Juego, Truco para conquistarte

Capítulo 52: FINAL part. I

Los padres de los niños, los abuelos, la gente en general que vivía cerca, sonreían con ternura y se decían lo bello que era la escena.

Donghae estaba boquiabierto, primeramente porque en su cabeza NUNCA se pasó ser el que estaba en el lugar de decir "si o no"; luego porque... ¡HyukJae le pedía matrimonio! No era solo una frase común dicha si porque si, ¡Era una promesa que prometía mucho!

Le conmovía, le fascinaba incluso, y aun que era incomodo estar inmóvil y su mejor amigo arrodillado, no impedía que su corazón latiera con alegría y excitación.

-¿Sabes qué?- musito, arrebatándole de pronto la caja a Eunhyuk de las manos. –No tenías que haber hecho esto tan público.

HyukJae se puso de pie confundido, con las piernas como gelatina y el corazón martilleándole el pecho. Donghae saco el anillo plateado y lo observo con esmero, mientras decía: –Tampoco hacía falta que lo preguntaras.

-¿A qué... t-te refieres?

El castaño sonrió ligeramente, agachando la cabeza para cubrir la traicionera lagrima que se escapaba y se deslizaba silenciosamente por su mejilla. Entonces se colocó el anillo en el dedo correcto y volvió a mirarle fijamente, moviendo sus dedos frente a su rostro pálido como si estuviera alardeando de lo bien que le quedaba la joya.

-Porque...- comenzó a decir, con incertidumbre puesta en su voz apropósito. –Digo que sí.

HyukJae tembló, perdió fuerza, y su nerviosismo se elevó hasta las nubes. Lo único que podía escuchar se sentía tan lejano, todos esos aplausos y festejos, a pesar de no conocerles a su público le pareció fascinante y gritaban sus felicitaciones con tanta sinceridad que el corazón de ambos se encogió.

-¿En serio?- logro articular, acercándose lentamente a abrazarlo.

Donghae en vez de responder con palabras, se limitó a asentir y recibirlo entre sus brazos con ternura demostrándole que estaba absolutamente seguro de ello. Los niños los miraban inquietos y varios de ellos daban brinquitos joviales; tal vez en un futuro recordarían que fueron sus primeros testigos, que si no hubiera sido por los ánimos que le mostraron a HyukJae, posiblemente este se habría quedado trabado a media frase.

El castaño golpeo de pronto su brazo y le aparto riéndose. -¡Por eso vinimos! Eres un pesado HyukJae.

El mayor sonrió ampliamente y le empujo sin fuerza, acompañándolo en su melodiosa risa. –Yah, si te lo hubiera dicho no habría tenido nada de interesante.

-Yo pude pedírtelo.

-No, no puedes- dijo Eunhyuk con voz mimosa–Te gane ¿recuerdas? DOS VECES este juego- enfatizó.

Donghae torció la boca con fingido fastidio; tomo la mano de HyukJae y coloco algo en su dedo sin permitirle verlo.

-¿Qué es...?- el pelirrojo se quedó sin habla al descubrir la argolla que se ajustaba perfectamente a su anular, dorada con pequeños diamantes como constelaciones, idéntico al que él mismo consiguió para Donghae.

-¿Cómo has...? ¿Tu...?- no podría terminar una sola idea y eso lo frustraba, sin embargo el menor pudo comprender cuales eran sus interrogantes.

-También pensaba hacerlo- musito con la mirada gacha y la comisura de sus labios elevada. –Pero no sabía cómo decirlo, tampoco si querrías atarte por completo a mí luego de solo dos meses realmente juntos... si tu corazón aceptaría quedarse.

Eunhyuk abrió enormes ojos y sus labios entreabiertos por donde solo aire pasaba. –Do-Donghae....

-Quería saber la manera, pero... Gracias- dijo de la nada tomándolo más por sorpresa. –Gracias por haberlo hecho primero. Seguramente me habría acobardado antes de siquiera mencionarlo.