Apuéstale a la vida

Capítulo 8

“Narrador omnisciente”

-¿Qué cantaremos para el viernes? –preguntó Zayn

-No lo sé, es un partido de futbol, tenemos que cantar algo animado –contestó Niall

-Será difícil escoger

-La directora del colegio quiere que cantemos más de una canción –anunció Louis

Harry no dejaba de pensar en lo que había pasado en su fin de semana, había sido demasiado para él, eso lo tenía completamente desconectado del mundo.

La semana pasaba, como siempre, igual para todos.

Harry salía a veces con sus amigos o incluso prefería salir solo.

Liam, Louis y Zayn salían con sus novias cuando podían, Niall se la pasaba mucho tiempo comprando la comida de Nando´s.

La semana de ____ fue agotadora por los ensayos de las porristas, pero ya estaba acostumbrada a ello.

(…)

Ya era viernes, el juego sería en la noche, a las ocho de la noche, siempre eran a esa hora.

Eran las siete con treinta y ocho minutos cuando los chicos de 1D llegaron a la parte trasera del campo.

____ se encontraba en el campo con Jake. Él hacía todo su esfuerzo para conquistarla, pero ella no se dejaba engañar.

Eran cerca de las ocho cuando la directora salió al centro del campo deportivo.

-¿Bueno? –dijo a través de su micrófono comprobando que todos los presentes la escucharan- Bien, chicos y chicas presentes aquí, sabemos que hay un grupo británico muy famoso por aquí, al cual muchos de ustedes aman, más las chicas, hemos escuchado hablar de ellos por los pasillos y en los salones de clases, así que decidimos traerles una sorpresa. Les trajimos al grupo más famoso de estos tiempos, así que con ustedes ¡One Direction! –esas dos últimas palabras paralizaron a ____

-Son el grupo de maricas –se quejó Jake por arriba de los gritos de las chicas, pero ____ simplemente lo ignoró. Caminó cerca del barandal de metal que separaba el campo de las gradas y se acercó a Jess.

-No te puedes ir –dijo Jess mientras observaba a los chicos.

____ intentó esconderse, pero le era imposible hacerlo

-No me iré, no puedo hacerles eso a las chicas, pero tampoco quiero estar aquí –giró su vista hacia los chicos y se detuvo en Harry, quien a los pocos segundos también la vio.

Ella simplemente no podía salir y dejar a sus compañeras y amigas del equipo de porristas, habían trabajado mucho para poder hacer ver al equipo de Jade que ellas no son las mejores como ellas creían.

La mirada de Harry la ponía extrañamente nerviosa, y hasta podía jurar que ahora mismo su corazón se escuchaba muy fuerte, por los latidos nerviosos y descontrolados que ahora tenía.