La escuela, ¡envejecemos! y gallinas teniendo bebés.

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.— ¡No me hagan ésto porfavor! —me quejé mientras abrazaba a mí padre por la cintura fuertemente— ¡No pueden! ¡El campamento es mí hogar! —lloriquié en su estómago sujetando su camiseta.

Les cuento que sucede en éstos momentos. Habíamos vuelto a casa luego de que pasara un tiempo en el cual me recuperé de mí muerte –suena raro decirlo, pero así es– el punto es que, como volvimos a casa...volvimos a la escuela.

La maldita escuela, a la cuál detesto con mi corazón, alma y vida.

¿Porqué no simplemente podíamos vivir en el campamento por siempre y par siempre? Sería felíz, como una lombriz.

.— Dominique, entra ya porfavor. —comentó mi madre mientras suspiraba profundamente— sí no entras, no volveremos al campamento.

.— ¿Porqué tanta crueldad hacía mí inocente persona? —susurré dramáticamente mientras la observaba y tomé mi mochila— entraré, pero no prometo nada, sí se quema no es mí culpa.

Corrí hacía dentro antes de que mis padres reclamaran.

[…]

Le lancé la pelota a mí hermano y ésta aterrizó perfectamente en su cabeza. Riendo festejé haciendo un pequeño baile de la victoria, probablemente parecía un pato queriendo volar pero éso no importaba, habíamos ganado el juego de la clase de deportes y éso, éso muchachos, importaba.

Era el típico juego de quemados, hombres contra mujeres. El equipo azul, el de chicos -malditos, nos ganaron el azul- tenía solamente a mí hermano, mientras que el equipo rojo, el de chicas, nos tenía a Chloe y a mí.

.— ¡Oh sí, ajá, uh-uh! —Chloe se unió a mi súper sensual baile de la victoria mientras que los chicos quejándose se sentaron en el suelo, sí el suelo, y se quedaron ahí, echándose la culpa de la derrota entre ellos.

Detuve mí baile al escuchar la campana.

Campana, comida, comida, miércoles, miércoles de pizza, miércoles de pizza, estómago felíz. Volteé a ver a mi hermano y el me devolvió la mirada, sin esperar un segundo comenzamos a correr hacía la cafetería empujando a cualquiera que saliera de su salón o se cruzara en nuestro camino. Y por sí de lo preguntan en que escuela estábamos, pues era en el internado, el mísmo al que venía papá cuando pequeño, bueno, uno de todos los internados que pasó por su niñez.

Tomamos nuestra bandeja y nos dieron nuestro respectivo trozo de pizza, nos sentamos donde siempre lo hacíamos y pronto llegaron los chicos.
.— ¿Porqué tienes dos trozos? —de quejó Cody al ver mi plato, sonreí inocente a la vez que mi hermano volteaba sus ojos.

.— Le dijo a la cocinera que estaba embarazada. —bebió de su botella de agua— y como "está embarazada" debe comer por dos. —hizo comillas al decir ésta embarazada, mientras que yo chocaba los cinco con Chloe y Peter, Alex suspiró negando con la cabeza y dejó el libro que estaba leyendo en la mesa.

.— Éso fué mentir.

.— No me digas, Sherlock. —respondió Peter, dándole una mordida a su trozo de pizza.

.— Además, ¿qué idiota le creería a una niña de 12 años que está embarazada?

Me encogí de hombros mientras mordía mi trozo de pizza.

.— La gente está mal, Alex, ¿qué puedo decirte? —sonreí hacía el y bebí de mí botella de agua, pero la escupí completamente al darme cuenta de algo— ¡Oh por dios! ¡Éste sábado és el cumpleaños de mami Alex! —los que comían se ahogaron con la comida y bebieron de su agua.

.— ¡Estámos envejeciendo! —se alarmó Chloe mientras nos observaba a todos— ¡Muy rápido!

.— Chloe, cada día envejecemos. —habló con obviedad Alex— cada hora, minuto, segundo...

Adivinen quién terminó con un trozo de jamón en el rostro.

¡Din, din, din!

¡Alexander Zhang!

[…]

.— Profesoooooooor. —alargué notablemente la «o» mientras alzaba mi mano y la agitaba levemente— profesor, ¡Profe!, ¡Profesor! —alcé mí otra mano y no me tomó en cuenta, grité y no me tomó en cuenta, baile sobre la mesa y no me tomó en cuenta.

Bueno no, no bailé sobre la mesa. ¡Pero el hombre no me tomó en cuenta, pese a verme visto!

Me dejó un visto en vida real.

.— ¡Pinche viejo calvo! — exclamé en español y dejé caer mis manos molesta sobre la mesa.

Pronto empalidecí, recordando que estábamos en clase de español.

.— ¿Señorita Jackson? —habló suavemen el profesor.

.— ¿Sí, su alteza? —Sonreí inocentemente alzando la mirada, mientras observaba de reojo como mis amigos y hermano se partían de la risa— ¿profesor, hermoso precioso, que admiro tanto?

.— ¡Fuera de mí clase! —señaló la puerta molesto mientras exclamaba y arrugaba su ceño.

.— ¡Pero...!

.— ¡Fuera dije!

.— ¡Bien! —me levanté molesta— ¡De todas formas quería pedirle permiso para ir al baño! ¡Porque tengo mis necesidades como ser humano! —salí por la puerta y me senté junto a la misma. Realmente no quería ir al baño, de echo le iba a preguntar la hora para así contar cuanto faltaría para poder irme a casa, pero quería verlo aún más molesto. Es divertido ver como su ceño se arruga y frunce los labios levemente— ¡Y sepa que con el tío Leo y Peter aprendo mejor que con su aburrida clase! —asomé la cabeza por la puerta para luego salir corriendo por los pasillo, oyendo las inconfundibles risas de mis amigos y hermano.

Parecían gallinas teniendo bebés o algo así, no podría confundirlas jamás.

*****.

¡Hola, hola!

Capítulo corto, lo sé. Pero se puede apreciar la vida de Sea en la escuela y su aprecio por ésta.

Sarcasmo.

Tengo pensado subir una nueva historia, sería acerca de Percy Jackson y Harry Potter, combinando sus mundos.  ¿Qué opinan? ¿La leerían?

¡Voten, comenten y compartan!

All the love xx

.— BBangexz.

¿2da generación? ; PERCY JACKSON. [EN EDICIÓN, PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora