Capítulo 14

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-Bueno… ustedes tienen que hablar, así que yo me tengo que ir a casa–dijo Jess tratando de cortar el eminente e incómodo silencio que se había formado

No dejaba de ver a Harry.

Él me miraba a los ojos, tratando de pedir perdón con la mirada.

Me sentía completamente nerviosa, pero dolida. No sabía qué hacer en ese momento, quería correr, salir de este lugar, pero simplemente no podía, porque una parte de mí me decía que no lo hiciera, que necesitaba quedarme aquí.

-¿Qué te parece si vamos por un café? –dijo Liam hacia Jess

-Claro, me encantaría –contestó sonriente

-Regresaremos dentro de… unas horas – dijo Liam

No podía reaccionar, sabía que las cosas se arreglarían, pero no sabía si quería que las cosas se arreglaran.

-¿Cómo estás? –dijo Harry cortando el silencio.

Giré la mirada por toda la casa y me dirigí a la puerta. Intenté abrirla, pero no pude.

“Narrador omnisciente”

-Déjame salir de aquí –pidió Spence

-Abre la puerta –dijo sin más escrúpulos, él sabía que no la obligaría si no quería

-No puedo –dijo entre dientes y completamente irritada

-Sólo gira la manija –sí, le estaba dejando ir, pero no podía hacer nada por detenerla

-NO PUEDO –Harry se acercó a ella y miró su mano vendada que sostenía la manija

-¿Qué te sucedió? –preguntó preocupado

-Nada –escondió su mano y soltó la manija-. Ayúdame a abrirla –Harry intentó abrir la puerta, pero no pudo

-La cerraron con llave –concluyó

-¿QUÉ?, yo no pienso quedarme aquí contigo

-Y yo no pensaba obligarte, pero nos dejaron encerrados

-Quiero irme… ¿tienes otra llave?

-Espera aquí –corrió a la cocina y abrió una de las gavetas que tenía con llaves.

Nada. No encontraba las llaves.

-Se llevaron las dos copias de las llaves. No tendrás otra opción que quedarte aquí y esperar a que lleguen –él no lo quería admitir, pero una sonrisa se dibujaba dentro de él, aunque no la mostraba

Pasaron varios segundos.

Ella sabía que no tendría otra opción más que quedarse con él, pero si lo tenía que hacer no le dirigiría la palabra.

-Bien –dijo finalmente. Caminó hacia el sofá y cruzó sus piernas, emitiendo una mueca de dolor por la cortada en su rodilla

-¿Quieres chocolate? –dijo mientras se sentaba a su lado.

Ella inmediatamente se levantó y caminó hacia la cocina.

-¿Por qué estás tan molesta conmigo? –caminó detrás de ella-. Por favor háblame –pidió-. Quiero saber qué te sucede conmigo

-No, Harry –dijo pacíficamente

-¿No, qué?

-No puedo

-¿Por qué?

-No quiero gritarte

-Eso no me importa, Spence, somos amigos

-Ya no más

-Lo somos –la interrumpió-, quiero saber por qué me odias tanto

Apuéstale a la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora