Harry cabeceaba, intentando no dormirse, mientras las manos de Severus dibujaban círculos sobre el abdomen desnudo de Harry.
Estaban en un cómodo silencio, cada uno perdido en la sensación que les producía estar con el otro.
-Sev...-susurro Harry, llamando la atención del hombre.
-¿si, pequeño?-pregunto, casi en un ronroneo, Severus.
-no puedo quedarme... ¿verdad?-susurro Harry.
Severus lo apreto más centra su pecho. Tardo un minuto en contestar.
-no deberías.-le contesto. Harry se encogio entre sus brazos, nada deseoso de volver a la torre y a esa neblina mental que habia sentido todo el dia.-pero... podemos hacer una escepción.-agrego, y beso la coronilla de Potter.
Harry sonrio, pero el gesto se borro rápidamente sustituido por un ceño fruncido.
Se volvió entre los brazos del mayor, quedando cara a cara con el.
-¿sólo así? ¿tan fácil?-dijo, con el ceño muy fruncido.
-¿quieres que te lo ponga difícil?-cuestiono, riendo. Pero Harry vio que tras su fachada tranquila se encontraba nervioso.
Harry hizo suficiente espacio entre el y Severus como para cruzarse de brazos.
-¿que no quieres decirme?-pregunto, muy serio.
-Harry...-Severus paso los dedos por el cabello del chico. Suspiro.-vale, te lo contaré. Pero es un secreto, así que confío en que no se lo cuentes a nadie.-dijo Severus, serio, y Harry asintio enérgicamente.
-no se lo diré a nadie.-confirmó.
-vale.-Severus tiro un poco del cabello del menor, y cerro los ojos.-mañana, luego de el almuerzo, me iré. Y no regresare hasta dentro de dos semanas.-abrió un ojo para mirar a Harry, quien de momento no sabía que decir.-Dumbledore no quiere que lo sepa nadie hasta que sea inevitable.
-te vas.-repitio Harry, sin creerselo.-dos semanas.-lo miro a los ojos. Severus noto que estaba a punto de gritar.
-sí, lo lamento pequeño.-le dijo en un susurro.
Harry se preciono contra el pecho del hombre, mientras su mente entraba en alerta roja, gritando que no era posible que sobrevivirá 2 semanas sin Severus... aunque sea, eso decía la mayor parte. Pero una pequeña parte, diminuta, le decia que podia sobrevivir sin el. Que no lo necesitaba.
Era la misma parte que le decía que debia ir y buscar a Ginny.
-ya veras que se pasará volando- prometió Severus, acariciando la espalda de Harry.
Potter suspiro contra su pecho, e inhalo profundamente el olor de Severus. Eso lo ayudó a calmarse.
-vale, solo... traeme un recuerdo.-pidio el chico, bromeando.
-si quieres, te traeré la mismísima torre Eiffel.-le susurro el hombre, con cariño.
Harry despegó la cabeza del pecho de Severus.
-¿te vas a París?-pregunto, incredulo.
Severus cerro los ojos, y Harry supo que habia dicho más de lo que debía.
-si.-contestó.
-lo lamento.-se disculpo el chico.
Severus abrió los ojos, y se notaba la diversión en ellos.
-¿por que te disculpas? Deberias disculparte si no hubieras sabido a donde iba luego de lo que dije.-susurro Severus, y lo beso en los labios con dulzura.
Eso fue suficiente para callar a la pequeña parte de él que insistía en que no necesitaba al hombre. Pfff, puras mentiras.
-Joder ¿como quieres que me pase dos semanas sin ti?-pregunto Harry, haciendo un puchero.
Severus sonrio.
Harry, como siempre, se maravillo de su sonrisa.
-estoy seguro de que podrás aguantar dos semanas sin mi.-le aseguró.
Harry rodo los ojos.
-claro que no. Será pura tortura.
-eres un exagerado, Potter.-dijo Severus, riendo, y se inclinó para la frente del chico.
-no exagero.-dijo Harry, ofendido.-y habíamos quedado en que no me llamarías Potter.
Severus sonrio.
-te puedo llamar como yo quiero, Potter.-le contesto.
Harry lo fulminó con la mira.
-bueno, piensa en eso mientras estés fuera dos semanas y yo este rodeado de muchas chicas que quieren algo conmigo, Snape.-dijo el chico, y se dio alejo del hombre, hacia el otro extremo de la cama.
Severus lo siguio.
-ni se te ocurra.-dijo Severus, con los ojos prendidos de irá.
-¿que no se me ocurra, que?-pregunto Harry, ignorando el enojo del hombre.
-joder, Harry. Que no se te ocurra acercarte a ninguna chica mientras no estoy.-contestó, y Harry entonces supo que lo que habia en sus ojos no era irá, sino celos.
Con un movimiento rápido, Severus acorralo a Harry debajo suyo.
-porque tu eres mío. Y no creo que quieras ver que le sucedería a quien intentará robarte.
Harry no pudo evitar sonreír, entre divertido y enternecido por el comentario de Severus.
-¿y si no quiero ser tuyo?-pregunto Harry, aunque sabía perfectamente que hasta la última fibra de su ser le pertenecía a Sev.
Severus enarco una ceja.
-¿no quieres ser mio?-cuestiono, aunque sabía la respuesta. Solo quería escuchar a Harry decirla.
-ya soy tuyo.-le contesto Harry, sonriendo.
Severus se inclinó y lo beso.
-me alegra escuchar eso.-acaricio la mejilla de Harry.-porque has actuado tan bien todo el dia que creí...-Severus se interrumpió.
-¿que creíste, que?-pregunto, curioso.
-nada.-dijo Severus.
Harry levantó una mano, y la uso para acariciar la mejilla de Severus.
-no se que creíste, pero estabas mal. Te quiero a ti, y solo a ti.-le susurro, y luego lo beso. Pero una pequeñisima parte de si mismo le decia que eso no era cierto.
Y esa pequeña parte es la que confirmaba que Severus tenía razón, aunque ninguno de los dos Lo supiera.
-.-.-.-.-.-.-
Harry abrió los ojos precipitadamente. Jadeaba y estaba bañado de sudor. Intento moverse, pero algo se lo impidió.
Tardo algunos minutos en calmarse.
Se incorporo lentamente, mientras las sabanas color verde esmeralda resbalaban por su cuerpo desnudo.
Estaba sólo.
Se levanto y fue a buscar la muda de ropa que habia traído con la esperanza de quedarse a pasar la noche.
Se ducho rápidamente y se cambio, suponiendo que el desayuno debía estar por comenzar.
Cuando volvío al dormitorio a buscar sus zapatos, se percató de que habia un trozo de papel sobre la mesa de noche.
Lo tomo, y distinguío la letra de Severus aún antes de leerlo.
Sonrio.
"He tenido que salir a terminar los últimos detalles para una sorpresa que seguro te encantará.
No hagas nada estúpido en mi ausencia, y no olvides que te amo, amor.
Sev."
Las pocas palabras pudieron producir un cataclismo en la mente del chico. Sonrio, y fruncio el ceño segundo despues. Se dijo dijo que era tierno, pero también dijo que era empalagoso. Quiso guardar la carta y tirarla a la basura.
Su mente siguio en el mismo torbellino de ideas mientras se dirigía al Gran Comedor y se sentaba en la mesa de las serpientes junto a sus amigos.
-¿donde estabas?-le pregunto Hermione, aunque sabía la respuesta. Harry no contesto. Ni siquiera la habia oído.-¿Harry?... Harry... ¡Harry!-la chica le dio una bofetada en el momento exacto en que Severus pasaba detrás de ellos.
Harry se tambaleó y estuvo a punto de caer al suelo.
-¿que diablos te pasa?-le pregunto a su amiga, enfadado, mientras se sobada la mejilla.
-lo lamento -se disculpo la chica, apenada.-pero no reaccionabas, Harry.
Potter parpadeo. ¿cuanto llevaba sentado en la mesa de Slytherin?
-lo lamento, estaba distraido.-se disculpo penosamente.
-ya lo creo.-dijo Draco, en tono burlon.-a pasado mi padrino detrás tuyo y ni siquiera te has percatado.-agrego en un susurro divertido.
Harry se tenso, y el comentario abría vuelto a abstraerlo en sus pensamientos de no ser porque Ginny se sento junto a él en ese mismo momento.
-Hola.-saludo la pelirroja, animadamente.
-Hola.-respondieron todos al unísono.
-Harry, ¿no podemos ir a sentarnos a la mesa de Gryffindor?-pidio la chica.
Harry, quien estaba bebiendose su jugo de calabaza fruncio el ceño un segundo. La chica hizo un puchero. Luego, Harry respondió sin dudarlo:
-claro.-sonrio,y se levanto. Draco, Ron y Hermione lo miraban, escépticos.
-espera.-lo freno la pelirroja.-¿no quieres terminarte tu jugo?
Harry asintio, y se termino el contenido de el vaso de un solo trago.
Luego tomó a Ginny de la mano y la arrastro hasta la mesa de los leones.
Ahora en lo único que podía pensar su mente era en Ginny. En su cabello; su piel; sus labios; su sonrisa...
Simplemente, en Ginny.
-.-.-.-.-.-.-.
Harry acababa de dejar a Ginny en clase pociones.
Delante de él estaba Severus y todos los pensamientos sobre Ginny perdieron sentido en cuention de segundos.
-se te da demaciado bien actuar.-le dijo Severus en un susurro, frunciendo el ceño.
-¿acaso estas celoso?-pregunto Harry, sin poder evitar maravillarse con la idea.
-con lo que respecta a ti, todo me pone celoso.-le contesto Severus, casi sonríendo, antes de entrar al salon.
Harry sonrio como tonto, y se apresuró al salon de Transformaciones. Llegaba tarde. Otra vez.
-.-.-.-.-.-.-.-.-
Comenzaba la clase de pociones, y la mente de Harry ers un lío mientras esperaban a Snape fuera del salón.
Se tardaba más de lo habitual, pero a decir verdad, Harry ni siquiera lo habia notado.
El desastre que era su mente lo estas poniendo desesperado.
-entren.-ordeno una fría voz y Harry dio un respingo.
Entro al salon junto al resto de los apurados alumnos y se sento en su lugar de siempre.
Vio a Sev entrar, y eso le dio suficiente claridad mental como para pensar con claridad y hacer una pocion... decente a duras penas.
Severus y Harry intercambiaban miradas cada vez que nadie los veía, y el menor le sonreia con ganas a él profesor.
Harry se quedo rezagado cuando todos abandonaron el aula, aunque que sabía que no debia hacerlo.
Cuando la puerta se cerró detrás del ultimo alumno, se acercó a Severus, quien lo miraba ceñudo.
-sabes que no debes quedarte.-le recordo, antes de abrazarlo por la cintura y besarlo.
Harry correspondió el beso sin pensarlo.
-si vamos al caso, tu no deberías besarme.-le recordo Harry cuando el beso término.
Severus río.
-eso es sólo para recordarte que beso mejor que la Weasley.
-mucho mejor.-le dijo Harry, antes de volver a besarlo.
-.-.-.-.-..-.-.-.
Durante la cena Harry no pudo concentrarse ni en un pensamiento sensato.
Su mente parecía dejar de funcionar.
Cuando estaba con Ginny creía sentir o pensar algo, pero luego se quedaba sólo nuevamente y su mente volvía a ser un alboroto....
Joder, aquellas iban a ser unas largas semana sin sev
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¿puedo Llamarte Amor?
FanfictionHarry Potter llevaba ya 7 eternas semanas en Privet Drive cuando paso lo primero interesante del verano. Lo primero que era parte de su mundo. Unos dementores los atacaron a él y a su primo, y luego de una larga noche de impaciencia y discusiones e...