¿Qué pasaria si la chica más inteligente se fuera de intercambio a Suiza todo un año? ¿Qué pasaria si fuera "fea"? ¿Qué pasaria si regresará hecha una hermosura? ¿Qué pasaria si no fuera la más inteligente? ¿Qué pasaria si el playboy fuera...
-Iré al baño- informo a Victoria y Matthew, llevo mi bolso y me encamino a un pasillo al final de la barra libre.
Me encaminé dentro del pasillo donde ya había parejas besándose y chicas vomitando, abrí la puerta del tocador de mujeres y me fui directo al espejo. Verifiqué que mi peinado no se hubiera estropeado por el viento de la carretera en el auto de Vicky, estaba pálida, okay ese ya era mi color natural pero esta noche estaba más pálida de lo normal además de estar sudando en frío. Tal vez Geremy me busque esta noche, tal vez no.
¡MIERDA, ABYGAIL! ¡DEJA DE PENSAR EN ÉL!
La realidad es que no puedes, pequeña niña ingenua e idiota.
Esa es mi conciencia tan tranquila como siempre, cubro con mis manos mi rostro y quiero llorar. ¿En qué estaba pensando cuando creí que él vendría a buscarme? estoy tan loca, doy lástima. Yo misma me doy lástima, no por el hecho de haber ido al club de teatro, actuar como Romeo y observarme significa que le gusto. Tal vez el que me haya visto actuar y bailar era todo una coincidencia y se cruzaba en el salón de danza y se detenía a verme bailar. No significa que le gusto.
Tomé mi bolso del lavabo y salí del baño de mujeres, ya no estaban las chicas que estaban vomitando pero aún había parejas besándose y me atrevo a decir que había más. Terminé de recorrer el pasillo y me dirigía con Victoria y Matthew, sólo que ví que se dirigían a la pista de baile y pensé en regresar al baño para que estuvieran solos pero sentí cómo alguien jalaba mi brazo y me adentró en un salón detrás de toda la decoración con temática de halloween, presionó mi mano y la besó.
Pude distinguir que se trataba de Geremy, era él... él besaba mi mano, me dí la oportunidad de observarlo de pies a cabeza y me di cuenta que estaba vestido como Romeo, ¡Dios! él iba vestido de Romeo y yo de Julieta, ¿casualidad? no lo creo, ¿la misma tienda? tal vez.
-Si con mi mano indigna- dijo él- he proclamado tu divina efigie, peco en eso. Mi boca peregrino avergonzado reparará ese daño con un beso- exclamó él estrechando mi mano, ¡él estaba declamando todo eso para mí!. Tenía que contestar.
-Buen peregrino-digo- no reproches tanto tu mano, un fervor tan verdadero. Si juntan mano peregrino y santo, palma con palma esas manos se besan.
-¿Y no tienen labios peregrino y santo?- pregunta.
-Sí. Los labios que utilizan para la oración- respondo.
-Entonces santa serena, mi oración te invoca: suplico un beso por mi salvación- acerca su rostro a mi cara pero yo me alejo, con el fin de acabar la escena y no verme fácil.
-Los santos no se mueven por el bien del orador- reprocho.
-No te muevas- dice él.
Acerca su rostro al mío y me besó.
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