Capítulo 17: Suegros...

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Al llegar a la Mansión Lee quedé sorprendida, era el doble de grande que la mansión de James mentiría si dijera que no estaba nerviosa aunque... creo que esa palabra quedaba corta en comparación con lo que sentía.

James bajó del auto y me abrió la puerta como todo un caballero pero estaba molesta ¿Por qué James tiene que poner el seguro de niños para que no abra yo misma la puerta? Por algo tengo manos. Al bajar del auto, James me miró nervioso y me tomó de la mano y caminamos a la entrada donde nos esperaba un Mayordomo. Este le sonrió a James y lo saludó, entramos y nos dirigimos donde estaba su familia. Tragué saliva y suspiré ¿Qué tan malo podría ser?. Vamos, no puede ser tan malo o ¿Si?.

Al entrar a una sala donde se suponía que estaba toda su familia, sentí sus miradas pero mantuve la mía, no iba a mostrarme débil ante su familia así que mantuve la calma y créanme, fue la mejor decisión.

—¿Tú eres Emma? —me preguntó una señora rubia, de ojos color café con un gran parecido a James y pude descifrar que era su madre. Asentí ante su pregunta un poco nerviosa ¿Dónde estaba lo de mantener la calma?. Al diablo con eso, creo que hasta podría hacerme pipi de lo nerviosa que estaba.

La señora me abrazó y por un momento creí no poder respirar. —Así que tú eres la famosa chica que enamoró a este tontín—reí ante su sobrenombre para su hijo, aunque los míos eran mejores. Y dejó de abrazarme para abrazar a su hijo.

"Si crees que idiota, imbécil, mujeriego, degenerado, cretino son mejores creo que estas mal"

"Cállate, créeme son mejores que tontín."

"Quizás, pero creo que no"

—Bienvenida a la familia Lee....Cuando James nos dijo que se casó no lo podíamos creer, pensábamos que James era del otro equipo, ya sabes..

—M.A.M.Á—James la interrumpió. Y yo reí ante su comentario. Si supiera que su hijo andaba de picaflor por ahí.

—Pero si es verdad, nunca nos presentaste a una novia o andante—créame señora que tiene millones de andantes, que si hace una lista no termina nunca.

—Que no te presente a alguien no quiere decir que sea gay.

—¿Cómo puedes soportarlo? —me encogí de hombros, ni yo lo soportaba.

—¿Puedo abrazar a la esposa de nuestro hijo? —mis pelos se pararon, di media vuelta y había un señor igual a James, cuando digo igual me refiero a la copia exacta.

—Cla...cla..claro señor Lee—dije nerviosa y él me abrazó.

—Eres muy linda, James se sacó la lotería contigo. —me ruboricé.

—Gra..gra...gracias señor Lee.

—Oh por favor dime Matt.

—Claro Matt.

—Señores la cena está servida—dijo una señora, que parecía ser la ama de llaves. Sentí que James me tomaba de la cintura y me susurraba al oído.

—Claro a mi padre te toma 5 segundos llamarlo por su nombre y conmigo te demoraste como una semana o más. —solté una sonrisita burlona.

—Claro, con la diferencia que tú eras mi jefe y ahora sólo estamos siguiendo con esta farsa.

—Para mí no es una farsa— y me besó. Maldito aprovechador, sabía perfectamente si me besaba no le podía hacer nada porque estaba su familia.

—Aprovechador—le susurré una vez separados de nuestro beso.

—Lo que digas Nena—me cerró un ojo y nos acomodamos en la mesa.

Había un silencio pero este era un silencio cómodo, no era incomodo hasta que la pregunta incómoda llegó, porque tenía que decir que el silencio era ¿Cómodo?.

Un cretino e idiota de jefe.#EDreamsAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora