"6 segundos"

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SAM POV

Apoyé mi cabeza en la ventana del coche y cerré los ojos pensando en todo lo que acababa de pasar. Una lágrima cayó por mi mejilla pero antes de que llegara a la mitad de mi cara ya me la había quitado.

-Sam, tranquila, ya ha pasado todo - me dijo Carlos para tranquilizarme.

-Ha sido horrible Carlos, cada vez que cierro los ojos veo a César encima de mí y - tuve que parar de hablar porque estallé en llanto.

-Ey, voy a ponerte a salvo y los chicos ayudarán a Álvaro, vais a estar bien ¿vale?

Yo asentí con la cabeza pero no podía más con todo esto. Todo sería más fácil si me entregara a mi padre para casarme con Luke, de esa manera Álvaro estaría sano y salvo.

-Tengo que entregarme - dije todavía entre sollozos.

-No lo voy a permitir, si piensas que gracias a eso Álvaro seguirá vivo, te equivocas Sam. No solucionarás nada.

-¡No puedo con todo esto! - estallé - Saber que Álvaro puede morir en cualquier momento por mi culpa me mata. Prefiero no tenerle a mi lado que no volver a verlo nunca más.

-Tranquilízate Sam, te va a dar un ataque de ansiedad.

-Para el coche, por favor - dije llorando a mares.

-No puedo, nos pueden encontrar.

-Para el coche sino quieres que te vomite en la alfombrilla.

Me estaba empezando a agobiar y tenía ganas de vomitar, no sé por qué ya que a penas había comido algo.

Carlos me hizo caso y paró el coche en un lado de la carretera. Salí casi corriendo y apoyé mis manos en mis muslos con la cabeza hacia abajo intentando coger todo el aire que pudiera.

Las arcadas cada vez eran mayores pero no podía vomitar porque no había comido casi nada. No entendía lo que me estaba pasando.

-Sam, tranquila, intenta respirar - me decía Carlos que estaba a mi lado.

-No...puedo - me estaba ahogando, literalmente y era una sensación horrible.

-A...gua - volví a decir como pude.

Carlos salió disparado hacia el coche. Traté de pensar en algo bonito para dejar de agobiarme y pensé en Álvaro. En todos y cada uno de los momentos que había vivido con él.

Respiré profundamente, cada vez más lento hasta que me di cuenta de que mis pulmones ya respiraban con normalidad.

Me giré para ir al coche y vi como Carlos venía hacia mí con una botella de agua.

-Toma ¿estás mejor?

-Sí, muchas gracias.

Nos volvimos a subir al coche y pusimos rumbo hacia un lugar seguro, según me había dicho Carlos.

Pero no llevábamos ni dos minutos en la carretera cuando empecé a oír un pitido.

-¿Tú también oyes el pitido? - me preguntó Carlos.

-Sí, creo que viene del asiento de atrás.

Me quité el cinturo y miré en los asientos de atrás, pero no había nada.

-Sam, viene de debajo de tu asiento y creo que ese ruido no es muy bueno.

Agaché la cabeza para ver lo que había y me encontré con una cuenta atrás. Era igual que la que me puso Judith en la casa donde vivían los chicos.

-¡Joder, 6 segundos, tenemos que saltar! - le dije a Carlos.

Intenté abrir la puerta pero el seguro estaba puesto.

-¡Carlos quita el seguro de las puertas o no saldremos de aquí!

Llevaba la cuenta en mi mente y solo quedaban 4 segundos. Carlos quitó el seguro. 3 segundos. Abrí la puerta, 2 segundos y el coche todavía seguía en marcha.

No me lo pensé y salté todo lo que pude para quedar alejada del coche.

Un segundo más tarde el coche explotó y yo aterricé en un asfalto duro.

La cabeza chocó contra el suelo y todo me daba vueltas. Oí el frenazo de un coche pero a penas podía respirar como para estar atenta de quien venía.

No sentía ninguna parte de mi cuerpo y eso me aterrorizó. Las lágrimas caían pero yo no era consciente de ello, no podía controlar ninguna parte de mi cuerpo debido a la caída.

-¡Sam! - escuché una voz de chico que gritaba mi nombre, pero a penas podía reconocerla.

Intenté volver a respirar y parecía que un poco de aire entraba en mis pulmones, pero no era suficiente.

-Sam, cariño ¿me escuchas?

La cara de Álvaro apareció en mi campo de visión pero veía demasiado borroso como para saber si se encontraba bien después de la pelea con César.

-Alv...- intenté hablar pero no tenía fuerzas ni para eso.

-Tranquila cariño - me incorporó y me rodeó con sus fuertes brazos - te pondrás bien, te lo prometo.

Y eso fue lo último que escuché antes de caer en un sueño profundo.

.....

El dolor de cabeza hizo que me despertara. Intenté moverme pero a penas tenía fuerza. Abrí los ojos poco a poco y visualicé una habitación en la que nunca había estado.

Mi cuerpo entró en alerta y me incorporé bruscamente, pero solo conseguí un dolor agudo en mi abdomen que hizo que gritara.

La puerta se abrió de inmediato para dejar ver a un Álvaro preocupado.

-Cariño ¿qué te pasa? - y acudió corriendo hacia mí.

-¿Dónde estamos? - pregunté asustada.

-Tranquila cielo, estamos en un lugar seguro. Ahora lo único que importa es que tú y Carlos os recupereis.

-¿Cómo está Carlos?

-Está casi recuperado, tú te llevaste la peor parte.

-¿Cuánto tiempo llevo aquí?

Empecé a recordar todo lo que había pasado, desde el sueño que tuve hasta que conseguimos escapar de César. Las lágrimas comenzaron a salir. Tenía que desahogarme y analizar todo lo que había pasado.

César casi me viola, todo el mundo me busca para que contraiga matrimonio con Luke y la vida de Álvaro y la de los chicos corre peligro.

-Ey, no llores cielo, a penas llevas un día entero aquí.

-No lloro por eso, lloro por todo lo que ha pasado.

Me abrazó y apoyé mi cabeza en su pecho, ese era el único lugar en el que me sentía a salvo.

-Ya ha pasado todo mi amor, no volveré a dejar que nadie te ponga una mano encima.

Las imágenes de César encima de mí no paraban de repetirse una y otra vez en mi cabeza, era como si ahora mismo estuviera pasando.

-No puedo sacarme a César de la cabeza - dije entre sollozos.

-Shh, yo te ayudaré a que salga, no te preocupes cariño, estoy aquí, contigo.

Unos minutos más tarde ya no me quedaban lágrimas y tenía la mirada perdida.

-Hay algo que debes saber - dijo Álvaro mientras acariciaba mi espalda.

-Que no sea mada malo, por favor - dije en un susurrro.

-Tu madre y mi padre están aquí, nos han ayudado.

Me quedé en shock. ¿Mi madre y el padre de Álvaro ayudándonos?
Es imposible, lo tienen que estar haciendo por algo y eso lo que nos toca descubrir ahora.

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Holaaa, espero que os haya gustado.

Quiero recordaros que tengo un grupo de whatsapp de la novela por si alguien quiere entrar.

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Gracias por leer, os quiero.

"No matter what they say" (Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora