---29.
Aquella mañana habían dormido separados. Era el día de la boda, por lo que los nervios en casa del sheriff Stilinski estaban a flor de piel. Los Hale ya estaban en el campamento, pero por la estupidez de que no se vieran el día de la boda hasta la ceremonia hacía que echara de menos a Derek. Después de tantos meses durmiendo juntos, aquella noche se le hizo muy extraña.
Tuvo pesadillas que se centraban en que Derek lo dejaba plantado en el altar y se fugaba con una tía macizorra montada en moto. Al despertarse se pegó unas cuantas veces por la estupidez de sus pensamientos, y finalmente se levantó para desayunar.
Lydia ya estaba allí, peinando a Anna y dándole instrucciones a John, que sería el otro testigo de la boda. Ella ya estaba totalmente preparada, y cuando Stiles bajó las escaleras con esa cara de zombie, puso el grito en el cielo por no haber dormido bien.
—¿Qué culpa tengo yo de no dormir bien sin Derek? Y encima en una cama que no es la mía.
—Siempre ha tenido problemas para dormir o sin su almohada o en otra cama que no fuera la suya —añadió John asomándose desde la cocina.
—No es una boda corriente, no sé por qué tenemos que seguir las tradiciones de las bodas tradicionales —repuso Stiles bostezando y echándose una taza de café.
—Porque es bonito —comentó Anna encogiéndose de hombros, con una sonrisa.
—¿Te has aprendido ya los votos, Stiles? —preguntó la pelirroja contemplando su obra. El peinado le había quedado realmente bien.
—Llevas una semana haciéndome repasarlos, voy a creer que me he casado contigo en lugar de casarme con Derek —bromeó el castaño—. ¿Por qué no lo has acosado tanto como a mí?
—Porque él me dijo que lo dejara en paz. Tú me has dado cancha, por lo que he sido todo lo pesada que he querido —dijo Lydia con suficiencia. Stiles puso los ojos en blanco—. Ahora deberías ponerte unas rodajas de pepino en las ojeras...
—Paso —musitó Stiles—, voy a ducharme y que Derek se case conmigo y mis ojeras, y si no quiere pues que nos plante a los dos y ya.
—Como si fuera a plantarte —murmuró John con una risita.
Stiles subió de dos en dos los escalones y cogió su ropa interior limpia. Entró a ducharse y se quedó bastante más rato de lo que pretendía, intentando calmar el corazón, que no dejaba de golpear su pecho con nerviosismo. Hacía mucho que no se sentía tan inquieto, pero sabía que todo saldría bien. Aunque hubiera una explosión nuclear, el día sería perfecto porque moriría con Derek, así que no le preocupaba.
Salió de la ducha y se secó a conciencia, peinándose lo mejor que pudo, ya que Lydia casi lo peinaba también, pero una de las condiciones que estipularon era que su aspecto sólo lo controlaría por la ropa, y ya está. El pelo era libre de los novios. Se empezó a vestir después de escuchar el berrido de la pelirroja de que tenían que salir ya de casa, porque la ceremonia sería a la una del mediodía y aún tenían que llegar al campamento. Alan se asomó al cuarto cuando Stiles estaba peleándose con la corbata.
—Hola enano —saludó el castaño con media sonrisa—, ¿ya estás preparado?
—Sí, pero Anna me tiene que poner la pajarita —comentó con el lazo cogido.
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Titan #2: Until then
Romance▶Parte 2 de 2 finalizada◀ Ganadora de #NCAWARDS de la categoría Favorita de los fans (¡Gracias!) Nueve años han pasado, y Stiles Stilinski se debe enfrentar a su pasado. Tiene que vivir en una casa donde sufrió las mayores pesadillas que un niño pod...