Capítulo 3
— Te advierto, por si te quieres poner creativo —amenazo—, no sabes con quien estas tratando.
— Ilústrame...
Perpleja no supe que decir. Ni loca le iba a revelar mi identidad, no sabía con qué clase de loco estaba tratando, y aquí nunca se sabe, ni se es suficientemente precavido. Pero si había llamado, entonces tal iniciativa decantaba un interés, la pregunta era ¿su deseo era recuperar su teléfono, pedir un rescate, tal vez extorsionarme, o secuestrarme, quizá?
Es muy gracioso, por poco pierdo el foco, yo sé cómo actuar en estos casos, solo debía permanecer fría y calmada, pero para ser franca, algo me lo impedía —¿sueno paranoica? No, no lo creo...—. Yo no soy precisamente la mata de la rectitud, y soy consciente de las consecuencias que eso conlleva, y por ello mis nervios estaban haciendo su aparición en una sensación incomoda, donde mi estómago se fruncía en los pocos segundos de silencio y me alteraba con el más mínimo sonido...
Pero, en ningún momento me permití demostrarlo. Esta es una de las habilidades, una que a través de los años pulí y perfeccioné.
— De ninguna manera.
— Entonces seguiré sin saber con quién estoy tratando...—Pude escuchar como soltó una leve risa—. Bueno, voy a corresponderte con la misma descortesía. Después de todo, no voy a arriesgarme y dar mis datos a una desequilibrada que pueda atentar contra mí... —se burla.
— ¿Cómo?
¿Desequilibrada? ¡¿Me dijo desequilibrada?! Imbécil... ¿Cómo se atreve? Se altera mi mente Insúltalo, ¡hazlo pagar! ¡No te quedes con eso! No. Debo ser más lista, y no caer en provocaciones. Pienso. Pero... replica mi mente revolucionada. ¡Silencio! Demando.
Una sonrisa curva mis labios, era exactamente lo que él quería, hacerme enojar. No iba a darle el gusto regalándole datos sobre mi personalidad.
— Escucha, me temo que hemos sido víctimas de las circunstancias... —resuelve con una serenidad que estaba resultándome muy inquietante—. Yo realmente estoy muy afectado por perder mí celular…
Mientras hablaba procedí a recorrer la estancia, —caminar siempre me ayuda a pensar— busco algo que me ayude a sacarle información sin dar nada a cambio, pero al igual que yo, él no estaba dispuesto a monologar sobre su persona. Era muy reservado al respecto, y hasta llego a pensar que filtraba información, eso, debido a que parloteaba y parloteaba sin decirme nada. Si era un criminal, no era uno corriente…
Buscaba sacarme información de la misma forma que yo deseaba hacerlo con él, ¿y hacerme enojar para desestabilizarme...? Era bueno, pero yo era mejor. No caigo tan fácilmente en provocaciones —pero me dio gusto saber que después de todo, la desconfianza era un sentimiento mutuo, y que este juego tácito era bilateral—. Gracias a mi excelente y lacónica desenvoltura pude retribuir el mismo efecto, no recibe nada de información sobre mí.
Otro aspecto relevante al parecer, es su forma de expresarse era pulcra, ¿Será que los ladrones pasaron por la universidad en mi ausencia?... me preocupa que pueda tratarse de la mafia presidiaria. Rechacé un caso mientras estaba afuera… será el parte de esa red. Eso mantuvo mi interés en mantener viva la conversación para poder perfilarlo, y así saber que terreno estaba pisando. No confiaba en extraños —ok, no confiaba en nadie—, seguro estaba buscando sorprenderme con la guardia baja y secuestrarme, asesinarme o algo peor...
Minutos después no habíamos llegado a nada, y ya estaba perdiendo la paciencia, su serenidad, y hermética personalidad me estaban hartando, hasta me hacía pensar que se mofaba de mí, y eso no me gusta.
ESTÁS LEYENDO
Temporales
Storie d'amoreNada dura para siempre, eso lo sé muy bien. Todo en la vida es transitorio, temporal y eso hace que el sabor de los frutos que nos ofrece este mundo, sean mucho mas placenteros. Y creanme, yo no quisiera que fuera de otra forma.