Capítulo 25.

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Habían pasado varias semanas, tuvimos algunas peleas por pensar diferente, si, también tuvimos algún que otro encuentro repleto de deseo, pero solo eso. También tuvimos que grabar el vídeo para nuestra nueva canción; eso fue hace 3 semanas, éste mes fue uno de los más atareados. Julian iba y yo venía, el decía algo y yo contradecía, viajes, firmas, tantas cosas para tan solo siete días.
Estoy sentada en la mesa del comedor, esperando a Julian. Entró a bañarse hace un rato pero no sale, tarde más que una mujer. Celebrity.
Me limité a no decirle nada, si demora, saldré a correr. Tomé una botella de agua y la llené, luego la coloqué en el congelador y fui por mi ropa deportiva. Me vestí, volví a tomar la botella y fui hasta la puerta; estaba por girar la perilla cuando oí el ruido de la puerta del baño. No, yo voy a salir igual.
Me encaminé hasta la carretera y fijé mi vista en la ventana que daba hacia la calle, ahí estaba Julian mirándome mientras se secaba el pelo. Me giré y salí a correr como siempre hacía.
Luego de correr diez cuadras hice una parada, fui hasta un starbucks, pero antes de entrar mi celular empezó a sonar. Julian.
-¿Si?
-Espérame, estoy a una cuadra del starbucks.
-¿Qué?
-Oriana, no es tan difícil saber que ibas a parar. Espérame.
-Bueno, pero mueve el bote, querido. -dicho esto corté.
Al rato Julian llegó con sus lentes de sombra y una sonrisa.
-¿Una cuadra? Poco más y me jubilo, ¿sabes las calles acaso?
-No quiero pelear, mis serranistas me retuvieron un rato.
-Ah, bueno. Eso es diferente.
Sonrió y entramos, yo siempre les tuve un cariño a ellas, yo antes era una y me sigo considerando una de ellas. Aún Julian se burla de mi por le sonido de la notificación al el publicar algo.
Cuando los batidos llegaron les tomé una foto, como amaba éste lugar. Subí la foto a mi instagram y lo etiqueté, minutos después en los comentarios aparecieron: "Zorra", "Que lindooo", "Como la odio", "Orina, aléjate de Julian", "Ojalá estén juntos" y muchos más, bastante parecidos.
-Se ven que no me quieren tus fans... -dije al verlo sonriendo y frunciendo el ceño repetidas veces al ver su celular.
-Se ve que algunas no.
-Que mas da, ¿a donde vamos ahora? -traté de cambiar de tema.
-Mmmh, podríamos ir a tu casa. Ver películas e ir a dormir.
-Seguro, voto por ir a casa, cambiarnos y salir.
-Hecho.
Salimos del starbucks y nos encontramos a Jenny con Agustín saliendo de su auto, Julian se aproximó a saludarlos mientras yo bajé la mirada y fui por el otro lado caminando. Aún sigo enojada con Jenny, me dejó por su novio, ¡mierda! Siempre me hace mal pensar en eso. Éramos tan unidas.
Seguí caminando y lo escuché bufar cerca de mi, ¿por qué bufa? A mi no me molesta que los salude, ¿por qué le molesta que yo no los salude? Sabe bien como son las cosas, todo lo que me dolió y cuanto lloré por eso, no entiendo que le molesta.
-¿Qué te molesta? -me di vuelta para encararlo, me miraba a los ojos.
-No podes ser tan resentida, nena. Enserio, no podes.
-¿Resentida? ¿Yo? Sabes bien lo que pasó, no me digas resentida. Me dolió, sufrí y sigo sufriendo cada maldita vez que me los cruzo. ¿Te parece poco? ¿Qué pasa si Agustín, Maxi, el Chon o el Chino te dejan por una mina? Decime, dale. -Julian pareció meditarlo.
-Ellos no me dejarían, aún así, creo que si son felices por mi está bien. Me gustaría verlos felices, como yo puedo serlo, ellos también.
-¿Estás diciendo que yo no le permito a Jenny ser feliz? o permitía, no lo se. Para tu información a mi me gustaba que estuvieran juntos, Agustín le hace bien. ¿Pero sabes que? Ese no es el punto, el punto fue que me dejó, me abandonó. -las lágrimas empezaron a caer- ¡Me dejó, Julian! ¡Era como mi hermana! ¡Más unidas que nada, que nadie! ¡Me abandonó!
-Tranquila, -trató de acercarse pero retrocedí, pensé que el me entendía- tranquilízate Oriana.
Me volví a dar la vuelta y me fui caminando, no voy a hacer una estúpida escena de lloro para que los malditos paparazzis capten el momento y gesticulen mal; luego media Argentina tendría el título "Julian Serrano hace llorar a su ¿novia?". No, así no.
Me di la vuelta y el venía con la cabeza gacha. Tomé aire y doblé en la esquina, de seguro cuando levante la cabeza yo ya no esté. Vaya susto. Empecé a correr y volví a doblar, ya había ido por este camino a casa una vez.
Momentos después me topé con el.
-No soy idiota.
-Pensé que si. -dije seca, más de lo que quise.
-Pensaste mal, linda. -dijo para luego acercarse ágilmente y rodearme con sus brazos- Perdón, no quise que te sientas mal. -asentí y caminamos hasta casa abrazados.
-¿Querés salir enserio? -negué, ya no tenía ganas. -Perfecto, anda al cuarto que voy a ir por pop.
Luego de mirar la película nos quedamos dormidos en la cama, empezamos a reír cuando al despertar Julian se encontró con mis ojos y el teléfono sonó, se levantó rápido haciendo chocar nuestras frentes. Se asustó, pobresito.

¿Quién soy?Where stories live. Discover now