"No matter what they say" (Álvaro Auryn)

"De la mafia nunca se sale vivo"

SAM POV

Hay veces en las que sientes que no puedes más, que todo lo que sucede a tu alrededor es superior a tus fuerzas. Tienes tanto dolor psicológico que necesitas sentir otro tipo de dolor para sentirte aliviado. Necesitas dolor físico.

Las endorfinas son hormonas que combaten contra el dolor físico provocando una sensación de alivio. Esa sensación es más placentera que aguantar todos los problemas que causas, es como si te libraras de todos los problemas durante unos segundos, sin saber que te estás metiendo en otro problema con todo esto.

La mayor parte de la gente genera las endorfinas haciéndose cortes en la piel y poco a poco te vas haciendo adicto a tus propias endorfinas que es lo que va a generar que autolesionarse sea un acto adictivo.

Los gritos de Álvaro me estaban poniendo demasiado nerviosa. Iba a recogerlo todo rápido y a lavarme los cortes pero él sabe perfectamente lo que estoy haciendo. No me voy a esconder porque sé que tengo un problema y todo esto no se supera hasta que reconoces que tienes un problema.

Me levanté del suelo y me acerqué a la puerta, aunque no la abrí, solo le quité el pestillo para que Álvaro entrara cuando quisiera.

Me senté de nuevo en el suelo e intenté mantener la respiración tranquila. Sabía lo que había hecho, sabía que era malo para mí pero aún así seguía pasando la cuchilla por mi muñeca.

-Sam, por favor - miré a Álvaro y vi las lágrimas que caían por sus mejillas.

Estaba llorando por mí. En ese momento comprendí lo importante que soy para él y lo importante que es él para mí. También me di cuenta del gran error que había cometido y del problema en el que estaba metida.

Empecé a llorar yo también y tiré la cuchilla lejos de mí. Álvaro se sentó a mi lado y me abrazó.

-Shh, tranquila - me decía una y otra vez.

-Lo...siento - dije entre sollozos.

-No pasa nada cielo, todo está bien - intentaba consolarme, pero era imposible.

-Ayúdame a salir de todo esto, por favor - le supliqué.

Y es que sino se reconoce que tienes un problema no vas a poder salir de él, ya sea este o cualquier otro tipo de problema. Hay que afrontar la realidad por muy dura que sea.

-Saldremos de todo esto juntos, te lo prometo.

Nos quedamos sentados en el suelo durante unos minutos hasta que dejé de llorar y de lamentarme por lo que había hecho, porque ya no había vuelta atrás.

Nos levantamos y Álvaro cogió agua oxigenada y vendas para curarme.

-¿Por qué lo has hecho esta vez? - preguntó.

-No lo sé, simplemente me culpo por la situación en la que nos encontramos.

-No tienes la culpa de nada Sam.

-Sí la tengo, porque si me entrego todo sería más fácil, el problema es que no tengo el valor suficiente para hacerlo.

-Ni loco dejaría que te entregaras, Sam mírame - cogió mi barbilla para que le mirara a los ojos - vamos a enfrentarnos a todos estos problemas juntos, los vamos a superar y por fin seremos felices ¿vale?

Lo único que pude hacer fue asentir con la cabeza aunque sabía perfectamente que lo más probable es que alguien muriera en el intento de salir de todo esto.

Porque de la mafia nunca se sale vivo y eso es a lo que más miedo tengo, perder a Álvaro para siempre.

Dos días más tarde

Cada vez estamos más pendientes de lo que puede ocurrir a nuestro alrededor. Hace tanto tiempo que no nos atacan ni nos mandan amenazas que todo esto resulta mucho más aterrador. No sabemos lo que puede ocurrir pero está claro que algo sucederá, tarde o temprano.

-¿En qué piensas? - Álvaro me abrazó por la cintura.

-¿Por qué no nos atacan ya? ¿Por qué no actúan?

-Es imposible que sepan donde estamos, ahora somos nosotros los que jugamos con ventaja, no te preocupes por eso cielo.

Sus labios rozaron mi cuello y todo mi cuerpo se estremeció. Hacía tanto tiempo que no le sentía de esta manera que no era capaz de recordar todo lo que provocaba en mí.

Di un salto y enrollé mis piernas en su cintura, los dos nos teníamos ganas. Levanté los brazos para que me quitara la camiseta pero llamaron a la puerta.

Los chicos se habían ido a comprar porque a penas nos quedaba comida y mi madre y el de Álvaro se habían ido a por refuerzos.

-Puede que los chicos se hayan olvidado la llave - comenté.

Álvaro negó con la cabeza y me puso detrás de él mientras nos acercábamos a la puerta.

-¡Álvaro, Sam, abrid por favor! - era la voz de Carlos.

Fuimos hacia la puerta y entraron corriendo. Carlos fue el primero y detrás David y Dani llevaban a Blas apoyado en sus hombros porque estaba herido.

-¿Qué ha pasado? - preguntó Álvaro alarmado mientras yo buscaba todo lo necesario para curar una herida de bala.

-Nos han atacado pero tranquilo que no nos han seguido - contestó Carlos.

Dani y David colocaron a Blas en el sofá y le quitaron la camiseta. Estaba demasiado nerviosa como para concentrarme en todo lo que debía coger para curarle la herida a Blas.

-¿Qué más falta? - preguntó Álvaro.

-Creo que lo tengo todo, pinzas, aguja e hilo para coser la herida y alcohol para desinfectarla - estaba temblando de los nervios.

-Ey, tranquila, lo vas hacer genial - me abrazó.

-Cuando te curé a ti al día siguiente te desmayaste y sino llega a ser por mi madre te hubiera perdido Álvaro, no quiero que pase eso otra vez, deberíamos esperar a mi madre.

-No hay tiempo cielo, lo vas hacer genial y voy a estar a tu lado.

Asentí con la cabeza y nos besamos.

Cogimos todas las cosas necesarias y fuimos al salón. Todo iba a salir bien, solo tenía que confiar en mi misma.

Me arrodillé junto a él y observé la herida en el costado izquierdo, era bastante profunda. Tragué saliva y me armé de valor para todo lo que iba a pasar.

-Puedes hacerlo ¿vale? - me dijo Álvaro.

Asentí con la cabeza y recé para que todo saliera bien.

------------------------------------------------------

Holaaaaa, espero que os haya gustado el capítulo.

RECUERDO QUE HAY UN GRUPO DE WHATSAPP Y SI ALGUIEN QUIERE ENTRAR QUE ME LO DIGA

Dejar vuestros COMENTARIOS sobre lo que pensais que va a pasar y VOTAR

Gracias por leer, os quiero :)