Harry estaba harto de estar en la cama. Ni siquiera le dejaban salir de ella y caminar por la habitacion, aunque fuera sólo para estirar las piernas. Sólo le permitían pararse para ir al baño (y lo obligaban a ir con una enfermera, lo que hacia todo bastante incómodo).
No entendía porque lo retenian alli luego de tanto tiempo. No habia mostrado señales de empeorar y, con la excepción de fiebre, dolor de cabeza ocasional, leves náuseas y las insoportable picazón en el torso (que le prohibieron rascarse), no parecía enfermo. No parecía tener mas que un estúpido resfriado.
Y, sin embargo, tenía una enfermera pegada a él básicamente todo el dia, y le hacían muchísimas pruebas diarias.
Queria que alguien le explicará porque maldit a razón seguía allí.
Mientras estaba en San Mungo, Harry se enteró de que Dumbledore no habia expulsado a Ginny, pero la habia castigado muy severamente (para que se imaginen, le había dado castigo con Snape), y aun luego de un mes el profeta seguía hablando a diario de lo ocurrido.
También se enteró de que Krum había ido a Hogwarts a visitar a Hermione, y le había mandado saludos y esperaba que se recuperace pronto.
Y también recibió una carta de Erik, lo que no le sento nada bien porque, luego eso de un mes entero recostado, extrañaba el Quidditch más que nunca.
Pero sobre todo, lo que más odiaba de seguir en San Mungo (más que llevar un mes recostado, más que llevar un mes sin jugar Quidditch, más que tener las visitas controladas, más que cualquier cosa) era que NO HABIA VISTO A SEVERUS EN UN MALDITO MES.
Joder, si que lo extrañaba. Lo extrañaba más de lo que habia creído posible. Potter sentía que, cuanto más tiempo pasaba desde que la ultima vez que lo habia visto, más le costaba respirar o parpadear o... o a su corazón latir, por cursi que suene.
Se moría por simplemente volver a verlo, por besarlo, por poder decirle infinidad de veces cuanto le quería.
Queria que Severus lo visitará. Sabia que Dumbledore se lo había prohibido, pero el había prometido que iría.
Pero con cada día que pasaba Harry perdía más y más las esperanzas en que eso pasará.
Cuando se cumplió un mes y un día de que Harry habia sido ingresado en San Mungo, el chico explotó.
Ya no soportaba más aquello.
Todo comenzó cuando apenas despertaba, cuando la enfermera le llevo el desayuno.
Luego de un mes comiendo pura comida saludable (llevaba un mes sin siquiera comer azúcar), ese día le habían llevado tocino, huevos, y té con leche.
Se quedo mirando la bandeja que flotaba sobre su regazo.
De improviso, furioso sin una razón en particular, tomo la bandeja aún con la comida sin probar, y la estrelló contra la pared.
La enfermera que acababa de llevárselo lo miro perplejo, pues Harry ni siquiera había levantado la voz una vez desde que lo habían internado.
-¡Señor Potter!-lo reprendio, mientras levantaba la varita y comenzaba a limpiar todo, dirigiendo le miradas furibundas al chico.
-¡me canse! ¡Joder, no estoy enfermo, y no pienso seguir en la cama más tiempo!
Sin que la enfermera pudiera frenarlo se levanto de la cama, y tomo su varita de la mesa de noche.
Con un "Expelliermus" hizo la varita de la mujer salir volando, antes de que pudiera impedirle seguir con lo suyo.
En algún lugar se su mente, una voz le decia que estaba actuando como un loco, pero la ignoro mientras buscaba por la habitacion las mudas de ropa que le habían llevado, mientras la enfermera trataba de frenarlo sin exito.
-¡Señor Potter, esta siendo irracional!-le dijo la mujer, alterada.
-¡y un cuerno! ¡llevo todo un mes siendo muy paciente, pero no estoy enfermo y ustedes deben aceptarlo!
Harry se desesperaba al no encontrar lo que buscaba. Se dio vuelta para buscar en el otro lado de la habitacion, y lo último que vio antes de caer en la oscuridad, fue a un enfermero gritando:
-¡Petrificus totalus!
-.-.-.-.-.-.-.-.-
Harry recuperó la conciencia lentamente.
Cuando estuvo completamente despierto, aun sin abrir los ojos, apreto fuertemente los ojos y se dio vuelta en un intento de seguir durmiendo.
-parece que al fin despiertas, Harry.
Potter se sobresalto y casi se cae de la cama al escuchar la cantarina y serena voz de Dumbledore.
Abrio los ojos precipitadamente, y se encontro con el vejete sonriendole, divertido.
-¿Profesor? -pregunto Harry, con la voz ronca. Ni siquiera recordaba el alboroto que habia armado en la mañana, por lo que no se le ocurría ninguna razón por la cual Dumbledore debiera estar alli.-¿que hace aqui?
-bueno, la principal razón es porque tiraste una bandeja contra la pared, desarmaste a una enfermera y actuaste como un loco hasta que te petrificaron, pero también quería verte.-dijo, muy tranquilo.
Las mejillas de Harry se encendieron, y pronto toda su cara estaba roja, pero Dumbledore no parecía haberlo notado, o si lo habia hecho no le había importado.
-estoy harto de estar encerrado aquí, y para colmo nadie me dice porque. No estoy ni siquiera enfermo. No entiendo porque todos estuvieron tan preocupados desde que vieron estas estúpidas manchas.-se quejo Harry, aun avergonzado de su infantil conportamiento.
-hum. Claro, es poco probable que tu lo notarás sin mirarte en un espejo.-murmuró Dumbledore, casi para si mismo. Sacudió la cabeza y miró motos Harry.-siéntate un segundo Harry.-Potter obedeció, y se sento en el borde de la cama, con las piernas rozando el suelo, sin llegar a estar apoyadas en el.
Dumbledore se paro frente al chico e hizo aparecer un espejo.
-Quítate la bata.-ordenó Dumbledore.
Harry, con la cara aun mas roja, se quitó al bata de hospital, quedando en bóxers.
Pero se olvido rápidamente de su vergüenza al mirar el espejo; lo que habia allí lo horrorizó.
Miro detenidamente cada marca, intentando convencerse de que eso no era posible.
Las pequeñas marcas rojas, casi como puntos, dibujaban sobre su torso la forma de la marca tenebrosa.
Aun sin poder creerselo, trazo el contorno de la marca con el dedo.
Podria haberle parecido una coincidencia si no fuera porque estaba detalladamente dibujada; cada pequeña pancha, estaba plasmada allí. Era idéntica a la que Severus tenía en el brazo (lo sabía perfectamente; la habia observado largo rato mientras Severus dormia).
Potter había querido una respuesta a porque seguía alli; ahora la tenia. Ahora entendía porque seguía allí.
-¿creen que el lo hizo?-pregunto el chico, refiriéndose a Voldemort.
-no lo sabemos, muchacho. Pero no puede ser una coincidencia.
Harry seguía observando con atención su marca.
-pero... ¿y si no es nada? ¿y si solo lo puso para asustarme... para asustarnos?-se corrigió.
-es una pocibilidad, pero también cabe la posibilidad de que sea alguna clase de arma que no podemos detectar, y que en medio de la noche ataque, y cuando acudamos a tu ayuda ya sea demaciado tarde. Y no podemos correr ese riesgo, Harry.
El chico asintio, aunque no estaba de acuerdo.
-por lo menos... ¿por lo menos podré ver a Severus pronto?-pregunto, con un deje suplicante en la voz.
-lo lamento, muchacho.-dijo Dumbledore, y Harry comprendio la respuesta de inmediato.
Se recosto en la cama nuevamente, y se hizo un bollito, abrazando las piernas contra su pecho.
Albus lo miro con pena, y quizo decirle algo, pero un enfermera le dijo que el horario de visitas había terminado, y que debia irse.
Potter escucho los pasos del director alejandose.
Las enfermeras me suministraron más pocion para dormir luego de obligarlo a cenar, así que Harry no tardó en caer en la inconciencia, ansioso por ver a severus aunque sea en sueños.
Pero, por primera vez en 32 noches, no soñó con Severus.
Por extraño que pareciera, soñó con Lucius Malfoy.
Soñó que el padre de Draco estaba en un hotel en el Londres Mágico.
Escuchaba lo que pensaba, al igual que le pasaba con Severus.
Al parecer, soño que Voldemort había mandado a Malfoy a hacer sociales y buscar más reclutas.
Fue bastante turbio todo.
Cuando despertó la mañana siguiente, se aseguro de que todo había sido culpa de ver la forma que tenian sus marcas, nada mas.
No estaba volviendose loco.
Era solo un maldito suelo.
...
Se lo repitio toda la mañana, sin conseguir creerse ni una palabra.
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¿puedo Llamarte Amor?
FanfictionHarry Potter llevaba ya 7 eternas semanas en Privet Drive cuando paso lo primero interesante del verano. Lo primero que era parte de su mundo. Unos dementores los atacaron a él y a su primo, y luego de una larga noche de impaciencia y discusiones e...