Capítulo 16

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Cuando Harry ya se sentía mejor y podía pararse, fue a ver a su amiga, que sollozaba en silencio.

Tomó una silla y la colocó frente a la de ella.

-Te mandé mensajes –dijo ella con la mirada perdida en el suelo-, te llamé miles de veces, te busqué en Skype, en Twitter, en Facebook, pero nada. Te busqué por muchas partes y nunca apareciste, nunca me contestaste

-En realidad lo lamento mucho, no creí que… es sólo que… lo lamento, ¿podrías perdonarme?

Levantó su mirada y observó a Harry, se veía completamente arrepentido.

Giró su vista hacia otro punto que no fuera él.

-No lo sé –contestó secamente

-Déjame recuperar tu confianza Spence, no puedo seguir más tiempo así, quiero que volvamos a ser los de antes, que volvamos a reír juntos –lo miró a los ojos, parecía sincero.

-¿Nunca me volverás a dejar sola?

-Nunca

-Prométemelo –pidió

-Te lo prometo… prometo que nunca te volveré a dejar sola

Ella se limitó a asentir.

Harry colocó su mano en la rodilla de Spencer y ella hizo una mueca de dolor, quitó rápidamente su mano y notó la cortada.

-¿Qué te sucedió? –preguntó preocupado

-Nada –evitó la mirada de Harry

- Spence, esto parece grave, no me digas que no te pasó nada, además tu mano está vendada

-Es sólo que… porristas, ya sabes –mintió

-Eso no lo tenías ayer cuando saliste sin decirme nada más –recordó-. Dime la verdad

-Tuve una crisis, ¿bien? –escupió

-¿Por lo de ayer?

-Golpeé la pared y mis nudillos sangraron –miró hacia el suelo, apenada

-¿Y la rodilla?

-Eso fue porque –Harry levantó delicadamente su rostro, extrañaba a su amiga, quería que todo fuera como antes y lograría que todo fuera como antes-… em, ayer había aventado muchas cosas al suelo y había vidrios rotos, así que caí y me clavé algunos en la rodilla –ambos sonrieron melancólicamente

-Pensé que lo de la muñeca había sido, ya sabes…

-¿Que me había cortado las venas?

-Sí

-No, no fue eso, ya no lo hago

-¿Lo hacías? –le preguntó sorprendido, pero muy preocupado

Podía imaginarse a su amiga consumiendo drogas, o en cualquier bar, tratando de olvidar sus problemas mientras se ahogaba en alcohol, pero nunca lastimándose.

-Por favor, evita lastimarte a ti misma -pidió

Ella se limitó a asentir, y Harry acarició su mejilla.

Apuéstale a la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora