LA CUMBRE

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Vivo siendo un soñador sumiso del engaño de tu pelo, un pequeño filósofo enamorado de una de las pocas mujeres que en verdad me hicieron caso. Quise ser un astro en la oscuridad de tu cuarto, una rosa en el parque por el que paseas a solas; quise ser tu aire, la gota de agua que recorre lentamente tu piel mojada, un silencio confuso del deseo de llorarme, el llanto de aquel niño desolado que perdió a sus padres... Me desperté desesperado, estresado, sin ganas de bajar las escaleras de mi casa mientras te deseo unos buenos días, mientras contemplo el alba, mientras recuerdo las veces que morí en tus ojos para revivir en tus pestañas.

Mis miedos fueron presos de mi fracaso, las victorias solo eran sueños que el 1% de las veces se hacían realidad, y yo mientras seguía soñando contigo, te veía borrosa pero eso no me impedía besarte ni dejar de compartir contigo cada una de las cosas que no podía hacer en persona, pues no te conocía, no sabía ni si existías... Fui tu lucero, tu mentira, el dolor de tu alegría y la amargura de tu sonrisa; fui un loco enamorado del olor de tu perfume, del sabor de tus labios bajo lo que llamábamos La Cumbre.

Ese deseo de querer ser tu novio invadía cada uno de los rincones de mis poros, me paralizaba pensar que, si en verdad eras real, fuera de mis sueños estuvieras saliendo con otra persona, pues la química que se juntaba con nuestra física nos hacía ser una de las materias más importantes de la ciencia, era nuestra anatomía. El miedo a perder el contacto contigo al cerrar los ojos me hacía pasarme noches en vela, a veces llorando, otras escribiendo cosas como estas; me encantaba dibujarte a base de palabras, crear personificaciones con tu persona, hipérboles en los labios que había besado en una noche de bodas, en un "tal vez" que terminaba por ser interrumpido por mi alarma. La pasión y la excitación de narrar con versos mis sentimientos me hacían temblar, necesitaba gritar lo que sentía, lo que quería, lo que deseaba hacer si en verdad existías...

Recuerdo aquella montaña que observábamos con entusiasmo, la cumbre que deseábamos alcanzar para que el sueño solo se convirtiera en realidad; recuerdo que una noche alcé mi mano para rozarla, tú ya no estabas, te habías evaporado con el nerviosismo y el miedo de nunca llegar a lograrlo... Yo estaba cerca, pero sin ti ya no era igual, aún así la rocé, rocé el pico con la mano derecha, esa con la que te acaricié la última vez, sentí sus piedras suaves relajándome los músculos, unas milésimas de segundos, cerré los ojos y me desperté...

Suspiré al abrir mis ojos, no comprendía el significado de aquella sensación de tranquilidad. Eran las diez de la mañana cuando mi mano desbloqueó el teléfono móvil, pude observar que un número, de una persona que hacía meses que no me hablaba, me estaba pidiendo un favor muy importante, yo acepté ayudarla por el simple hecho de inventar una nueva historia y obtener una nueva aventura en mi vida. Se trataba de que yo me debía hacer pasar por su novio, llamándome Leo, teniendo 15 años, rubio y de ojos azules. Esperé unos minutos su llamada para presentarme a sus amigas, una de ellas tenía una voz que me enloquecía; tras la llamada pude conversar por chat con dos de las chicas, sentía verdadera química con una en especial, su nombre era el de Sara, y tenía una forma muy peculiar de tratarme. Empecé a escribir textos que llevaban el nombre de la que "era mi novia", pero en verdad cada línea de cada párrafo estaba dedicada a aquella muchacha que cada vez me gustaba más. Fue agradable saber que ella era la dueña de aquella voz que me dejaba en coma, en un estado total de relajación, paz y harmonía; el roce de su timbre junto a mi oído eran el mejor regalo de cada día.

La mentira de Leo duró tan solo unos días, pues el corazón necesitaba hacer rimas con el nombre de aquella adolescente tierna y segura de sí misma, mis manos sentían que acariciaban su rostro cuando le escribían. Pude observar sus fotos una semana después de conocerla, cuando mis ojos observaron tal belleza mi alma se declaró en huelga, no quería seguir viviendo si el corazón y la mente no se unían para luchar por ella.

Desesperado por poder ser quien en verdad era hablé con mi amiga, Carol, para conseguir que dijera toda la verdad. Una vez que la realidad se supo, yo solo pude ser sincero con la única persona que me arrancaba las sonrisas a base de palabras. Me gustaba, más de lo que ninguna otra chica me llegó a gustar jamás, no comprendía el significado de aquel sentimiento nuevo pero hacía tiempo que había dejado de soñar con la muchacha que me besaba en sueños, tal vez porque al rozar la cumbre fue la manera de hacer que tal maravilla nocturna se extinguiera para siempre...

Mis miedos suenan en todas las composiciones de RAP, en toda rima de poesía, en toda línea de los textos que creo a base de lírica; miedos que naufragan vagabundos por los espejismos del pasado, por el presente que siempre me agarra de la mano, por el futuro que escribo a besos junto a tus labios. Fuiste aquel sueño que yo maté, la cima que rocé, el beso que nunca di pero que siempre cuidé; eres el ángel que guarda mis pros, la reina que me muestra como en verdad soy, la mujer de mi vida separada de mí por Kilómetros; serás la prometida rodeada de rosas, la esposa que me apoya y hace que se me pasen demasiado rápido las horas, el fruto prohibido que me hará pecar siempre que se lo proponga.

Porque hemos estado meses sin hablarnos, porque intentaron separarnos,porque no quisieron que nos justásemos... Pero yo casi me enamoro con el primer contacto, casi te pierdo en el primer asalto y tú volviste para rescatarme de la depresión que me encerraba en mi cuarto; pero fuimos más fuertes que el pasado, nos recordamos, nos agarramos de las manos, gritamos un por siempre,tal vez un eterno, tal vez somos ceniza ardiente, fuego muerto, recuerdo inquieto... Porque regresaste para quedarte, para decirme que ya no querías volver a soltarme; porque comprendí el llanto de aquella tarde, el sueño olvidado de una mujer que decía amarme, el amor que siento al hablarte, en verdad me enamoraste... Comprendí así que el sueño que terminaba con aquel roce era el principio de la historia en la vida real, porque aquel roce me hizo estar en contacto con el verdadero amor, contigo, y así poder decir hoy que por fin, juntos, estamos en la cumbre, en aquella cumbre...    

CAMPO DE BATALLAWhere stories live. Discover now