejó pasar. Eran tres aquellas personas, una mujer de más o menos 40 años, con una cabellera ondulada, larga y pelirroja, alta, ojos esmeralda y muy bonita, que al acto supuse que era la madre. Un chico, un poco más grande que yo de edad, alto como su madre, cabello rubio ondulado, ojos con un color azul mar con una aurora negra, y que por cierto era guapísimo, tenía una sonrisa encantadora, típico de chico engreído (no me gusta juzgar al libro por la portada, pero muchas veces tenía razón cuando lo hacía, ojalá haga que me trague mis palabras y no sea así), inmediatamente supuse que sería el hijo. Y por último una chica, que creo que tiene mi edad, ella era todo lo contrario a su hermano y su madre, tenía un cabello lacio, un poco corto y negro con reflejos naturales pelirrojos en sus puntas, ojos grises, un poco más bajita que yo, llevaba lentes de ver con un marco al estilo wayfarer color violeta oscuro, pero claro que sí, ella también era realmente linda, sinceramente la envidiaba, de seguro tenía a todos los chicos de su instituto comiendo de su mano, esta chica obviamente era la hija. Todos se presentaron, la mujer se llamaba Claudia, el chico Matías, y la chica Leyla... "Matías... ese nombre es tan lindo al igual que vos, te queda perfecto" dije hacia mis adentros "¡No! Maldita sea Alexia, ya sabemos cómo te va en el amor, y éste no va a ser un caso distinto..." me dije recordando a mi ex amores, pero principalmente acordándome de mi ex novio Tobías con mucha tristeza. ¿Qué pasó con él? Bueno, se puede decir perfectamente que sólo me usó. Todo comenzó el primer día de clases del año anterior, había un chico nuevo el cual llamó mi atención a simple vista, desde ese momento, me gustó aquel chico, después nos hicimos amigos y con el paso del tiempo me enamoré de él, estaba completamente enamorada de ese chico, Tobías Alonzo me tenía completamente poseída, a sus pies, comiendo de la palma de su mano. El día de mi cumpleaños, 15 de Septiembre, dijo que me amaba y me besó, una semana después, el 26 de Septiembre me pidió que fuera la novia, y yo sin dudarlo acepté. Así fue cuando el 26 de Octubre, mientras estábamos en su casa festejando nuestro aniversario, sus padres se fueron y si, quedamos solos, si, como se lo imaginan... fue ahí cuando tuve mi primera vez con el chico que más amaba en éste jodido mundo, yo no quería, les juro que no, pero como dije antes, me tenía poseída... Después de ese día teníamos sexo 1 vez a la semana, no me pregunten cómo, pero él me convencía de todo. Así fue nuestra "bonita" historia de amor hasta un 15 de Diciembre donde me enteré que nunca me amó, que simplemente me utilizó como objeto solamente para tener relaciones sexuales, y como si fuera poco, me enteré que el 2 de Diciembre se puso de novio con una amiga, Florencia, así es, era cornuda gracias a la voluntad de mi amiga, me sentí horrible, y desde ese momento que no creo más en el amor.
Volviendo a lo que estaba... está bien, Matías era hermoso, pero no me gustaba, así que me relajé. En todo eso pude contemplar cambios de gestos en Leyla, al principio sus ojos estaban brillando conjunto a una sonrisa gigantesca mirándome fijamente como si estuviese emocionada de conocerme, después vi como abrió sus ojos como platos, como si algo le sorprendiera, y por último una mirada fría, y en ese proceso, yo no había emitido ni una sola palabra, decidí ignorar todo eso y me presenté
- Mi nombre es Alexia, encantada de conocerlos – Les dije con una enorme sonrisa en mi rostro, con los extraños solía ser súper amable sin importar como estaba realmente. hubo un momento de silencio que duró apenas unos segundos
-¿Cómo vas con todo esto?- Me preguntó Leyla pausadamente y al mismo tiempo dio un paso para adelante
-Yo... em... *suspiré*... demonios no lo sé... acabo de despertar... es difícil asimilar semejante cosa- dije agachando mi cabeza, medio musitando, hablé lo suficientemente fuerte como para que todos en esa habitación pudieran oírme
-Sé que acabamos de conocernos- Me contestó Leyla acercándose hacia mí –pero si necesitas desahogarte, aquí estoy- me dijo sonriendo, cuando vi esa sonrisa sentí algo raro, no sabría explicar lo que fue... Además de ese sensación, tuve un presentimiento, esa sonrisa no era genuina, estaba ocultando algo, era una sonrisa algo triste, podía notarlo en sus ojos, verán, cuando una sonrisa es fingida las patas de gallo no se marcan, es solo una curva en los labios y nada más, y cuando es combinada con tristeza los parpados superiores de los ojos están algo caídos, conjunto a la mirada perdida, podía notarlo bien, esta chica esconde algo, y voy averiguar que es.
- Gracias- fue todo lo que pude contestar antes de que la enfermera entrara e interrumpiera todo diciendo que ya debía descansar, Leyla me dejó su número telefónico anotado en un papel, y por qué no también el de Matías, de alguna u otra manera ese chico no me caía del todo bien, no había cruzado ni una sola palabra con él, pero aun así tenía un mal presentimiento de Matías, cuando Claudia y sus dos hijos se fueron del cuarto, saludé a mi abuela, le dije que vaya a su casa, tenía que descansar, Alicia se fue también de la habitación y en cuanto a mí, me acosté, cerré los ojos, y en cuestión de segundos logré someterme a un sueño profundo.
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Más allá del dolor.
Teen FictionA lo largo de mi vida tuve que transitar demasiadas cosas verdaderamente dolorosas, pero siempre mantuve la esperanza de que algún día todo mejore, y justo cuando empezaba a creer que ese momento llegó, me vi enfrentada en una horrible situación: ha...