Juego, Truco para conquistarte

Capítulo 31: Eunhyuk sin opción

Aquello le producía estremecimientos, los dedos tamboreaban suavemente sobre su pierna y escalaban el muslo igual que si se tratara de una araña. Por debajo de la mesa todo su cuerpo se tensaba y a la vez daba fugaces brinquitos, que no hacían más que causar la risita traviesa de Lee Donghae. Por más que quisiera disimularlo la magia de la "anticipación" le obligaba a estremecerse e imaginar imprudencias.

Eunhyuk pateo con el talón del pie el empeine de Donghae, haciéndole apartarse al instante con un gesto de dolor y una queja aguda.

-¡Auch!

-¿Qué pasa?- pregunto la señora Lee que minutos antes hablaba amenamente con las chicas.

-No, no... no es nada- respondió el rubio-naranja lanzándole una mirada colérica a su compañero. Esta vez habían cambiado lugares, y como decía un viejo dicho: "El que ríe al último, ríe mejor"

HyukJae termino su copa de helado y se excusó para ir al baño. Al cruzar por detrás de la silla de Donghae, disimuladamente, se inclinó hasta la altura de su oído susurrándole con voz casi ronca: -¿Te espero?- y como si nada hubiera pasado, siguió su camino con las manos metidas en los bolsillos del pantalón.

-Joder- gruño el menor al verlo desaparecer entre las mesas. –También tengo que ir. Si me disculpan- No espero respuesta, queja o interrogatorio cuando se levantó y se fue detrás de HyukJae a pasos agigantados.

Los baños eran amplios y con cubículos privados, lo que significaba que iba a ser un rollo encontrar a Hyuk ahí. Dispuesto a pasar vergüenzas, fue de puerta en puerta tocando y llamándolo en voz baja...

-¿Eunhyuk?... ¿Hyuk-ah?... Soy yo.

-¿¡Que mierda quieres!? ¿¡Y quien cojones eres!?- resonó una muy molesta voz que obviamente no pertenecía a quien estaba buscando, de hecho podía jurar por su tono, que no era coreano.

-Disculpe- musito, yendo a la siguiente puerta. -¿HyukJae?

De aquel cubículo salió un chico alto de aspecto adinerado, pero que por su rostro infantil y cuerpo delgaducho podía ser menor que él. Se quedó inmóvil observándolo con extrañeza; ninguno dijo nada pero el ambiente era tan incómodo que el muchacho hizo una corta reverencia, lavo rápidamente sus manos, y salió corriendo del baño como si su vida dependiera de ello.

-Demonios, solo estoy asustando gente- suspiro derrotando. –Aish... ¡¡¡LE HYUKJAE DONDE ESTAS!!!

Aquel grito hizo eco en las paredes de azulejo y los cubículos metálicos, causándoles seguro algo de dolor e incomodidad a esas personas que no tardaron en quejarse.

-¡Cállate!

-¡Joder este es un baño no un centro social!

-¡Vete de aquí!

-¡Muchacho impertinente, ve a buscar a tu amigo a otro lugar!

-Quien quiera que sea HyukJae ¡Contéstele antes de que siga jodiendo mientras uno viene a hacer sus necesidades!

-¡Ni en el puto baño dejan a uno en paz!

Entre todas esas palabrerías, Donghae escucho una risita conocida que intentaba ocultarse hasta el final de la fila de puertas. Colérico por lo que acababa de pasar fue hasta allí pidiendo disculpas que no hacían más que recibir gruñidos.

-Maldito idiota- masculló cuando entro en el último cubículo azotando la puerta a sus espaldas. -¡Deja de reírte!

Eunhyuk no podía parar, se retorcía tomando su estómago y haciendo ruidos extraños con la nariz mientras no se detenían sus carcajadas; el aire le hacía falta pero no era impedimento para seguir burlándose de lo que hacía un momento provoco con su broma.