CIEN MARIPOSAS

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He recordado una tarde de invierno a tu lado, abrazos debajo de una manta mientras nuestras manos se juntaban para entrelazar los dedos en un suspiro de amor. He recordado el aliento de tu boca en mi cuello, los escalofríos metafóricos que recorrían todo tu cuerpo con un sonido agudo y excitante, sé que puede sonar guarro, lo entiendo, pero solo quiero seguir escribiendo notas en tus poros desnudos con una clave de Sol que termine en un fuerte gemido creado por un placer adictivo.

Una luna alumbra la noche más apagada de mi primavera recordándote entre sollozos asonantes en mi cama llena de los recuerdos de nuestras espaldas sudadas. Solo te ruego que no te vayas, que no huyas como lo haces cada madrugada para ir a dormir a tu casa. Solo te pido que te quedes, que tus brazos sean los versos que componen mis estrofas, que tu mirada alumbre mi camino cuando el poema se quede sin una risa, sin una sonrisa, sin una rima consonante entre tus labios junto a los míos...

Descubrir tu mirada más profunda enfrente a mis ojos ha sido el mejor cuento infantil que he leído, sentir tu piel deslizándose por mis manos con el agradable tacto que envuelve al "te quiero" más puro que jamás me han pronunciado. Tus medias deslizándose por tus suaves piernas en una sinfonía lenta y relajante, me sacaste todos mis miedos y aún así sigo teniendo cien mariposas en mi cuarto revoloteando en busca de tus fieles labios.

Recuerdo lo que sucedía por tu bajo vientre mientras mi boca descansaba sobre el fruto más prohibido, el orgasmo marcado en un compás de cuatro por cuatro, en una partitura llena de notas, en tus ojos cerrados y en mis manos acariciando tu bello rostro al tiempo que yo gritaba "¡revolución!" encerrado entre tus piernas rencorosas. Recuerdo el sexto viernes de febrero entre tus brazos, el octavo día de la semana a tu lado, la décima semana de septiembre acurrucado en tu pecho protegido por tus abrazos, y es que es sencillo recordar todo aquello que no ha sucedido pero con lo que sí has soñado, todo aquello que es imposible aunque el tiempo solo sea otra creación más del ser humano. Recuerdo, cual adolescente enamorado, el primer beso bajo la lluvia y las estrellas, bajo las sábanas agarradas por pinceles donde el lienzo era el amor y la obra de arte éramos nosotros dos.

Soy un prisionero, carcelero de mi mente, creador de mi muerte, culpable de mis ganas de verte. Hoy y mañana, nunca y siempre, toda una vida al igual que toda una muerte. Si pudiese elegir elegiría acostarme contigo cada tarde en un sofá, en la hierba verde. ¿Inédito? Inédito es este cuento adolescente, donde tú y yo solo somos lo que el viento arrastró con él hacia un mismo presente.

Sé que con todo esto no dejo de ser pequeño en un mundo de gigantes, que no confío en mí porque no tengo motivos... Solo le escuché decir a mi madre "no tienes futuro, hijo. Eres un fracasado". Cien mariposas recorrieron por mí el camino marcado, hoy son ellas las que en tu cuarto están todos tus sueños cuidando. Solo te pido que te quedes conmigo, que no me olvides, que siempre recuerdes lo que juntos hemos sido.

CAMPO DE BATALLAWhere stories live. Discover now