CAMPO DE BATALLA

MI PARAÍSO

Me puse a pensar en lo que pasaría en este planeta si las metáforas de la vida en relación con la muerte no existieran, que los poemas de amor y odio se escribieran con palabras sueltas; y que la literatura y la música solo fueran dos elementos más de la naturaleza que no crea el ser humano. Me puse a pensar a donde iba sin ti y a donde podría ir contigo, la bella hipérbole de tu mano agarrada a la mía, la comparación que tienen las estrellas con tus ojos o el epíteto de tu intimidad, ¿qué haría yo sin la personificación del amor? ¿A dónde iría mi vida sin el bello sonido de tu voz?

He usado contigo todas las imágenes sensoriales captadas por estos dos ojos azules que llevo en la cara pero que son más tuyos que míos, llámame loco, lo admito, soy ese loco que juntó tu metáfora con la paradoja de una herida que duele y no se siente. He recibido tus caricias con mis brazos abiertos, tus besos con dos labios que mueren por rozar tu cuerpo, dos manos que solo quieren recorrer cada parte de tu sexo.

Déjame hacerme ilusiones, mamá; porque confío más en ella que en estas palabras que componen cada párrafo de este texto, déjame caer de nuevo en esa fantasía donde ella siempre es libre, donde no tiene dueño. Déjame ilusionarme con las flechas de un tal Cupido, con las caricias de una mujer de verdad, de una mujer que no me será infiel jamás. Déjame desplazarme por su cabello, que mis manos sean las visitantes de tal maravilla. Déjame ilusionarme con todo esto y si me falla no me vengas diciendo "te lo dije", solo acuéstate conmigo, abrázame y bésame en la frente como lo hace ella hoy en día; acaríciame la nariz para que me quede dormido y pueda soñar con esta relación que viene siendo mi paraíso.