Hundida [[Ben Bruce]]V.C.A.A. Tmprda.2

Quince.

El irritante tono de mi celular interrumpió mi sueño, ¿Como era posible que se atreviera a llamar a las tres de la madrugada?. Molesta tome el móvil entre mis manos y atendí a la llamada.

— ¡Soy una persona normal que necesita dormir! ¿Sabias eso? —grite enfadada.

Era el tercer día que hacía eso, siempre molestando.

— Me gusta mucho cuando me gritas enfadada, es algo así como excitante —murmuro, y aun así estando del otro lado del teléfono, logro hacerme estremecer.

— Te lo juró por mis hermosas pestañas que si continuas con eso, cambio mi numero y me esfumo de tu vida.

Su cálida risa se escuchó, y unos cuantos quejidos de otras personas también.

— Es cierto, tus pestañas son hermosas —volvió a reír— Te extraño. ¿El idiota te a vuelto a buscar?

La que reía esta vez era yo, podía imaginar sus ojos verdes rodeándose por mi burla.

— Todos los días —confesé— también te extraño. ¿Pero no podrías llamar en una hora normal?

— Así es mas romántico. No te imaginas como se molestan los chicos, aquí apenas son las cinco de la madrugada, y en el Bus de A.A se escucha todo —bufo—.

Me quede callada por un instante, pensando en cuanto lo extrañaba.. Cuanto deseaba sentir su aroma, sus brazos, fastidiar su cabello. Estos dos meses de ausencia habían sido duros, no creía sobrevivir a los siete faltantes.

— Te extraño mucho Ben —dije triste— no sabes cuanta falta me haces, te amo.

— Yo también te amo enana —Dijo Danny.

Solté una carcajada por su interrupción.

— Danny es un idiota —se quejo nuevamente Ben— te amo pequeña, muy pronto nos veremos.. Solo espera, tengo que irme, los chicos son una molestia. Cuidate nena —corto.

Sonreí involuntariamente por sus palabras, y ahora la duda me carcomía la mente, ¿Muy pronto?..

Decidí dormir unas cuantas horas mas.

Entre sueños podía sentir el aroma de algo al quemarse, cada vez mas y mas fuerte..

Me senté de golpe con mi frente empapada, y claramente algo se quemaba, mi habitación tenia una ligera y poco visible capa de humo, sin pensarlo dos veces salte de la cama y corrí fuera del cuarto hasta el living para encontrarme con una sorpresa, mas bien tres.

— ¡Que diablos! —les grite caminando hasta la cocina.

— Um, bueno —murmuro Caramel— Dereck trato de prepararte el desayuno, en definitiva lo de el es la Medicina —rio.

Desde que visito constantemente el hospital, Dereck y yo hemos entablado una muy buena amistad.

— Por lo tanto pedí Donas y Café, lo cargamos a tu cuenta así que.. —dijo Roberth.

Rodé los ojos y me pare enfrente de mi querido doctor.

— Tus intenciones son buenas, pero tus actos horribles —me burle.

— Eres adorable pero tus manos deformes, creo que pensamos lo mismo —rio.

Abrí mi boca en una perfecta 'o' para luego golpear su abdomen con mi puño. El soltó una carcajada y se hinco para besar mi frente. Un incomodo rubor apodero mis mejillas haciéndome sentir extraña.

— Dejame tonto —lo aparte de mi lado.

Estos últimos días Dereck se comportaba diferente, mas tierno, muy adorable. Y lograba incomodarme de un forma parecida a Ben los primeros días de convivencia juntos, eso me confundía demasiado.

— Los amo, ¿Pero que hacen aquí tan temprano?, merezco un descanso de sus idioteces —estire mis brazos hacia los lados con pereza.

— _____, hasta siendo grosera luces muy tierna —dijo Roberth arrojandome un cojín en la cara.

— No lo niegues, siendo tan enana pareces inofensiva —opino Caramel.

Abrí mis ojos como platos, esto era inaceptable, siempre iniciando mis mañanas con comentarios ofensivos.

— Los voy a denunciar —dije.

Para ellos fue inevitable soltar una carcajada.

Mi mañana estuvo llena de burlas y comentarios de mal gusto contra mi estatura. Ellos llenaban mis días de alegría, me hacían pasar la pena de no tener a Ben junto a mi.

Al cabo del día, decidimos tener una noche de amigos, junto con amigos de los chicos.

— Diganle a sus amigos que nada de drogas —me queje.

— Deja de ser tan Abuelita —dijo Caramel.

Gruñi ante su comentario, era algo cierto. Junto ellos yo era como una madre sobre protectora. Una abuelita preocupada por sus estúpidos nietos. Pero son tan idiotas que mi deber es cuidarlos.

El timbre sonó indicando la llegada de los invitados. Fui la primera en levantarme del sillón y correr a atender. Al abrir me encontré con un grupo de 6 personas con quizás 20 años en adelante, supuse que eran los amigos de Dereck.

— ¡Es enserio! Tu eres Cloe! —grito un chico emocionado mientras se paraba enfrente mio— me gustan tus pantuflas —sonrio y paso sin vergüenza alguna.

Podía ver mucho alcohol en sus manos, y uno de ellos sostenía un puro entre sus labios.

La noche seguía su ritmo habitual, con cada vez mas personas, de hecho dudaba en que fuesen conocidos. Me encontraba sentada en un gran circulo de jóvenes con una bebida de alcohol y una sonrisa en mi rostro.

— Estas algo habría nena —dijo Dereck tomando mis brazos y levantandome.

— Que dices doctor —reí— estoy bien.

Soltó una carcajada y me llevo a rastras a mi habitación, prácticamente me tire sobre la cama y abrace un cojín.

— Te dejare aquí, no mueras por favor.

Abrí mis ojos y me senté sobre la cama.

— Quédate —pedí, no sabia exactamente por que. Solo hablaba por hablar.

Dereck frunció el ceño y se acerco a mi recostándose a mi lado. Me amarre a su cuerpo con fuerza y  sin saberlo habían lágrimas escapando de mi ojos.

— No llores —dijo Dereck levantando mi rostro, me miro a los ojos y limpio mis lágrimas— Beber te afecta —río.

Sonreí por su comentario, y decidí apreciar sus ojos, tan similares a los de Ben. Tenían ese brillo especial que incitaba a verlos por mucho tiempo. Acercamos nuestros rostros lentamente hasta rozar levemente nuestros labios, me estremecí por el tacto con su piel, y sin pensarlo, corte la distancia para besarle por completo. 

Hola bebés, las extrañe. Lamento mucho haberlas echo sufrir con lo de la actualización, pero tengo serios problemas emocionales en este momento </3. La bida me odya. 

Aquí esta el cap de hace mucho tiempo, no prometo, pero en unas horas quizás actualice nuevamente.  

Besos y abrazos, las amo. 

Psdta: Están en su derecho para depositar insultos, objeciones, mas insultos, entre sus desacuerdos. Pero recuerden...