Juego, Truco para conquistarte

Capítulo 35: Donghae defensor

-¿Crees que se haya ido ya?

-No lo sé...- suspiro.

Bajaron lentamente del choche tomándose mayor tiempo en llegar a la entrada, casi contando los segundos para dar un siguiente paso. No querían encontrarse con "la señorita piraña" por casualidad, y de ahí su retraso en querer pasar a la casa.

-Esto es ridículo- se quejó Donghae, con una mano en las caderas mientras la otra llevaba su cabello hacia atrás. –No tenemos por qué actuar asi, es tu casa.

-¿Pero y si sigue ahí?

-Entonces que se joda, no vas a estar evitándola Eunhyuk.

Algo recuperados de confianza abrieron la puerta de golpe y entraron casi brincando a la estancia, obligándose a sí mismos a no salir huyendo. Entonces las escaleras anunciaron a alguien bajando con pasos enérgicos y que podían asegurar, se dirigía a ellos específicamente.

-¡Lee HyukJae! ¿Puedes explicarme?- la voz demandante de Sora se hizo presente, con los brazos cruzados sobre el pecho y el ceño fruncido. Una expresión intimidante en una chica.

-¿Explicarte? No sé de qué hablas- Y ahí estaban Donghae y Eunhyuk fingiendo demencia como si eso fuera a salvarlos de la situación, cuando era más claro que el agua a que se refería.

-No vengas con tonterías. Im So está arriba haciendo maletas y llego hace apenas tres horas llorando, ¿¡Que fue lo que hicieron!?

Donghae frunció los labios y casi gruño, imaginándose el drama que la "mujer" debió inventarle a la hermana mayor de Hyuk. -¿Está arriba, ah?

-Sí, y como dije llego destrozada- Sora miro fijamente a su hermano, presionándole a hablar con su simple poder de ojos profundos. HyukJae se encogió en su lugar.

Antes de que alguno pudiera hacer o decir algo más, Donghae no pudo soportarlo, escuchar que seguía en esa casa le había puesto como una vaporera por lo que subió corriendo los escalones, incluso saltándose algunos, para llegar a la habitación de invitados.

-¡Donghae!- escucho que le gritaba Eunhyuk a su espalda, y siguió sin importarle aun asi.

¡PUMM! Se escuchó por toda la casa cuando azotó la puerta al entrar. Im So se giró con algunas prendas en sus manos a mirarlo, y elevo una ceja desvergonzada.

-¿Qué quieres?

-Saber porque sigues aquí- respondió haciendo uso de su voz más varonil, gruesa e imponente.

-Estoy recogiendo mis cosas de este...- miro a su alrededor con una mueca asqueada -"Lugar"

Donghae apretó los puños, no era capaz de golpear a una mujer (por muy maldita que esta fuera) pero si podía darle su merecido de otra manera menos violenta. -¿En tres horas? No me jodas Im So... ¿¡Que haces aun aquí!?

-¿Tu qué haces llamándome tan informal?- gruño ella con ira.

>>Como si se mereciera mi respecto<< pensó Hae.

-Escucha. No obtuviste nada, vas a casarte y me importa poco con que desgraciado sea... pero tienes que irte AHORA, HyukJae no necesita verte más.

-HyukJae, necesita un cerebro.

Las manos le sudaron, incluso creyó sentir su sangre corriendo con más fuerza por sus venas, calentándole todo el cuerpo con cólera y ganas tremendas de sacarla él mismo de la casa. Por Dios, Donghae no sabía si iba a contenerse, y sinceramente no le importaba si no.

-Siempre ha sido asi. Cuando íbamos en secundaria tenía que condicionar nuestra relación para que al menos algo se le pegara en clase ¿¡sabes lo cansado e indignante que era!?- rio burlesca -Termine de una vez por todas con esa relación infantil e inútil. Y aun ahora sigue sin saber lo que es bueno. Le di una segunda oportunidad y mira... sigue siendo un tonto.

-¡CALLATE!- grito con furor, haciéndola estremecer. –No sabes de lo que hablas. Es más, ¿tienes idea de lo que has perdido? ¡Te amaba! ¡Nadie, absolutamente nadie podrá alcázar a Eunhyuk!

Im So se recuperó del pequeño susto y camino hacia él haciendo sonar sus nuevos tacones en el suelo.

–Pero yo no. Y has dicho... ¿Nadie? Por favor, ni en lo que hace es tan bueno. ¿Cantante? ¿De dónde? Lo único que sabe hacer bien es bailar... y eso, Donghae-shii, es mediocre.

El rubio-naranja sonrió sin gracia. Esa chica le recordaba a muchas personas del pasado y el presente, personas que no conocían pero que aun asi les juzgaban duramente. La única diferencia que había entre Im So y esas "otras personas" era que a ellas no les guardaba mayor rencor, en cambio a esa "Piraña" la recordaría siempre como una horrible bestia.

-¿Sabes qué, Im So? Esto no tiene mayor sentido. Discutir contigo es perder el tiempo... pero yo amo perder mi tiempo en cosas estúpidas- con las manos metidas en los bolsillos de los jeans, Donghae acorto la distancia entre ellos, hablándole muy cerca.

–Lee HyukJae se convirtió en alguien, alguien a quien muchos aman y admiran. Alguien que será y es conocido en tantas partes del mundo como TÚ nunca podrás ser. Es la persona amable, sensible, divertida, fuerte y TALENTOSA que pudiste conocer, y sin embargo la jodiste siendo lo superficial que eres.... ¿Belleza? También la tiene, ¿Corazón? Más que mucho. Asi que no te atrevas a volver a decir que es "mediocre" porque no he conocido a nadie que haya soportado y sacrificado tanto para llegar a donde está ahora, manteniendo su sonrisa.

Im So agacho la cabeza lentamente, en rendición. Corrió a cerrar la maleta y sin poder siquiera mirarle la cara, salió de la habitación de forma silenciosa, igual que después de la casa a la que no volvería más.

Donghae bajo unos minutos después, luego de haber reído como loco y sonreír con satisfacción. No había nunca hecho algo como lo que hizo, le gustaba darles la razón a las chicas o simplemente estancar el problema, pero esta vez estaba feliz de haberle callado la boca venenosa a una. Aun que esperaba de todo corazón no tener que volver a hacerlo, su educación ante todo pensó.

Eunhyuk y Sora se encontraban en la cocina bebiendo café, sin conocer de lo que había pasado arriba. Al verlo se notó su preocupación y duda en esos rostros tan parecidos, y Hae volvió a elevar las comisuras de sus finos labios.

-Se ha ido.

¿¡Qué tal este capítulo!? A partir de ahora iremos un poco más intensos^^

Buena semana.