capitulo 24

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Pov Ana

Vamos todo el camino a su casa en total silencio, el va tomando mi mano de manera cariñosa y protectora va haciendo circulo con sus dedos. Me encanta esta conexión que tenemos, esta atracción me gusta y me asusta mucho. No puedo evitar tener miedo a lo que me tenga que proponer, tengo aun más miedo a lo que mi lengua se le ocurra contestarle. Veo como el coche se detienen en un enorme edificios de uno 40 y tantos plantas, me quedo anonadada por lujos, todo esto es muy abrumador, ya que por mi mente nunca ha pasado este tipo de ambiciones, mas al contrario siempre le he pedido a Dios que no me dé más de lo que necesito para estar tranquila, ósea con tener comida en la mesa y el dinero necesario para pagar los servicios de la casa estaría siempre feliz. Crhistian me saca de mis pensamientos cuando lo escucho hablar con Taylor

-Ve con Gail, según me dijo que estaría con Sofía. Así que tomate la tarde libre, y manda a David como tu relevo- veo como Taylor tiene ganas de replicar pero Crhistian lo detiene para luego seguir hablando- son solo dos semanas que podrás disfrutar con mi sobrina, ya que la semana que viene estaremos en new york por lo menos 4 días como mínimo- eso es una información nueva para mi, realmente no tenía idea que tenía que viajar- así que aprovecha de pasar todo el poco tiempo que mi ocupada agenda me lo permite con tu familia.- Taylor asiente con una sonrisa, se le nota a leguas que quiere mucho a Crhistian

-bueno está bien pero, le llamare a sawyer y a Leam para que se encarguen de tu seguridad y la de la señorita Steele - no creo que sea necesario seguridad para mí, pero trato de no intervenir en su conversación- que pasen una feliz tarde- esto último lo dice con una sonrisa algo disimulada, yo estoy roja de la pena. Me despido de Taylor y con ayuda de Crhistian el cual me he dado cuenta es muy caballeroso me salgo del auto.

Cuando nos adentramos al edificio me siento tan fuera de lugar no sé cómo la gente no le duelen los ojos con tanto brillo a su alrededor. Crhistian nota mi incomodidad y me detiene antes de entrar al ascensor

-ey nena estas bien?-pregunta con un tono preocupado

-si, solo que no estoy acostumbrada a todo esto- digo señalando con la mano todo el lugar

- solo son cosas materiales Ana, por favor no te abrumes con todo esto, cuando nos morimos de esto no nos llevamos nada. Así que independientemente cuánto dinero me sobre o te falte a ti, los dos estamos en las mismas condiciones para el de allá arriba- dice señalando con su dedo a lo que supongo es el cielo, ya que estamos dentro del edificio frente del ascensor abierto esperando por nosotros- si quieres podemos irnos al lugar que tu decidas, yo no tengo ningún problema- yo me lo quedo viendo con mucha emoción, son estas las cosas que me gustan de él, ósea lo sencillo que puede ser aun con toda esa elegancia tan natural que desprende al andar.

-no, no... creo que me parece justo conocer tu casa ya que tú conoces la mía- le digo con una sonrisa, el hace cosas para que yo este cómoda así que intentare dejar los prejuicios de un lado. El me da una sonrisa y entramos en el ascensor, el digita un código en el tablero, lo cual supongo que tiene que ver con algo de su seguridad. Apenas la puerta se cierra esta otra ves este ambiente excitante solo los dos en un lugar tan pequeño, y no sé porque pero por instinto aprieto las piernas, el se da cuenta y se acerca a mi lento pero demandante asiendo que mi entre pierna se moje por primera ves en mi vida que siento este tipo de emociones, un calor se expande por todo mi cuerpo en eso siento que el ascensor se detiene haciendo con esto que el beso acabe, Crhistian me sostiene aun por la cintura y me mira directamente a los ojos con una sonrisa en su hermoso rostro

-solo quiero que sepas que yo también siento muchas cosas cuando estamos juntos y aun mas cuando estamos solos. Pero también quiero que confíes en mí. Nunca pasara nada que tu no quieras que pase- me dice viéndome directo a los ojos y me siento tan segura con el, asiento ante su comentario y me siento feliz

Mi Empleada MI amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora