Me resulta tan inquietante la idea de pensar el día en el que te fuiste, pues es como si el tiempo no hubiese pasado.Y tú aun estuvieras aquí. Es algo que me llena el corazón de ilusión, y cada vez que recuerdo el día que me llamaste dos veces por mi nombre cuando estaba en el baño; simplemente no me asuste ni difame... Sentí mi alma colmarse de alegría oculta.
Y sonaba igual tu voz, ese día era mi cumpleaños, lo que me hizo pensar que de cualquier forma que estuvieses consciente, me querías felicitar.
Porque cuando estabas aquí, solo estaba tu cuerpo. Pero tu alma ya iba en camino al sendero con luz.
Me sorprende lo mucho que cambiaron las cosas cuando te fuiste. Simplemente todo.
Eramos cinco; quedamos cuatro... Luego empezamos a ser una unión y algo tan simple parece extraño.
Aun no me adaptó a tu ausencia. Pero ahora nuevamente seremos cinco. O tal vez más, la felicidad que siento es incomprensible.
Y me hace pensar que la felicidad no la hay que opacar con malos karmas. Ni con malas mañas.
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Como mi Alma.
PoésieToda descripción es importante, pero me he quedado sin ninguna... Por ahora solo me toca decir que no debemos tenerle miedo a nuestros pensamientos repentinos.