Especial de James #5

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Narra James.

Emma se había demorado mucho para haber ido a comprar unas simples cosas.

¡Maldición! Debería haber ido con ella.

¿Quizás estaba con Katt?

Llamé a Katt.

—¿James?

—¿Está contigo Emma?

—No, ¿Pasa algo?

—Hace como tres horas fue al centro comercial y no ha vuelto.

—Quizás aprovechó de comprarse ropa.

—No creo, le he llamado pero su celular está apagado.

—¿Qué raro?

—Sí, voy a colgar. La iré  a buscar.

Preparé el bolso de Dason y las llaves de la casa. Caminé hasta mi auto, senté a Dason en su silla y subí al asiento del conductor.

Manejé hasta la casa de mi madre.

—¿Puedes quedarte con él, mamá?

—¿Sucede algo?

—Emma no ha vuelto y me tiene preocupado.

—Espero que esté bien.

Me despedí de mi madre, y comencé a conducir hacia el centro comercial pero una llamada me interrumpió.

Al ver el nombre de Emma, contesté rápidamente.

—¿Emma?

—Lástima, no soy la persona que esperas. —Esa no era la voz que quería escuchar.

—¿Vanessa?. —dije un poco desconcertado.

—Veo que no me has olvidado. —¿Cómo no la voy a olvidar? Con ella engañe a Emma por una estupidez.

—¿Dónde está Emma? —dije temiendo la respuesta.

—Aquí.

—Déjame hablar con ella.

—Está el altavoz.

—¿Emma?

—¿James? —sentí el miedo en su voz y joder yo también tenía miedo a veces Vanessa podría ser una loca desquiciada.

—¿Estás bien?

—¡¿Qué tipo de pregunta es esa?! ¡Claro que no lo estoy! —estaba alterada.

—¿Vanessa cuanto quieres por dejarla en paz?

—10 millones de dólares. —Tragué saliva.

—Eso es mucho.

—Lo tomas o lo dejas.

—Lo tomo, donde te lo entrego.

—En el sótano de mi casa en dos horas, si no llegas con lo acordado tu querida esposa morirá y no vengas con los policías.

—Estaré ahí en dos horas y solo.

Colgué la llamada, cambie de dirección a casa de mis padres.

Toqué la puerta muy fuerte y desesperado.

—¿Qué sucede hijo?

—Han secuestrado a Emma.

—¡¿Qué?!

—Necesito 10 millones de dólares.

—Tranquilo el dinero lo tenemos.

—Tengo que ir al banco rápidamente, ¿Dónde está mi padre?

—En su despacho.

Asentí y caminé hacia el despacho de mi padre.

—Necesito la herencia del abuelo.

—¿Qué sucede?

—Han secuestrado a Emma y tengo que tener 10 millones de dólares en dos horas.

—Eso es mucho dinero.

—Lo sé, padre estoy asustado. Y ¿Si le pasa algo?.

—No pienses negativo James, piensa que todo estará bien.

—Es imposible.

—El dinero de tu abuelo está en la caja fuerte.

Mi padre se levantó y corrió unos libros y abrió una caja fuerte. Sacó el dinero y me lo entregó.

—Llamaré a la policía que te siga sin que el secuestrador se entere que están contigo. —asentí.

Conduje rápidamente a la casa de Vanessa ya que quedaban diez minutos.

Entré a su casa y fui directamente al sótano con el dinero en dos maletas.

—Veo que has cumplido, querido James. —dijo la hipócrita de Vanessa.

—Cumplo mi palabra cuando se trata de las personas que amo.

—Nunca me amaste. —sonreí.

—Claro que no.

—¿Por qué? Yo te daba todo lo que querías.

—Siempre me entregabas las cosas en bandeja, solo jugaba como el mujeriego que era. Además tu no me amabas.

—Claro que lo hice.

—Tú solo querías mi dinero.

El silencio invadió el sótano.

Vanessa sacó una pistola y apuntó a Emma.

No, no podía dispararle.

No a ella.

Un sonido me desconcertó y quedé en shock.

El tiempo se detuvo al ver a Mi Emma en el piso sangrando.

—¡NOOOO! —Grité y me acerqué a ella desesperadamente, la risa de Vanessa inundó el lugar.

—¡Emma No me dejes solo por favor!

Seguí moviéndola desesperadamente.

El sonido de las patrullas y de una ambulancia se escuchó a lo lejos.

—Maldito, pero no serás feliz. Vivirás como un perro sólo.

Y se disparó en la cabeza.


Un cretino e idiota de jefe.#EDreamsAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora