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Hace un par de días he ido a un concierto. La verdad es que estaba muy emocionada, ya que últimamente mi rutina son exámenes, desvelos y estrés. Ni siquiera he salido con alguien, y la fiesta de Ithan es hasta dentro de una semana.

En el día del concierto me sentía con muchos ánimos de ir. Salí algo tarde de la universidad y esperé a mis amigas, con las que iría a ver al artista nuevo, ya que ellas fueron quienes me consiguieron el boleto para entrar; yo ni siquiera sabía quién era, solo había escuchado una liquida canción de él, pero no era realmente mi estilo, aunque las circunstancias me dictaban relajarme y divertirme saliendo de la rutina.

Llegamos al concierto y por fortuna nos tocó al hasta abajo, justo donde está el escenario. Yo estaba en 2da. fila, tenía una vista exageradamente buena.

Empezó a sonar la música y el cantante salió por debajo de la tarima, rodeado de muy guapas bailarinas, quienes se deshacían por bailar bien.

La primera impresión al ver al chico que dirigía el concierto, me impactó: era muy, MUY guapo. No tardó más de 5 minutos en visualizarme, y desde que posó su mirada en mi, no la quitaba, a menos que fuera realmente necesario.
Daba vueltas por todo el escenario, pero siempre llegaba al punto en donde me encontraba yo, y cantaba las letras de sus canciones dirigiendo la vista hacia a mí.
Todas sus canciones hablaban de sexo, claro, era reggaetonero, así que cada que mencionaba una palabra de su canción y veía su mirada clavada en mi, hacía que me excitara cada vez más.

Como era música para bailar, y yo estaba demasiado desesperada por liberar mi tensión, empecé a bailar al ritmo de la música. Reggaetón no es algo que me guste estar escuchando a diario, pero definitivamente me encanta bailarlo en ocasiones especiales, y esta, sin duda; era una de esas.

Al poco tiempo empecé a sentirme algo sudada, pues estaba bailando mucho. De pronto, abrí los ojos y volteé hacia donde estaba el cantante y me topé con su fija mirada, me veía bailar y yo no podía creer que él lo siguiera haciendo hasta ese punto del concierto.

Mis amigas parecían no darse cuenta, estaban demasiado entretenidas en sus movimientos de baile que ni siquiera lo notaron.

Después de 1 hora el chico anunció que era hora de irse, que le había encantado estar aquí dando este concierto y que se llevaba muy buenos recuerdos de la primera vez que había venido a la ciudad. En ese instante entré en una especie de shock, pues se iba e inconscientemente había causado algo muy fuerte en mí, lo necesitaba dentro de mí; después de todos esos coqueteos, era injusto que se marchara así.

La gente estaba empezando a desalojar el lugar, y él se había marchado a camerino. Yo debía alcanzarlo antes de que se fuera, hacía eso o hacía eso, era de a fuerza.

-Janeth, vete, yo necesito quedarme a hacer algunos pendientes.

-¿De qué hablas? -me preguntó incrédula- estás en una arena, no sé si te has dado cuenta, pero no creo que tengas mucho que hacer aquí.

-Bueno, olvídalo, sólo te digo que no me iré con ustedes. Luego te veo, tengo que irme -le contesto apresurada y me meto hacia el camino para los camerinos.

Corro, y hay demasiada gente alrededor mío, no puedo moverme muy ágilmente.

—Señorita -siento que me toman del brazo.

Mierda.

—¿Sí? -contesto de manera malhumorada y temerosa a la vez.

—No tiene permitido estar aquí, le pediría por favor que se retire. Este pasillo es sólo para personal autorizado.

Ya casi llegaba al camerino de Rey, estaba en frente de su puerta, necesitaba verlo ahora y la impotencia de no poder haberlo logrado me enfurecía conmigo misma y con ese guardia imbécil que me detuvo.

—Pero necesito hacer algo importante, por favor, déjeme pasar -le pido desesperada.

—Discúlpeme, pero son las reglas, no puede estar aquí. Es por seguridad, aparte no creo que el señor Reynok quiera que lo molesten. Por favor. - y me señala con la mano el pasillo, para que me retire.

Estaba a punto de marcharme derrotada, cuando algo que escuché me tomó por sorpresa...

Atrapada en una NinfómanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora