Capítulo 24: Donghae "sensible"

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 -Donghae...Hyuk... ¡Chicos!

Sora zarandeaba dos cuerpos completamente desparramados en aquel mullido colchón, en su quinto sueño más profundo y exquisito del cual era una misión imposible despertarlos.

-¡YA LEVANTENSE!

Donghae lanzo su brazo a la derecha y un gruñido seguido de una queja se escuchó a su costado. Eunhyuk abrió los ojos de par en par una vez sentir aquel duro golpe en la nariz y miro con disgusto a Hae.

-Joder ¿porque no te fijas?

-¿Por qué no te callas?- respondió él del mismo modo.

Sora enarco una ceja y cruzo los brazos sobre el pecho, ¿es que acaso esos dos habían tenido una pelea anoche?

-Ya, ya, no sé qué se traigan pero no hay tiempo... ¡Vístanse!

HyukJae estiro sus extremidades y lanzo las cobijas fuera de su cuerpo, más despabilado se dirigió al ropero y saco lo primero que encontró dispuesto a cambiarse. Donghae por otro lado iba mucho más lento, no quería despertar ¿para qué? ¿Para vivir una realidad en la que no era plenamente feliz? No había sentido; harto por eso se colocó los pantalones del día anterior a regañadientes, al ver los zapatos negó con la cabeza y los lanzo sin fijarse (aunque muy consciente de que Eunhyuk estaba atrás)

-¡Auch! ¡Donghae mi cabeza!

-Esta hueca.

-¿Qué mierda tienes hoy?

El menor termino de vestirse y al dirigirse a la puerta, le dio un leve empujón con el hombro al mayor, causando que tambaleara unos segundos mientras se amarraba los cordones. ¿Qué que tenía? Nada, solo estaba MUY enfadado.

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-Qué bueno que bajan, estábamos esperándolos.

La señora Lee se encontraba en la estancia junto con las otras dos chicas, estaban bien arregladas y perfectamente listas para salir.

-¿Mamá, que pasa?

-Pasa Hyukkie, que vamos a salir de aquí por algo de aire fresco- informo ella acercándose a su hijo para darle unas ligeras palmaditas en sus mejillas.

-¿Y qué haremos Donghae y yo?- inquirió algo nervioso. No quería quedarse solo en la casa con aquel rubio-naranja peligroso.

-Oh vendrán, por supuesto. Aun que mientras nosotras hacemos algunas compras, ustedes pueden pasar un buen rato de amigos.

El rostro de HyukJae enrojeció de sobremanera por la anticipación, de algún modo esa "salida de amigos" le olía más a una... ¿cita?

-¡Claro señora!- soltó Donghae con una sonrisa demasiado grande a las que acostumbraba. Un mal augurio. –Hyuk y yo daremos una vuelta para que puedan comprar tranquilas.

La mujer rio dulcemente y corrió a abrazarlo. –Gracias Donghae-ah. Nos veremos para la cena, ya diremos después donde.... ¡Vámonos Chicos!

-Vámonos... Lee HyukJae- los ojos cafés chispeaban con una mirada que estremecía el cuerpo entero del antedicho, le daba pánico imaginar las cosas que tenía en mente aquel muchacho que en su momento le parecía tan inofensivo. Debía hacerse la nota mental de intentar no molestar más a Lee Donghae.

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Para evitar llamar la atención o que les generaran preguntas difíciles sobre Im So o su salida "familiar", separaron caminos unas calles antes de la enorme plaza a la que se dirigían las tres mujeres, dejando solos a Hyuk y Hae en la acera.

-Les llamamos para decirles donde encontrarnos. ¡Diviértanse mucho!- les despidió la señora Lee, alejándose con sus cortos tacones.

Eunhyuk miro a ambos lados de forma ansiosa, para finalmente girarse hacia Donghae. -¿Y.... que quieres hacer?

-Tengo hambre- respondió el menor, renuente.

-Ah... vale, vayamos a buscar donde desayunar y...

-Allá - le corto, señalando un pequeño y colorido café enfrente de ellos. –Corre.

Al entrar en el lugar fueron recibidos por un muchacho de no más de veinte años de edad, con un uniforme verde pasto que les miro como si dos ovnis fueran los que estaban pidiéndole un americano y otro un cappuccino.

Cuando ocuparon una mesa al fondo, Hyuk rio con ganas. -Creo que se ha quedado en shock- intento bromear, sacándose la chaqueta y colgándola sobre el respaldo de la silla. Pero Donghae se limitó a ver su móvil, inexpresivo.

-Entiendo... ¿Qué quieres que hagamos luego?, Mamá tardara siglos en esas tiendas.

El rubio-naranja no respondió.

-¿Hae?

Sus dedos se movían hábiles en la pantalla, seguramente escribiendo un largo mensaje de texto.

-¡Lee Donghae! ¿Estas escuchándome?

-¿Te soy sincero?- dijo el mencionado, aun sin dirigirle una sola mirada.

-Por favor- ironizo exasperado.

-NO.

¿Muy corto? Lo siento, ha ocurrido el accidente de que perdí mis notas para este capítulo.

Espero estén teniendo una buena semana. Coméntenme que tal les parece la historia (si quieren, claro^^) o darme sugerencias *-*

(Muchas veces no respondo porque me falla el celular, pero si puedo leerlos e intento responderles sus dudas) Hasta prontoo^^


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