07; fuera de mi hábitat, inconscientes y pruebas.

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—Esto es lo peor. Me siento cómo sí estuviera fuera de mi hábitat.

—Supongo que es normal teniendo en cuenta que tú abuelo es Poseidón y por aquí no hay ni una gota de agua.

Peter rió—Eso no tiene sentido.

Llevábamos caminando horas. No bromeo, realmente horas, por un momento incluso pensamos que estábamos caminando en círculos. No encontrábamos la jodida pirámide 8 por ningún lado, además, no es algo que no se pueda ver... es decir, las pirámides son inmensas. Y además, estar rodeada de arena y con un fuerte sol pegando de lleno, me hacía sentir... no sé, seca. En el campamento casi todo el tiempo iba al mar.

Los tres nos habíamos quitado nuestras chaquetas, quedando sólo con la camiseta del campamento, que por suerte, no nos habíamos quitado de debajo de nuestras diferentes teñidas, para nada normales. Yo creo que probablemente terminaremos en ropa interior debido a la insoportable calor.

Bueno no. Traía mis calzones de osos que me regaló la abuela, que vergüenza.

—¿Saben? Apolo debería habernos dado una bendición aprueba de sol. Sí seguimos así, probablemente terminemos más bronceados que él o con insolación.

—No quiero tener un bronceado, me gusta mi piel pálida. —murmuré viendo mis brazos y manos—. Me hacen sentir gasparín.

—Tus ojos... están extraños, ¿no deberías tener uno como tú padre? —Miré a Peter confundida, Chloe llevó ambas manos a su boca con los ojos abiertos como platos.

—Es cierto, tienes ambos ojos grises.

Qué.

—Ven, esto está afectandome.

Chloe pellizcó a Peter—Y tú diciendo que no tenía sentido.

Suspiré y seguimos caminando. Hubo un momento en el que Peter tropezó y cayó montaña de arena abajo. ¿Entienden? Porque todo es arena, hasta las montañas.

Con Chloe rápidamente nos deslizamos sobre la arena, utilizando el trasero, hasta llegar junto a el. Extrañamente este tenía una sonrisa triunfante. Lo miramos extrañadas, Peter solo apuntó frente nuestro, volteamos y nos sorpendimos.

—¿Esa es...? —Chloe no terminó la pregunta, solo la dejó al aire.

—Definitivamente lo es. —susurré viendo el número "8" tallado en uno de los "dedos" de aquélla extraña escultura-cara de humano-cuerpo de animal.

Ayudamos a Peter a levantarse y a paso apresurado nos dirigimos a la gran entrada que poseía. Lentamente entramos, todo estaba oscuro. Peter encendió sus manos en fuego, a lo que junto a Chloe comenzamos a caminar a sus costados, sin embargo, un fuerte golpe en mi nuca hizo que cayera al suelo.

Lo último que ví, con la vista un poco borrosa, fue a Chloe y Peter caer.

Todo se volvió negro.

[...]

Desperté con un gran dolor de cabeza, sentía que en cualquier momento mi cerebro saldría por mis oídos. Mientras lograba enfocar mi vista, acostumbrando la misma a la luz, podía escuchar las quejas de Chloe y Peter. Cuando logré ver bien, pude notar que estabamos en algo parecido a un calabozo, pues tenía rejas... Como un calabozo. Noté que tenía mís manos atadas con una cuerda, mientras que mis tobillos con cadenas.

—Chicos... chicos. —susurré acercándome lo más que podía a los barrotes. Sus ropas estaban sucias y sus rostros con unas cuantas manchas de mugre, supongo que yo debía estar igual—. Debemos intentar salir de aquí, antes de que vengan por nosotros.

¿2da generación? ; PERCY JACKSON. [EN EDICIÓN, PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora