Hundida [[Ben Bruce]]V.C.A.A. Tmprda.2

19.

El cielo se pintaba de gris y las calles lucían solitarias, los autos no pasaban seguido inspirando una leve paz y armonía, nuestras voces eran la única molestia del silencio pero una canción gratificante para mi, su hondulado cabello se movía suavemente al compás de sus pasos y la calidez de su risa acobijaba mis inseguridades.

Del otro lado de la calle nos observaba un triste gatito de pelaje blanco con algunas manchas de suciedad, su mirada era temerosa y suplicante por nuestra presencia, pero sin embargo no huía, permanecía petrificado sin saber que hacer, o posiblemente, esperando ser atrapado.

— Mira lo lindo que es —sonrei— ¿Lo atraparias por mi? —su rostro cambio a una expresión totalmente cofundida y molesta, poso una de sus manos sobre el pecho levantando una ceja, y negando con la cabeza dio tres pasos hacia atrás— Pero papá, tu sabes lo mucho que me odian los gatos —articule rodando los ojos.

— No es mi problema _______ —esas bestias con su pelo tan suelto son mis enemigos, no quiero estropear mi traje, se un hombre y afronta tus miedos —dijo carcajeando.

Suspire pesadamente y cruce la calle sin observar a los lados, finalmente no había peligro, esta parte de la ciudad no estaba siendo inundada por los autos, a unos cuantos pasos del felino deje de caminar y empecé a gatear, podía escuchar algunas burlas de mi padre pero empezaba a acostumbrarme a ellas, Dante, quien seria mi mascota, se inclino hacia atrás mostrándome miedo, también causándolo.

— Ven con mamá —murmure estirando mi mamo para poder acariciarlo, una vez sentí su suave pelaje entre mis dedos lo atraje hacia mi dando suaves estirones a su piel— ¿Quien es un gato muy michifus? —Dante enterró sus garras en mi brazo cuando lo levante del suelo haciendo que un grito escapara de mis labios— Auch! —exclame caminando por la calle— Creo que le agradaras a papá, también a..

— ¡Hija, los animales no hablan! —inturrumpio mi padre— ¿Podrías apresurarte?, pronto llegaran —alego frunciendo el ceño.

Por un instante había olvidado nuestro compromiso, corrí hasta su lado y lo apresure corriendo en dirección al aeropuerto con Dante en mis brazos.

— ¡Debes correr mas rápido papá! —me burle— ¿Acaso el señor perfecto esta envejeciendo? —sonrei.

Tras una larga discusión llegamos a nuestro destino, a pesar de su inconformidad, papá tuvo que sostener a Dante para que yo pudiera escabullirme en medio de la multitud de fans y así poder estar en primera fila.

Como en cada una de las anteriores veces, mis manos sudaban y mi corazón latía con fuerza, sobrevivi dos meses sin tenerlo cerca, sin disfrutar el aroma de su colonia, sin poder abrazarlo en las noches, merecía la recompensa de volver a verlo.

Un fuerte jalón esfumo mis pensamientos y antes de poder insultar a la persona responsable de aquello sus labios callaron cualquier tipo de mala palabra, me abrazo con fuerza levantandome unos centímetros del suelo, sabiendo perfectamente de quien se trataba lo tome por el cuello y volví a besarlo desesperadamente, lo necesitaba mas que nunca.

— Andy, podrías soltar a mi hija y sostener tu nuevo mugroso gato —mascullo papá a mis espaldas.

Ambos sonreímos y nos separamos al instante, no era un secreto que el cariño que papá sentía por Andy no era muy grande.

— Como siempre, es un placer verlo, señor —se burlo mi chico, tampoco lo apreciaba mucho.

Andy tomo a Dante con ambas manos y lo mimo un par de minutos, salude a los chicos de BVB y apresure a ambos hombres para salir del lugar.

— Hija, te dejo, fue un gusto acompañarte hasta aquí —dijo papá abrazandome— Andy, cuidala —rodo los ojos.

Partió sin esperar respuesta alguna de mi novio, ambos nos reímos y caminamos hasta casa.

No vivíamos en un lugar muy cercano al Aeropuerto, tampoco era lejos, disfrutábamos el caminar de camino a casa.

— Creó que alguien necesita un baño —dijo Andy observando a Dante— estoy hablando de mi, claro.

Cuando llegamos a casa Andy dejo el felino sobre el suelo, se giro hacia mi y con su mano derecha me pego a su cuerpo para depositar un beso sobre mi frente.

— ¿Me extrañaste pequeña mujer? —pregunto acariciando mi espalda.

Frunci el ceño ante el sobre nombre— para nada —dije divertida.

Acaricio mis muslos apretandolos un poco para enrollarlos al rededor de su torso. Hundió su rostro en mi cuello y depósito húmedos besos alrededor de la zona.

— Mientes, extrañaste a este hombre en casa, gatita. —murmuro en mi oído, me estremeci ante aquel acto soltando un suave suspiro— lo sabia —sonrio.

Hola chicas, este capítulo es un pequeño paso para mi, un gran paso para la nueva etapa de Hundida (?) ahr

Lo siento una y mil veces, tarde muuuucho, sorry. Intentare estar mas disponible. Jajajaja (se va por otros diez meses) ocno.

Dejen sus comentarios de odio, amor, las quiero <3.

Voten! Ahrrrrrr.

Escritorafeliz se despide, cambio y fuera, gffff.