Y todo resulta tan inusual como el hecho de querer conocer más a fondo el universo y sus misterios, pero muy pocos asemejan esa idea a la de conocer más a fondo el cerebro y su poder. Sólo usamos un 10% de su capacidad y nos falta ser extraordinarios. Imagínate si ese 10% aumenta, estaríamos descubriendo misterios que nadie quisiera revelar. Y todo sería un caos.
Un cerebro hambriento se alimenta hasta de la teoría más inusual.
Tal vez crea en la vida más allá de la muerte. Tal vez esté en un estado deprimente y no lo detecte.
Sólo recuerda que la ironía del ignorante es ser ignorado. No busques más capacidad para tu cerebro si así lo deseas.
A menos que quieras rebasar las barreras de la ficción y esperando un juicio incierto.
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Como mi Alma.
PoetryToda descripción es importante, pero me he quedado sin ninguna... Por ahora solo me toca decir que no debemos tenerle miedo a nuestros pensamientos repentinos.