capitulo 28

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Harry camino apresuradamente por los pasillos, ignorando las miradas de los pocos alumnos que seguían recorriendo los pasillos; lo de su desmayo seguía siendo tema de conversación.
Potter sabía que Severus se enojaron mucho, muchísimo, al descubrir que él se habia ido, y Harry no quería hacerlo enojar luego de todo los pasado en las ultimas semanas, pero necesitaba hablar con Ginny.
No como hablaría con el ella luego, intercambiando unas pocas palabras que Severus le permitiera, sino hablar con sinceridad. Queria saber porque Ginny, quien no sólo había sido como su hermana pequeña sino que habia sido su amiga, le había hecho aquello.
Murmuró la contraseña al retrato de la dama gorda, y entro en la sala común de Gryffindor.
Como la cena había terminado hacia poco la sala estaba a reventar de personas, y le costó encontrar a Ginny entre el gentío, pero a fin de cuentas su cabello pelirrojo sobre salía.
Se dirigio hacia allí, pero otro pelirrojo le cerró el paso.
-¿donde has estado?-pregunto Ron, de notable malhumor.
-estuvo con Snape, no hay duda.-dijo Hermione, parada junto al pelirrojo.
Ambos leones lo miraban enfadados.
-si, es verdad, pero no es lo que ustedes creen. Se los explicare luego, pero ahora, necesito hablar con Ginny...-intento evadirlos, pero le cerraron el paso nuevamente.
-ah, no. Ni hablar Harry. Te quedaras y nos explicaras donde rayos te has metido todo el fin de semana.-dijo Hermione, nuy decidida.
-ahg, no tengo tiempo para esto.-contestó Harry. Contaba de tiempo limitado antes de que Severus supiera que se habia ido.
Busco un hueco por el cual colarse para llegar a la pelirroja, pero entre el gentío no pudo encontrar ninguno.
-chicos, en serio, lo lamento. Pero no tengo tiempo para esto junto ahora.-Potter, aprovechadose de que su amigo estaban desprevenidos, empujó a Ron con el hombro, y lo hizo retroceder lo suficiente como para poder pasar.
Se apresuro a llegar junto a la pelirroja, que estaba sentada con otras Gryffindors de cuarto.
-¡Harry! ¡Hola!-saludo animada la chica
-Hola.-dijo Harry, y en su tono se notaba el nerviosismo.-necesito hablar contigo. Ahora.
-claro.-dijo la chica, pero no se movió. Potter vio que todas las chicas, más o menos disimuladas, los miraban.
-a solas.-aclaró Harry. Tomo a Ginny de la muñeca, y la paro de un tirón. Luego la arrastro hasta la salida rápidamente.
-Harry, el toque de queda..-le recordo la pelirroja.
-no ne importa.-contestó Harry, y era la pura verdad. Siempre le tocaba patrullar a Draco el pasillo del séptimo piso, y Harry estaba seguro de que su cara reflejaba tal locura que el rubio no se atrevería a decirle nada.
-¿de que tenemos que hablar con tanta hurgencia?-pregunto la chica, curiosa y preocupada por el comportamiento del chico.
-bueno, en realidad no tenemos que hablar.-dijo Harry, y se metió en un salón en desuso. Luego de que Ginny entrará, cerró la puerta mediante un hechizo. Eso le daría un poco mas de tiempo.
Luego, el ojiverde se volvió hacia Ginny. La chica era puro nervios.
Harry fruncio el ceño.
-Harry... no estoy lista para... eso.
Harry la miro confundido, sin entender a que se referia. Cuando lo hizo, sus mejillas enrojecieron.
-no te traje para... eso.-dijo avergonzado.
-¿y para que, entonces? Dijiste que no teníamos que hablar.-pregunto la pelirroja, algo aliviada
-ah, no. La que tiene que hablar eres tu.-el chico se cruzo de brazos.-y espero que sea una explicación realmente buena, porque no puedes imaginarte lo que e sufrido por esa estupides de amortemia.
Todo el cuerpo de Ginny se tenso, y no pudo articular una palabra coherente en cerca de un minuto.
-¿como... como lo sabes?-dijo por fin.
Potter fruncio el ceño.
-¿acaso importa? Lo importante es que lo descubrí. Y quiero una explicación ahora mismo.
Ginny, de la nada, comenzó a llorar a lágrima viva mientras decia de una panera poco entendíble lo que habia pasado.
-an.. antes de que me pidieras ser T...tu nov...novia, actuabas ra..raro.-Harry sintio compasion por la pelirroja al verla en ese estado, y se sento a su la en el suelo para intentar consolarla.-así que los seguí, a ti, a Ron, a Hermione, y a Malfoy.-dijo, un poco más calmada.-ya los escuche hablar de Snape. Y descubrí que salías con el.-se sorbio los mocos.-hablabas de el con tal adoración... que pensé que te daba amortemia.-siguio contando.-luego comenzamos a "salir", y pensé que esa primera mañana podría hacer un experimento. Snape nos había dicho que si dos personas te suministran amortemia, la que ingieres más tarde elimina el funcionamiento de la otra. Y decidí darte una pequeña dosis. Pero me pareció que habia sido muy poco, así que te di más en el almuerzo... y mas en la cena, para estar segura. Y entonces, tu no mirabas con tal... interés.-sus lágrimas volvieron a incrementar.-y tu me gustas, Harry, y no puedes imaginar lo bien que se sentia que me prestará atención de esa forma después de años. Y simple...Simplemente no pud...de parar.
Harry no sabía cómo reacción, a decir verdad.
Pero tampoco tuvo tiempo para pensarlo.
Alguien deshizo el hechizo que habia hecho Harry, y abrio la puerta.
Potter vio entrar a Draco, con el rostro inexpresivo.
-vaya, vaya. Weasley. Potter. ¿fuera de su casa luego del toque de queda? Eso serán 20 puntos menos para Gryffindor.-Draco les sonrio burlon, pero la sonrisa no le llego a los ojos.-ahora vayan a su sala comun.
Ginny se paro, aun llorando, y salio (no sin antes dedicarle una mirada hostil al rubio.)
Harry se paro para salí también, pero Draco lo detuvo.
-tu no. Mi padrino quiere verte en su despacho. Ahora.
Harry asintio.
-Draco, yo...
-Snape te espera.-dijo con frialdad el chico.
Harry suspiro.
-quiero que sepas que lo siento.-dijo, antes de salir.
Le dolia seguir peleado con el chico, pero ahora no podia pensar en eso. Ahora debía enfrentarse a un Severus furioso.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-
-¡Te deje sólo 15 minutos!
-si, pero...
-¡15 minutos, para buscar tu comida!
-yo lo lam...
-¿y que me encuentro al volver?
-Sev...
-¡que te habías ido!
-¿podrias...?
-¿y donde resulta que estas? ¡con la Weasley!-Harry vio un destello de dolor en los ojos del hombre, entre grandes cantidades de irá, cuando hablo de Ginny.
Harry sabia que le habia dolido que fuera a ver a la chica después de lo que le hizo.
-¡¿podrias escucharme?!-dijo Harry, también gritando. Severus no dijo nada.-lo sé, y lo siento. Pero no fue a verla por lo que tú piensas...
-ah ¿ahora sabes que pienso? Siempre sorprendes con tus habilidades Potter.-dijo Severus con amargura.
Harry se paro del sofá para quedar (más o menos) a su altura.
-sabes a que me refiero.-llevo una mano a la cara de Severus para acariciarla, pero el se apartó.-yo no la quiero, Sev.-le recordo, dejando caer el brazo.
-¿y entonces por qué rayos fuiste a verla?-pregunto.
-porque quería respuestas.-se limito a contestar Harry. Severus le dirigio una mirada furioso. Potter suspiro.-¿por lo menos puedo comer? Sigo muriendo de hambre.
Severus también suspiro.
-vale. Pero aún pienso seguir gritando cuanto termines
Le acercó al chico un plato con chuletas y puré.
Harry comenzó a devorarlo, sintiendo el hambre acumulada de 3 días.
En 5 minutos había dejado el plato limpio.
-listo. Ya puedes seguir gritando.-dijo Harry, aunque seguía hambriento.
-todavía no, Potter.-Harry paso de corregirle. Parecia haberse tranquilizado.-aún falta el postre.
-¿postre?-pregunto Harry, y en sus ojos se notó la felicidad ante la mención el más comida. Su estomago rugió al imaginarse diversos postres...
Severus rió entre dientes.
-¿sabes que te acaba de comer el equivalente a dos cenas normales?
-yo, si. Mi estomago... no tanto.-Harry le sonrio,feliz de haberse librado de los gritos.
Severus lo levanto de sofa sin mucho esfuerzo, y lo cargo hacia la habitacion.
-ahora, Potter, vas a pagarmelas por todo el rato que llevo preocupado.-le susurro el hombre al oído.
Harry se estremeció entre sus brazos.
Severus sonrio y lo demosito suavemente en la cama.
Le beso los labios, pero por un lapso de tiempo demaciado corto para el gusto del chico.
Beso su cuello, e hizo un camino de besos desde su cuello hasta el lóbulo de su oreja.
Le susurro, haciendole cosquillas con su aliento en el oído.
De alguna manera que ni Harry supo, Potter quedó sobre Severus.
Deslizaba los dedos por el suave cabello del hombre, absorto en su belleza.
-¿que tienes allí?-susurro Severus en un susurro, y le bajo un poco el cuello de l a camisa. Tenia una marca rojiza.-¿como te hiciste esto?
Harry fruncio el ceño.
-¿no lo hiciste tu?-Severus negó.-no... no recuerdo como me lo hice.-susurro Harry.
Severus, en un ágil y radio movimiento, le quito la camisa y ahogo un grito.
-¡Joder! -Harry se miro, y también se horrorizó.
Tenia el torso cubierto de manchas rojizas y ardientes.
-Merlin, tengo que llevarte a la enfermeria.
Severus lo cargo y se apresuró hacia la puerta.
Al abrirla, se encontro cara a cara con Dumbledore.

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