Capítulo 8: "Escribiendo... (Parte 2)"

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Después de haber dormido una hermosa y larga siesta, agarré el celular con esperanzas de encontrar algún que otro mensaje... Conecté el wifi. Nada. Mi WhatsApp era un desierto. Me sentía tan sola... "¿Y si le hablo a Matías?" pensé, quizás sea una buena idea. Para mi suerte, estaba conectado
- Hola, soy Alexia
- ¿La chica del hospital? - ¡Oh vamos, Matías! ¿En serio? ¿Tenías que ser egocéntrico?
- La misma (:
- Hola, jaja. ¿Cómo estás?
- Acá ando... Como puedo... ¿Vos?
- Genial, recién llego de la casa de mi novia - "bloquear, bloquear, bloquear, bloquear, bloquear" fue lo único que pensé
- ¡Qué lindo! Jaja, ¿y cómo te llevás con tus suegros?
- Con ellos tengo una relación bastante, emm, ¿cómo decirlo? Estrecha. La verdad nos llevamos súper bien, a ellos les encanto para su hija. Me consideran todo un caballero... Y la verdad es que sí, lo soy. ¿Qué padre no me quiere de candidato para su hija? Claro que todos - Matías, creo que vos y yo nos vamos a llevar muy mal...
- Ah jaja, tenés mucha autoestima por lo que veo.
- Yo le llamaría, amor propio. -si claro, "amor propio" lo que vos tenés es arrogancias, y yo odio a los arrogantes.
- Claro...
- ¿Quieres preguntarme algo más? -no sé, ¿por qué mierda no me preguntas vos algo? Estuvimos hablando de vos y vos todo el tiempo.
- Em... ¿Cuántos años tenés?
- 16 apuestos años. ¿Y vos? -wow acá hay algo mal, me preguntó algo.
- 14 años.
- Ow que chiquita que sos -¿en serio? Apenas me llevas 2 años, ¡maldita sea! Odio tu arrogancia Matías.
- Apenas me llevas dos años... Ni que fuera la gran diferencia jajaja.
- Sos una nena - ah bueno, porque vos sos tan grande.
- Como sea Matías.
- ¿Y a qué colegio asiste mi hermosa y pequeña Alexia?
- Eso no es de tu incumbencia.
- Es de mala educación tratar a una persona de mala manera cuando sólo quiere ser amable contigo. Sólo digo.
- A Las Rosas.
- Pff, yo voy al Corazón de León. Es mucho mejor que esa porquería de colegio.
- Menos mal que tratas de ser amable conmigo
- Lo soy, sólo di mi opinión. Libertad Al, libertad.
- Tu libertad termina donde comienza la libertad del prójimo, Matías.
- Nunca entendí esa frase.
- Significa que vos sos libre de hacer o decir lo que se te re cante, siempre y cuando no moleste a los demás y no les impida vivir con libertad. Por ejemplo vos sos libre de gritar fuerte, mientras que eso no le quite a otro la libertad de disfrutar del silencio.
- ¿Y qué tiene que ver el silencio con tu colegio?
- Aigh... es imposible explicarte cualquier cosa. Lo que trato de decir es que cuando empezas a herir a los demás, ya nos es libertad, la libertad no consiste en poder lastimar al otro sin consideración alguna
- ¿Ralamente te lastimó mi opinión sobre Las Rosas?
- Si, y bastante.
- Está bien, perdóname hermosa.
- Como sea, Matías
- Podés decirme Mati, o tias, o bebé, o amor, tesoro, cariño, corazón, amor de mi vida, hermoso, belloz, apuesto, hermoso, a no ese ya lo dije... en fin, como vos prefieras - ¿también te puedo pegar?
- Creo que Mati está bien, gracias.
- No por favor, insisto.
- Yo no.
- Vamos Al, sé que lo quieres.
- ¿Que yo quiero qué? No empecés a inventar Matías, gracias.
- Oh vamos, no te hagas la tonta. Sé que me deseas, desde la primera vez que me viste en ese cuarto de hospital tus ojos ya me lo dijeron todo. Deseas tenerme junto a vos, pasar toda la vida juntos, tener hermosos hijos y un lindo perro, lograr cosas juntos, superar los problemas que nos depare el futuro. Y si vos querés, podés ser mi amante. Es más divertido, ¿sabes? Hacer las cosas en secreto, sin decirle a nadie, correr aventuras juntos, es todo más divertido.
- Em, espera, déjame pensarlo...
- ¿Ya lo pensaste? Cariño.
- Sip, y me respuesta es un hermosísimo y gran NO. No me hables más, no quiero nada con vos. Sólo quería ser amable.
- Está bien, te doy tiempo para que nos conozcamos un poco mejor y para que lo pienses. A ver si se te aclarar las ideas en esa cabezita tan linda que tenés. Te invito a pasar una noche conmigo y te seguro que vas a pensar todo lo contrario. - ¿Esto es en serio? Ya basta, no puedo seguir hablando con este maldito arrogante, voy a terminar de muy mal humor.
- Tengo que irme, adiós.
- Adiós amor. - ¡No me llames así! ¡Llámame por mi nombre! Aigh me desespera, ¿qué quiere lograr? Porque a éste paso no va a lograr nada, me retracto de lo pensado antes, Matías, nunca me vas a caer bien.
Me levanté de la cama, y fui hacia la cocina, donde estaba mi abuela, sentada, tomando lo que parecía ser un té, y estaba comiendo unas galletitas de chocolate rellenas
- Tengo una noticia que va a ser de tu agrado
- ¿Qué es?
- Pero antes tenemos que ir a tu casa lo antes posible
- ¿Para qué?
- Para desalojarla. La casa pasó a ser mía, y tengo pensado alquilarla para pagarte el colegio - ¿Qué? ¡No! No quiero seguir en el colegio, ¡maldita sea!
- ¿Y si te digo que me quiero cambiar?
- ¿Por qué razón?
- No me gusta el colegio.
- Está bien... ¿A qué colegio querés ir?
- No sé, dejame pensarlo...

- Está bien, pensá todo lo que quieras, pero me tenés que confirmar antes de fin de mes, ¿Está bien?
- Bueno abuela... Voy a ir al cuarto.
- Espera Al.
- ¿Qué ocurre?
- ¿Qué vas a hacer mañana? - Mierda, el colegio... me sentía muy mal como para ir, lo único que quería hacer era dormir el resto de mi vida, quería que todo esto sea un maldito sueño, una de esas pesadillas que parecen eternas, pero realmente sólo duran unos minutos... Me sentía muy mal, no tenía ganas de nada, siquiera de agarrar la guitarra y comenzar a tocar, no, no podía, no quería... Sólo anhelaba que esto fuera una broma... "Tenemos que tomar una decisión Alex, no podés faltar por el resto del mes, tenés que enfrentar todo esto... vamos, un mes se pasa rápido" Dije tratando de auto convencerme.
- Voy a ir.
- ¿Segura?
- No, pero de todas formas tengo que ir. Ya es miércoles mañana, tengo ir.
- Está bien. Ahora sí, te dejo ir con total libertad.
- Gracias - Le dije a mi abuela dulcemente, dándole un beso en su mejilla. Cuando ya estaba en el cuarto, prendí la computadora y empecé a escuchar música. Mis gustos musicales son variados, puedo decir que me gusta todo, pero escucho más, la música clásica y rock con todas sus variantes. Me encantan esos dos, podría vivir escuchando Beethoven o los temas de Ac/Dc. Que maestros. Me decidí a poner Nirvana. Me puse con el celular, mensaje de Leyla. Por acto inconsciente sonreí inmediatamente
- ¡Hola, Alex!
- ¡Hola, Griley! Jaja
- Jaja, ¿cómo estás?
- Por favor, no me preguntes eso. No sé, no quiero mentirte a vos. Por alguna razón con tan poco que hablamos, siento que te conozco hace años, no sé... Pero no quisiera decirte que estoy bien sólo por cumplido.
- Yo también siento lo mismo Al, está bien que asumas que no te sentís bien. Tenés derecho a estarlo, y también razones...
- Gracias por entender Lila.
- No me agradezcas.
- ¿Cómo qué no? Primero me salvas la vida, y después me entendés y apoyas, ¿Cómo no agradecerte?
- Realmente no tenés que hacerlo Alex, en serio.
- Está bien... Entonces, ¿cómo estás vos?
- Agotada, tengo mucha tarea por hacer, encima historia, la odio.
- Lo siento pero no puedo ayudar, no soy buena con las fechas y demás.
- No te preocupes Al, está bien
- Okay, ¿te va bien en el colegio?
- El problema no es el colegio, el problema soy yo que no presto atención y no hago nada productivo dentro del salón.
- Jajaja, sos despistada, entiendo, me pasa igual
- Demasiadas cosas en la cabeza, ¿eh?
- Exactamente eso... ¡Hey! ¡Hablando de colegio!
- ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¡Decime!
- Resulta que por leyes, o no sé muy bien como es la cosa, mi casa vieja pasó a ser de mi abuela. Tiene pensado alquilarla para poder pagarme el colegio, y yo le dije que no quería seguir en ese colegio, así que... Me permitió cambiarme, ¿A qué colegio puedo ir?
- Al, ¿Esto es joda? Al que yo asisto, ¡claro!
- ¡Cierto! ¿Te imaginas Lila? Poder hacer los trabajos juntas, pasar más tiempo juntas, sentarnos juntas... ¡Suena excelente! De inmediato le digo a mi abuela
- Estaré esperando a que vuelvas.
- Lila... espera... hay un pequeño problema - ¡Mierda! me había olvidado.
- ¿Qué pasa Al?
- Matías...
- ¿Qué pasa con él?
- Estuve hablando con él y no me cayó para nada bien, y va a tu mismo colegio, claro.
- Jajaja, perdón por reírme, pero ¿puedo saber que dijo o que hizo?
- Me dijo que tenía novia y al parecer trataba de coquetearme. Tuvo una personalidad muy egocéntrica conmigo, y no me agradan en lo absoluto los egocéntricos
- Jajajaja, perdón, no entendés. Primero, Matías no tiene novia - ¿qué? ¿Me mintió? ¿Y yo me lo creí? - Así es, Matías te mintió, y vos le creíste - Wow... ¿acaso me puede leer la mente? - Su "personalidad egocéntrica" sólo fue una broma, él es todo lo contrario a aquello, te aseguro que es muy buena persona, aunque con un humor único, y claro, a veces le sale mal las bromas. En fin, sólo estaba bromeando.
- Leyla...
- ¿Alex?
- ¿Cómo decías que se llama el colegio?
- Jajaja, Corazón de León, boba.
- Claro, ya regreso.
- Estaré esperándote - Apagué un rato la música, fui hacia la cocina, donde estaba mi abuela.
- Alicia.
- ¿Qué pasa, Alex?
- Ya sé a qué colegio cambiarme.

Más allá del dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora