CAMPO DE BATALLA

JUNTOS

Fue tu relación, solo una entre muchas que has podido tener. Él te dejó escapar, le entregaste una parte de ti muy importante y él te dejó escapar... Ese niño ha tenido una suerte impresionante... y lo mandó todo a la mierda. Y miras tus fotos con él y te duele, se nota que aún no tienes la cicatriz cerrada... A mí me duele eso de no haber llegado antes para ahorrarte sufrimiento, o simplemente, levantarte la cabeza cuando por culpa de él la agacharas y te negaras a ver lo subnormal que era. Me duele no haber estado allí, pero si las cosas fuesen así hoy tal vez yo no fuese tuyo y eso sí que no me lo perdonaría en la vida porque no hay nada mejor en este mundo que pertenecerte a ti, y si lo hay no quiero encontrarlo porque no me hará cambiar de idea ni opinión.

Yo solo necesito un beso que me invite a darte más, una caricia que me haga entregarte lo que tú le entregaste a él. No puedo compararme con nadie, soy el polo opuesto de tu ex novio, uno más en tu vida, una metáfora perdida en tus ojos. Soy el barco de sentimientos que naufragó en las orillas de tus piernas, el poeta que le hizo el amor a las palabras para luego hacértelo a ti, un niño que inventó la filosofía entre tu corazón y el mío. Soy el Don Quijote de los molinos de tu cuarto, lucho por un mundo mejor solo por ti, o simplemente porque juntos he logrado ser feliz por fin.

Encontré las palabras necesarias con las que conseguí sacarte la ropa, entre suspiros y jadeos descubrí la hermosa sinfonía de una guerra entre dos cuerpos. Hemos sido una persona sola gracias a un simple beso, a una simple palabra en tu oído, jamás escuchaste un "te amo" de esta boca pero escuchaste un "juntos" mientras destrozaba los miedos que te acompañaban desde tu pasado. He sido el héroe de todo tus bienes, rescaté tu esperanza para ponerla al lado de mi fe, se cogieron de la mano entrelazando sus dedos y decidieron caminar una al lado de la otra. 

Tu esperanza y mi fe, tus miedos y mi paraíso, descubrir que juntos hemos sido Dios sin necesidad de llegar al cielo, sin pasear por un mismo universo. El paralelismo de tu mano junto a mi vientre acariciándome los pecados más escondidos de mi cuerpo, dejaste caer tu sujetador al suelo mientras tus besos inundaban mi pecho, desabrochaste la furia de mi cinturón, la personificación llegó después de sacarme el pantalón. Sonrisas eternas en una misma habitación, el miedo se dejó en la puerta de mi casa y en el bar donde te pedí que te liaras conmigo. Niño adolescente y mujer adulta, me has hecho el hombre que soñabas crear desde hacía unos meses. "Gracias por ser la primera" susurré en tu cuello antes de mirarte a los ojos y decirte: y por ser la única y ojalá la última en mi vida.

Te entregué mi inocencia una noche que se me fue de las manos la pasión mientras que mi corazón dejaba salir todos sus sentimientos. Rescaté mi vida con palabras desesperadas y silenciosas de que pararas, la luna entraba por mi ventana para alumbrarme los secretos que guardaba para mí tu cuerpo, rogué que no siguieras pero jamás escuchaste los pensamientos de mi mente. Me dejé llevar por la razón de la métrica de tu sensualidad, por la sensibilidad de tus gestos mientras escribía en tu piel mis últimos versos de la pureza de mis poros. Destrozaste mi cuerpo sin saber que en verdad no estaba preparado, no me arrepiento de dártela a ti solo me arrepiento de que fuese esa noche y no otra.

Soy perfectamente imperfecto, me encantó no estar preparado para callar un "para" y decirte con mis caricias "sigue, no tengo miedo". Soy tuyo por siempre pero tú siempre serás de él, camino siendo un hombre impuro que no consiguió llegar al matrimonio con su niñez intacta porque era mi sueño y tú quisiste que entrara en ti. Me dejé llevar por la mirada de mis ojos clavados en tu desnudez, fuiste la primera, la única y la última antes de mis 18. Tu nombre se quedó grabado en mis sesos mientras dibujé el mío en tus senos, juro que he disfrutado de tu sexo en el sexto jadeo de tu aliento junto a mi oído, en el primer "te amo" de verdad que nadie jamás me ha dado. Juntos ayer, hoy y mañana, por siempre y por un eterno. No me arrepiento. ¿Quién es ella? No lo sé, solo sé que me sacó una parte de mí y luego se fue. Yo la eché.