I Know What You Did Last Summer.

Parte 22

"The Flashback"

3 Años atras...

–¿Puedo abrirlos? 

–Aun no Cami, aun no. —murmuro en mi oído.— Tu quédate aquí y espera.

–Dios me estas matando, sabes que no controlo mi ansie...

–ÁBRELOS. —me corto extasiado.—

Cuando abrí los ojos el estaba en el medio de lo que parecía una sala vacía, tenia los brazos extendidos y una enorme sonrisa en su rostro. Sobre el suelo había una manta con una caja de pizza sobre ella, unos vasos de plásticos y una botella de un Champagne y colgado sobre una de las paredes se veía colgado un cartel con la leyenda "Felicitaciones Profesora Cabello" escrito con aerosol negro.

–¿Que?... ¿Que?

–¡¡Feliz graduación mi amor!! ¡¡Bienvenida a casa!! —Intente articular palabra pero la emoción se apodero de mi voz. Adelantándose a mis palabras el corrió a la ventana y trajo consigo un par de hojas, la cuales eran la escritura del piso, a nuestro nombre. —

–Tu has echo todo esto —el sonrió y afirmo con la cabeza.—

–Nuestra vida comienza. —dijo firme tomándome de la cintura y arrimándome al el para besarnos.—

 [......]

"Si Mamá, ya tenemos todos los muebles" "No Mamá, ya te he dicho, no es un piso alquilado es nuestro" Shawn se acerco y me dio un beso en la mejilla mientras yo hablaba por teléfono o mejor dicho me sometía al interrogatorio diario de mi Sinuhe, quien formulaba cada día las mismas preguntas y los mismo consejos. "Si, Mama, Mama escucha me tengo que ir, Shawn a llegado, si esta bien, si, si, SI ... ¡¡MAMA ADIÓS!!"  

–¡¡¡Dios esta mujer es imposible!!! —exclame al dejar el teléfono en la mesa.— El se acerco a mi y me beso esta vez en los labios.

–¿Que haces? —pregunto al ver que me levantaba.—

–Debo buscar unas fotocopias para mi clase, queda al otro lado de la ciudad.

–¿Quieres que te lleve?

–No, tranquilo tu espérame aquí —le murmure pasando mi dedo por su pecho seductoramente. El sonrió y le deje una linea de besos por sus labios y mejillas y salí.—

"30 dolares por esta mierda" dije en voz baja mientras salia de la librería. Iba chequeando cada una de las hojas mientras caminaba hacia mi auto cuando levante la vista y la vi. LAUREN mi sangre juro se congelo  en ese momento y sin poder controlar mis acciones la seguí, simplemente me mantuve a unos metros de distancia y la seguí, ella vestía como siempre, jeans negro, chaqueta de cuero del mismo color y un beanie gris sobre la cabeza. Cruzo la calle y se metió dentro de una galería, le dio unos grandes cuadros envueltos y volvió a salir a los pocos minutos. Espere que estuviera lo bastante lejos y entre al lugar, unos afiches pegados en la pared me brindaron la información que necesitaba, entre los muchos artistas que expondrían sus obras en dos semanas, su nombre estaba escrito. Tome uno de una pequeña pila que estaba sobre una mesa, lo guarde en mi bolso y salí para volver a mi apartamento.

Esas semanas pasaron lentas, casi como un castigo, no podía quitarme a Lauren de la cabeza, se veía vivaz, feliz y ¡¡Estaba pintando!! ella finalmente estaba cumpliendo sus sueños, a noche de la exposición no fue necesario mentir, Shawn odiaba todo lo relacionado con el arte y aunque me arriesgue a pedirle que me acompañara el se negó.

Esa noche no solo me comporte como una demente, manteniendome alejada observando a Lauren si no que también gaste cada uno de mis ahorros y compre los tres cuadros que había expuesto, en completo anonimato por supuesto, pero eso sirvió para de alguna manera sentir que tenia una parte de ella para siempre conmigo.

Tiempo actual...

–Habla. —fue lo único que dije al entrar a nuestro piso, cuando quite mi pañuelo Shawn se quedo observando mi cuello y los ojos se le pusieron vidriosos.—

–Se que hay otro Camila, no justifica lo que hice, pero se que hay otro. 

¿De que estas hablando?

–La noche que te llame, se que no estabas con Dinah ella estaba en el mismo bar que yo, la vi. —quede muda, a pesar de tratar de mantener la compostura los nervios me invadían a montones.—

–Yo...—no sabia si justificarme o negar todo, pero el me interrumpió antes de que pudiera seguir hablando.  —

–No me mientas, solo dime la verdad, por favor... ¿Hay otro? —suplico—

–Si.