Titan #2: Until then

Capítulo 15

15.

La cara boquiabierta de Alan le hizo reír antes de que apareciera John y los metiera a ambos dentro de la casa con una gran sonrisa. Le dio un abrazo a Derek, que correspondió algo azorado y con torpeza. Anna fue hasta ellos y sonrió emocionada de por fin poder conocerlo. Lo abrazó y se excusó para seguir haciendo el almuerzo. Alan cerró la puerta rojo como un tomate y con la vista clavada en el suelo.

—Vamos granuja, ¿con las ganas que tenías de conocerlo y ahora estás así? —preguntó Stiles con una sonrisa.

—Hola profesor Derek...

—Llámame sólo Derek, Alan —comentó agachándose frente al niño—. ¿Tenías ganas de conocerme? —El niño asintió y esbozó una pequeña sonrisa.

—¿Ves como no es nada malo? —inquirió Stiles poniendo los ojos en blanco.

Derek se quedó con el niño hablando mientras que Stiles iba con su tío y Anna a la cocina. El hombre le sonrió nada más entrar y abrazó a su sobrino.

—Se os ve genial. Mejor que antes, he de decir.

—¿Tú crees?

—La madurez os ha venido bien a ambos, se os ve más seguros y aunque antes también ibais en serio ahora se os ve más dispuestos a estar juntos, no sólo el día a día adolescente, sino algo más serio, con una visión de futuro imagino, ¿no?

—Eso pretendemos, pero con Claudia es difícil... —comentó Stiles cabizbajo.

—Ambos queréis, cariño. Pase lo que pase seguiréis adelante porque es lo que ambos queréis —interrumpió Anna dándole la bandeja del pollo.

—Eso espero —dijo sonriendo y llevándola al salón. La colocó en medio de la mesa y se fue con los otros dos.

Alan tenía las orejas enrojecidas porque su profesor estaba allí y le hablaba como si nada. Derek se encogió de hombros mirando a su novio por la timidez del niño.

—¿Aún te da corte hablar con Derek? —preguntó riéndose y acercándose a ellos.

—Le estaba preguntando que cuál era su asignatura favorita... ha dicho que era la mía pero creo que es porque quería adularme —repuso con media sonrisa.

—Seguramente —dijo dándole un pequeño beso. Alan los miró entre sorprendido y contrariado, no estaba acostumbrado a ello.

—¿Te ayudo con algo cariño? —preguntó el moreno acariciándole la cintura.

—Hay que poner la mesa, que ya está el pollo. Creo que falta por poner pocas cosas, pero habría que ir poniéndolas.

—Voy.

Se metió en la cocina y Stiles miró a Alan. El niño le sonrió tímidamente y el mayor le revolvió el pelo y se agachó frente a él.

—¿Estás bien? —preguntó el castaño bajo la atenta mirada azul del chico.

—Sí. Es muy majo —murmuró agarrándose las manos con nerviosismo—. Y os dais besos.

—Claro, porque somos novios. ¿Estás bien con eso?

—Sí. Creía que sería más raro pero es bastante normal.

—Es que así debería pensar todo el mundo. No es nada malo ser hombre y querer a otro hombre, ¿lo entiendes ya? No dejes que te juzguen por eso, nunca. Eres libre de querer y enamorarte de quien quieras.

—Ahora sí lo entiendo.

—Yo nunca te diré nada de quien decidas enamorarte, ¿vale? Si te gusta una chica no me parecerá mal —bromeó, haciéndole reír.