¿2da generación? ; PERCY JACKSON. [EN EDICIÓN, PAUSADA TEMPORALMENTE]

03; el oráculo, el talismán y "no soportaría perder a mí pequeño hipocampo".

Me quedé en silencio pensando en aquellas palabras que me habían dejado en blanco.

¿Yo? ¿Yo tenía una profecía? ¿Qué pensarán mis padres de ésto? Su más grande temor estaba cumpliéndose.

¿Porqué me hacen esto los dioses? Yo te amaba, Apolo.

—Ve con tus padres. De paso, dile a los jefes de cabaña que vengan de inmediato. Suerte, cariño. —Quirón me dirigió una pequeña alentadora sonrisa, viéndome con ojos tristes.

Salí de la casa grande, caminando al comedor. Dioses, Dioses, Dioses. Estaba nerviosa, tenía la ansiedad de saber lo que decía la profecía. De seguro algo no grato, con mi suerte de seguro dirá "debes morir para que el mundo siga". Chale, si me muero, ¿no podré comer más? Que feo estaría.

Cuando entré al comedor, las miradas se dirigieron a mí, obviamente por haber llegado tarde. Mis padres de inmediato se levantaron como resortes, acercándose a mí en un santiamén. Luke desde que pisé el comedor se había pegado como garrapata a mi brazo.

Saber qué cara tengo.

—¿Sucedió algo, pequeña? ¿Estás bien?

Luke habló, confirmando mi teoría del rostro—¿Porque tienes esa cara?

—¿Estás bien, cariño?

Comenzaron a llenarme de preguntas a la vez qué mamá y papá revisaban mi rostro, también brazos, piernas, cuello. Buscando lo que supongo que son daños.

—No, no. Yo... es decir... ¿podemos hablarlo en otro lugar? Quirón pidió una reunión en la casa grande. —mis padres se miraron preocupados.

Pronto llegamos a la casa grande, en dónde mis amigos, se colaron de alguna forma... y de seguro fue haciendo berrinche. Una vez todos ahí, mamá fue la primera en hablar.

—¿Y bien? ¿Qué sucede?

Suspiré.

Es hora de decirlo.

—Quirón dice qué tengo una profecía.

Demonios, Lilianne. Más tacto.

Todo se volvió un gran silencio. Miré a mis padres, quiénes estaban inmóviles. Su ojos estaban abiertos como platos. Sus bocas en dos perfectos círculos. Mamá llevó una de sus manos a su boca, a la vez que sus ojos se cristalizaban. Los ojos de ambos demostraban preocupación, sorpresa... un terror. Muchas emociones juntas. Yo tragué saliva, sintiendo temor.

Me tranquilicé en cuento Luke me dió la mano.

—Bromeas, ¿no?

-Lamentablemente no, Rachel ha estado dibujando a la jóven Jackson junto a dos personas más. Sin embargo, esas dos personas están en forma de sombras. La profecía está esperando allí arriba. —La voz de Quirón era calmada, pero se detectaba una pizca de preocupación en ella.

Sentí una mano en mí hombro, por lo cuál volteé. Eran mis padres, quienes aún tenían esa mirada de preocupación en sus ojos. Les sonreí demostrándoles que estaba bien, que no tenía tanto miedo. (Estaba muerta de miedo, pero ellos no necesitaban saberlo ahora mismo). Los abracé a ambos. Mamá me murmuró un suave "tú puedes". Yo asentí, luego me dirigí a la escalera para comenzar a subir con lentitud.

Mentira, eran tanto los nervios que subí de dos en dos.

Llegué a lo que parecía ser un pasillo, en el fondo había una puerta entreabierta, típico de película de terror (Debería dejar de comparar mi vida a una película). En fin, lentamente me dirigí y toqué tres veces. ¿Sería de mala educación sí entro así cómo Pepe por su casa? Seguro que sí. Se escuchó una voz femenina diciéndo "pase", interrumpiendo mis pensamientos. Tomé un respiro y entré.