Capítulo 41: Mal sueño

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¡Nadie había podido vivir un momento tan incómodo como el que pasaron esa noche del viernes! Era algo insuperable... algo que llevarían como recuerdo tanto quienes lo presenciaron, como ellos mismos.

La hora de que la feliz novia lanzara el ramo de flores de espaldas como la vieja costumbre dicta, llego, para que alguna desesperada chica que desea ser la segunda en casarse de entre los invitados, lo atrape antes que otra. Un completo desastre de solteras.

>>Es ridículo, solo supersticiones que por lo general no se cumplen<< pensó con inapetencia HyukJae, bebiendo de su copa sin interés en lo que pasaba al frente. Después de todo él era un chico, no iba a estar peleándose por flores que si quería podía comprar en cualquier tienda de paso, o en su defecto, cortarlas de algún jardín.

Donghae no era diferente, tampoco le llamaba la atención ni le importaba quien fuera a obtener el dichoso ramillete que "condenaba" a las personas que lo tomaban, para en un futuro corto perder su libertad y atarse a una unión de por vida. Él no quería dejar esa decidió a un tonto ramo de novia, asi que ¿Por qué molestarse?

Pero la suerte podía ser tan jodida e inesperada, que debían admitir que lo que sucedió después fue para morirse de risa o asustarse...

Nan lanzo las flores coloridas tan alto como su corta estatura se lo permitió, y muchos pares de manos intentaban alcanzarlas en el aire, dando brinquitos, estirándose. Pero solamente conseguían que este pasara de ellas. Entonces...

Revoto justo en las rodillas de Donghae y cayó al suelo a unos centímetros de sus pies. El castaño titubeo, se inclinó y lo recogió lentamente; entonces miro a Eunhyuk sentando a su lado a lo que este se encogió de hombros en respuesta a su pregunta silenciosa.

La incomodidad creció cuando todas las mujeres los veían fieramente, los hombres se ocultaban para reírse, sus compañeros lo hacían sin disimulo señalándolos incluso con más burla. Nan por otra parte estaba desconcertada, igual que ellos.

-Vaya, vaya, vaya- comento sarcástico HeeChul, rodeando los hombros de Donghae -¡Prometan que nos invitaran al menos!

Como se dijo en un principio, nadie había podido vivir un momento más incómodo en el que iba en serio el desear ser tragado por un hoyo negro. ¿Qué debían hacer ahora?

Donghae por más que insistió en devolver el ramo, su estilista y algunas solteras se negaron rotundamente, alegando que no podían quitárselo cuando llego solo "casi" a sus manos. Le desearon incluso que encontrara a la persona adecuada pronto y fuera feliz... ¡Pero no había querido nada de eso! en ningún momento quiso involucrarse en esa tontería.

La gente siguió insistiendo el resto de la fiesta, en especial con HyukJae, que tarde o temprano terminaría casándose. Pero Donghae no quería ni imaginárselo, más si quien estaba en el altar con su amigo... no era él.

¿HyukJae pensaría lo mismo?

Como sea, ya era martes, habían vuelto a sus actividades y el tema se dejó atrás por el bien de su estado mente... o eso hizo Eunhyuk, claro.

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Un enorme salón decorado a la perfección, con elegancia, estilo y toques que indudablemente pertenecían a los gustos particulares de Eunhyuk, se alzaba antes sus ojos como un majestuoso palacio.

Las sillas fueron acomodadas estratégicamente para que nadie se perdiera la ceremonia; la alfombra plateada con detalles florares se extendía por un camino de árboles artificiales con pequeñas luces en las ramas, que iluminaban hasta el altar; los pilares redondos sosteniendo el edificio con lámparas encendidas, de luz tenue; y en el suelo del azulejo blanco se veían los efectos de copos de nieve apareciendo gracias a un proyector... Donghae comprendió que el tema seria el invierno, una época que HyukJae amaba.

Juego, Truco para conquistarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora