Capítulo 29

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-Estoy aburrida –musitó Spencer mientras cambiaba de canal en la televisión-, veamos noticias de espectáculos

-No –gritaron Jess y Megan al unísono

-¿No, qué?

-No, mejor –balbuceó Jess-… mejor ayúdame a bañar a Fido

-Pero… a Fido no le toca baño hoy –se quejó

-Demonios, entonces no lo debí haber desatado y preparado su agua

-Espera, ¿el agua está afuera? –Jess asintió

Se comenzaron a escuchar unos ladridos fuera de la casa, Spencer abrió rápidamente la puerta y el perro la notó.

Comenzó a correr a toda velocidad con sus orejas revoloteando hacia atrás.

-Demonios. ¡FIDO! –gritó y comenzó a correr detrás de él.

El pantalón ajustado, la blusa blanca, la sudadera gris y las botas Ugg grises no le permitían moverse muy bien, no como ella quisiera.

Al parecer era la única corriendo detrás del perro.

Mientras corría notó cinco coches. Todos los coches se iban siguiendo.

No les tomó mucha importancia y siguió su camino. Después de correr algunas doce calles, pudo agarrar a Fido del collar.

-No vuelvas a hacer eso de nuevo –lo regañó, señalándolo con el dedo-. Ahora vamos a casa

Tomó la correa del bolsillo de su sudadera y se la abrochó en el collar.

Comenzó a caminar rápidamente hacia su casa.

¿Cómo se le ocurría a Jade preparar el agua de Fido y dejarlo solo sin una correa?

Parecía más que lo hubiera hecho a propósito. Ella no conocía el motivo, pero algo en ello no le estaba gustando.

Jadeante abrió la puerta principal.

Quitó la correa del perro y la puso en el recibidor.

-Jess, volví –gritó mientras caminaba hacia la sala.

Unos murmullos se escuchaban mientras se acercaba, los cuales se convirtieron en carcajadas.

Allí estaba Jess, Megan, los amigos de Harry, dos chicas y ¿Jade?, ¿tomada de la mano de Harry?

-Oh, por Dios –murmuró

Apuéstale a la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora