Capítulo 9

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Harry paseaba su vista por todas partes, por la horda de jugadores, por las chicas que se encontraban gritando e intentaban llegar a ellos, por el grupo de porristas que llevaban un uniforme rosa, realmente exagerado –pensó-, sólo llevaban un trozo de tela en la cadera y un top diminuto, giró su vista unos ciento ochenta grados y se detuvo en una de las porristas de aquel colegio, era ____, llevaba su falda roja como la sangre que le cubría menos de la mitad del muslo y una blusa ajustada con manga hasta la muñeca. Golpeó rápidamente el hombro de Louis.

 “Harry”

Ahí estaba, la había encontrado de nuevo, y esta vez estaba completamente segura de que no estaba alucinando o cosas así, era ella.

-Ahí está –casi susurré hacia Louis, quien saludaba con la mano a la multitud

-¿Quién?

-____

-¿Quién? –frunció el ceño y señalé a la rizada con la mirada.

Louis la miró asombrado, había visto a ____ por medio de fotos, desde que era pequeña hasta que cumplió los trece.

No ha cambiado mucho.

____ seguía teniendo aquellas características faciales que la identificaban. Labios gruesos y ojos grandes de color café oscuro, muy oscuro y brillante a la vez.

Nos estaba observando.

“Narrador omnisciente”

La chica quitó su mirada rápidamente de ellos y siguió hablando con Jess.

El resto del partido ____ se sintió incómoda por la mirada de Harry hacia ella.

Muchas de sus amigas porristas le decían que él la observaba, pero ella les dijo que estaban locas, ¿cómo un chico como él se fijaría en alguien como ella? En parte ellas tenían razón, él la miraba, pero no de esa forma que ellas creían, él había sido su mejor amigo en la infancia.

El partido terminó y ella caminó por los pasillos del colegio.

-¿Quieres ir a una fiesta hermosa? –dijo Jake sacándola de sus cavilaciones, llevaba su ropa casual-. Para celebrar que ganamos –añadió

-No gracias Jake, estoy algo agotada y prefiero ir a descansar

-Oh, vamos, amor. Vamos a la fiesta –la acorraló contra uno de los casilleros y paseó su mano por una de sus piernas, eso la llenó de temor, ella tenía un trauma desde niña.

Le dio un fuerte empujón y siguió caminando.

El chico la siguió y le dio una nalgada. La giró rápidamente y la volvió a acorralar.

Se acercó a ella para besarla y ella reaccionó dándole un fuerte golpe en la entrepierna.

Él se estremeció y quejó de dolor, la maldijo por ello.

Diciendo muchas cosas salió de allí.

Apuéstale a la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora