A veces cierro los ojos con la esperanza de no despertar o de hacerlo pero que al mirarme al espejo diga "por fin, ahora sí soy yo al completo"; sin embargo, cada mañana enciendo mi vista, me miro al espejo y veo que nada ha cambiado, y me digo "¿por qué debe cambiar tan fácilmente si lo bello es luchar por ello?". Vivo con la fe de que todo sanará, yo lo sanaré; y que ahora me veo mal, pero encontraré el equilibrio de mi bienestar, con esfuerzo sí, pero lo encontraré; eso, o yo lo crearé.
Una vez la vida le preguntó a la muerte "¿por qué a mí me odian tanto y a ti te quieren?", a lo que la muerte respondió "porque mientras tú les muestras una ficción, yo les enseño la realidad"; y es verdad, la muerte es capaz de hacernos amar y odiar por unos tiempos determinados a nuestra propia vida; la única que consigue llenar el vacío cuando nadie te acaricia, de besarte en sueños y acompañarte de la mano todos tus días; ella es, pues, la que nos sigue vayamos a donde vayamos, con un paso firme, tranquilo, desanimado y muchas veces cabizbajo. Una lucha de fuerzas en nuestras neuronas, un compás de sentimientos dispersos en cada una de las divisiones de nuestro cerebro; la tierra, el cielo y el infierno en una misma persona, como la paz, el miedo y el odio que nos encontramos en todas las cosas.
La muerte es esa compañera que debemos observar desde la humanidad, esa realidad que todos prefieren pisar pero en verdad nadie consigue esquivar; la muerte es un vínculo con tus sueños, con las millones de esperanzas que rondan tu alma; una palabra bisílaba formada como el final de tu pobreza o riqueza, de tu dignidad o egoísmo, solo un sustantivo que muchas veces consigue mantenerte con vida mientras que otras muchas consigue arrebatártela; poco a poco te saca las ganas de sonreír o de llorar, con suavidad hace que la brisa de tus mañanas sea como un leve suspiro de amor o como un grito de dolor. Es la locura y la ternura, es el día y la noche, lo es todo porque nosotros dejamos que lo sea, tan sencillo como observarnos en un espejo y reflexionar sobre ello.
Hoy me levanté con ganas de hacer algo grande, con las ilusiones de un niño, con la infancia dibujada en forma de sonrisa en mi rostro. Hoy me levanté con la fuerza necesaria para comerme el mundo, porque la vida se vive mejor cuando las risas son creadas con la fe de que todo será mejor. Hoy me levanté, me miré al espejo, suspiré y compuse la música de mi propia partitura; con los ojos rojos del llanto y la mente cansada del sufrimiento decidí describir la felicidad sin saber cual es la receta completa para tal sensación, me acurruqué sobre los recuerdos más bellos que mi memoria me regaló y decidí ser de nuevo yo. Hoy..., simplemente hoy, me levanté y todo parecía mejor, pero en verdad nada cambió.
Un loco que prefiere verte en fotos antes que no verte, un obsesionado con los versos instalados en tu comisura labial, con las estrofas creadas por los besos que me das. Soy un sumiso de tu identidad, un pesado por saber cómo estás, un niño ilusionado por poder nadar en tus ojos con planes de cristal. Fui, soy y seré ese adolescente de 16, el soñador de 17, el poeta de 18, el novio de 19, el marido de 20, el fracasado de 21, el pecador de 22, el padre de 23... El abuelo fallecido que vive en la mente de nuestros nietos a los 100; porque fui, soy y seré el cobarde más valiente que la metáfora de tu cuerpo supo componer.
Sencillo, ya lo ves, como caer ante tus pies o como rezarle a tu ser... Y juro, por las mejores obras de Francisco de Quevedo, que no hay manera más bella de morir, ni muerte más feliz; y juro también, por los mejores sonetos de Luis de Góngora, que no hay mejor rima que la de mis materias convirtiéndose en tu insaciable brisa. Soy lo que fui y lo que seré siempre que sea junto a ti, eres lo que fuiste y lo que serás mientras consigas sonreír, somos lo que fuimos y lo que seremos con el aprendizaje de sufrir para ahora saber vivir; es lo que fue y lo que será la felicidad, mi felicidad, porque por fin logré encontrar la receta completa con el ingrediente especial, que venías siendo tú.
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CAMPO DE BATALLA
Non-FictionEl siguiente libro está formado por diferentes textos ordenados cronológicamente. Espero que te dejes llevar por las metáforas, por los sueños, por el ritmo, por la música que intento crear en tu mente con las palabras... Y es que es sencillo, n...