Titan #2: Until then

Capítulo 7

7.

Derek estaba jugando con Claudia en el salón cuando oyeron la puerta de la calle. Al mirar vieron que era Allison, y la niña hizo caso omiso. Atendiendo a los consejos de Stiles, el moreno pinchó a su hija en la mejilla con el dedo.

—Saluda a mamá —le pidió el moreno en voz baja. Claudia le hizo un mohín y negó con la cabeza—. Stiles te lo ha dicho, tienes que saludar a mamá cuando llega y darle un beso —dijo en voz baja.

La niña rodó los ojos como hacía su padre y se levantó, yendo corriendo hacia la entrada, donde Allison colgaba su abrigo.

—¡Hola Clau, cariño! —saludó agachándose y dándole un abrazo, cogiéndola y llevándola al salón—. ¿Qué tal os ha ido en el psicólogo? —preguntó acariciándole el pelo a la niña y apartándoselo de la cara.

—¡Stiles me ha dicho que en el cole al que voy hay más niños listos como yo! Y que ellos no se meterán conmigo.

Derek se quedó helado en el sitio y Allison miró extrañada a su hija. Luego miró al moreno enarcando una ceja y esperando una explicación convincente. El otro se encogió de hombros.

—¿Cuántos Stiles conoces tú? —musitó levantándose del suelo y cruzándose de brazos.

—Claudia, recoge los juguetes que tengo que hablar con papá.

La niña recogió todas las cosas que cabían en sus brazos y subió las escaleras canturreando una canción infantil. Derek miró a la otra con una ceja levantada, interrogante.

—¿Qué pasa? ¿Qué es lo que tienes que decirme? —inquirió entrecerrando los ojos—. Has mandado a la niña arriba por algo.

—¿Qué hace Stiles aquí? ¿Sabe de Claudia?

—Es el psicólogo de Claudia —repuso con los ojos en blanco—, y sabe que soy el padre, y que tú eres la madre.

—¡¿QUÉ?! —gritó la castaña. Derek frunció el ceño por el grito.

—¿Qué más te da? No era un secreto.

—¡Es un delincuente, Derek! —espetó Allison.

—No hables así de él —gruñó descruzando los brazos—. Sabes perfectamente lo que pasó, no te comportes como una arpía conociendo como conoces a Stiles.

—Y bueno, ¿vas a volver a follártelo? ¿Te va a dejar a la primera de cambio destrozado y a tu suerte?

Apretó los dientes con tanta fuerza que temió haberse roto alguno ante ese gesto. Fulminó con la mirada a la chica frente a él y descruzó los brazos. Las manos le temblaban de rabia.

—¿Vas a seguir atacándome por ese camino? Porque podría decir un par de cosas de que te acostaras con el amor de su vida.

—¿No tienes el ego un poco subido? —rio Allison con sarcasmo.

—Al menos él lo sigue siendo de la mía.

—A saber cuántos se lo habrán follado en la cárcel... —Derek la miró con la boca entreabierta.

—Retira eso.

—¿De verdad crees que en la cárcel fue un niño bueno y se comportó? Esas paredes habrán visto cada cosa...

—¡¡CÁLLATE!! ¡Me da igual lo que pasara en la cárcel, lo que sé es que he vuelto a verle por algo! Y te da miedo que te vea y qué, ¿te diga lo zorra que fuiste? ¿Que llevabas queriendo tirarte a su novio desde que lo conociste? ¿Te duele la verdad? ¿O lo que te duele es que después de aquella noche no te haya vuelto a tocar porque me da asco recordar lo que hice contigo? Lo único bueno de ti es Claudia, y hasta a ella la dejas de lado. —Allison lo señaló con un dedo, amenazante.